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Frida Escobedo, You Know you Cannot See Yourself so Well as by Reflection, (2015). Cortesía del Museo Victoria & Albert
Frida Escobedo, You Know you Cannot See Yourself so Well as by Reflection, (2015). Cortesía del Museo Victoria & Albert
Frida Escobedo, You Know you Cannot See Yourself so Well as by Reflection, (2015). Cortesía del Museo Victoria & Albert
Frida Escobedo, You Know you Cannot See Yourself so Well as by Reflection, (2015). Cortesía del Museo Victoria & Albert
Frida Escobedo, You Know you Cannot See Yourself so Well as by Reflection, (2015). Cortesía del Museo Victoria & Albert
Frida Escobedo, You Know you Cannot See Yourself so Well as by Reflection, (2015). Cortesía del Museo Victoria & Albert

Reseña: Frida Escobedo en el Museo V&A

12.08.2015

Nombrado a principios del siglo XX como el Pilar de oro de la filantropía cultural, el Museo Victoria and Albert es un ornamento de ladrillo y piedra: el primer espacio en ofrecer galerías con alumbrado de gas y una cafetería pública particularmente hermosa con el objetivo de que la gente común disfrute de la colección de diseño más grande del mundo. Hoy alberga el pabellón arquitectónico diseñado por el nombre más emocionante de la arquitectura mexicana: Frida Escobedo, que realiza su primera intervención en suelo británico.

El Jardín John Madejski, patio central del museo, es el único espacio al aire libre del museo. El pabellón de Escobedo no es tanto una declaración como una producción de situaciones, como lo sugiere el curador de arquitectura del V&A, Rory Hyde. Una serie de plataformas bajas se extienden sobre la superficie de la piscina, permitiendo que las personas caminen sobre ella, se sienten, sumerjan sus pies en el agua y ocupen el área con mucha mayor libertad. En perspectiva de plano y vista desde arriba, la colección de pequeñas plataformas crea una disposición geométrica abstracta que corresponde al plano de la ciudad azteca de Tenochtitlán. Sus pasajes y las chinampas también se pueden leer en la composición formal del pabellón. Afortunadamente, la pieza es un gesto sutil que no cae en el exotismo y transforma las condiciones del terreno.

En la búsqueda de un título para su instalación en la más británica de las instituciones, Escobedo recurrió a William Shakespeare. «You Know, You Cannot See Yourself So Well as by Reflection» es una cita tomada de Julio César, que la arquitecta interpreta como «la forma en que construimos nuestra identidad cultural, y cómo ésta sólo puede ser construida al reflejarnos en el otro». Sin embargo, por razones de seguridad, el acero pulido que produce un efecto de espejo fue modificado por una profusión de líneas negras finas, como si se tratara de la interferencia de una mala señal de televisión. Las piezas del pabellón están inicialmente pensadas para constituir una fiesta movible: sus elementos geométricos podían ser reconfigurados para diferentes eventos. No obstante, como esto requeriría una inversión costosa, la obra permanecerá estática durante el período de exhibición. Las obras de Escobedo a menudo contienen ambiciones que, como en este caso, sobrepasan la línea de lo posible. Sin duda, es mejor que los jóvenes arquitectos desafíen las limitaciones en lugar de que se conformen con las normas prescritas.

La forma y el material del pabellón no son ni audaces ni imponentes y sólo reflejan el contexto circundante. Sin embargo, la intervención altera las dinámicas dentro del jardín, apropiándose del espacio y permitiendo un mayor intercambio informal. Sutil, fuerte y ambiciosa, se espera que esta voz de la arquitectura continúe creciendo.

 


Shumi Bose es arquitecta, historiadora, escritora y editora. Docente de Central Saint Martins y la Architectural Association. Colaboró con David Chipperfield en la 13 Bienal de Arquitectura de Venecia. Es editora de Blueprint y Stelka Press.


Este texto fue publicado en Código 88 — Especial de arte

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