Una de las quejas más comunes que surgen ante las instituciones es acerca de las jerarquías que hacen imposible participar en la creación de la ley o el discurso, y el arte no es una excepción. Sin embargo, existen propuestas que permiten ensayar relaciones horizontales entre las instituciones y el público donde la colaboración y el diálogo tienen cabida en un mismo espacio.

La Sala de Arte Público Siqueiros alberga un proyecto que hace evidente el engranaje entre generación y teorización del arte, a partir de la presencia del artista Wilfredo Prieto (Cuba, 1978) en el museo. Asociado con el post-minimalismo y con el arte conceptual, Prieto ha desarrollado una serie de piezas que parten de lo cotidiano para cuestionar lo simbólico y sus implicaciones políticas, desde una perspectiva que se aleja de la pretensión y subraya la condición humana. Un ejemplo es Grasa, jabón y platano (2006), donde el artista literalmente coloca una cáscara de plátano sobre grasa y jabón. La pieza tiene lecturas que van desde la literalidad e ingenuidad del arte hasta los diálogos con el ready-made, con el arte pop y con la tradición afrocubana.

La participación de Prieto con la SAPS —titulada Dejándole algo a la suerte— lo lleva a producir una pieza nueva cada día durante seis semanas. El artista establecerá su taller dentro de una de las galerías del museo; al final de cada jornada habrá una inauguración a la que serán invitadas personas relacionadas con el arte contemporáneo. El papel de la institución será “concretar todas las posibles significaciones de las obras”. Con este ejercicio se podrá observar cómo funciona el mundo del arte más allá del objeto artístico y lo que se juega en el proceso.

www.saps-latallera.org/wilfredo