En el presente todos son músicos, fotógrafos, artistas o escritores. ¿Es así? Desde el diseño, proyectos como el XOXX Composer reflexiona sobre la formación autodidacta en el ejercicio creativo. Se trata de una máquina de ritmos que graba música o sonidos ambientales —como se ve en el video, incluso la explosión de un globo— para transformarlos en notas de percusión. Las notas producidas pueden ser mezcladas gracias a balines metálicos, adheridos al dispositivo con imanes.

Cada máquina contiene ocho discos intercambiables con un código de color, con patrones distintos que permiten al usuario organizar y diseñar melodías. En total, los discos están dotados de 16 notas y beats. El instrumento-escultura retoma la música patronada que, aún en su fase de prototipo, esboza lo que será uno de los objetos de diseño más atractivos del año.

En su sitio web, Bluhme advierte que el objetivo de XOXX Composer es «inspirar y permitir la exploración del usuario, aún si carecen de experiencia o conocimiento.»