Criterion dio a conocer que el 31 de marzo lanzará comercialmente la versión editada de Llantos y susurros (1972), del director sueco Ingmar Bergman, en Blu-ray y DVD. Para acompañar la noticia, la distribuidora hizo público este video, editado por kogonada, con música de fondo de Antonio Vivaldi (“Concierto para dos mandolinas”) y una lectura del poema “Espejos” (1961), de Sylvia Plath. En el trabajo audiovisual fueron recopiladas diversas escenas en las que Bergman dispuso de espejos para reflejar el estado psíquico de sus personajes.

“Mirrors”, de Sylvia Plath

I am silver and exact. I have no preconceptions.
Whatever I see I swallow immediately
Just as it is, unmisted by love or dislike.
I am not cruel, only truthful ‚
The eye of a little god, four-cornered.
Most of the time I meditate on the opposite wall.
It is pink, with speckles. I have looked at it so long
I think it is part of my heart. But it flickers.
Faces and darkness separate us over and over. 

Now I am a lake. A woman bends over me,
Searching my reaches for what she really is.
Then she turns to those liars, the candles or the moon.
I see her back, and reflect it faithfully.
She rewards me with tears and an agitation of hands.
I am important to her. She comes and goes.
Each morning it is her face that replaces the darkness.
In me she has drowned a young girl, and in me an old woman
Rises toward her day after day, like a terrible fish.

Traducción de Adam Gai:

Soy de plata y exacto. No tengo ideas preconcebidas.
Todo lo que veo lo trago de inmediato
tal como es, no empañado por el amor o la aversión.
No soy cruel, sólo veraz –
el ojo de un pequeño dios, cuadrangular.
La mayoría del tiempo medito sobre la pared de enfrente.
Es rosada, con manchas. La he mirado tanto
que pienso que es parte de mi corazón. Pero tiembla.
Rostros y oscuridad nos separan una y otra vez.

Ahora soy un lago. Una mujer se inclina sobre mí,
buscando mi capacidad de saber lo que ella realmente es.
entonces recurre a los embusteros, las velas o la luna.
La vuelvo a ver y la reflejo fielmente.
Me recompensa con lágrimas y una agitación de manos.
Soy importante para ella. Va y viene.
Cada mañana es su rostro el que reemplaza la oscuridad.
En mí ha ahogado a una muchachita y en mí una mujer vieja
emerge hacia ella día a día, como un pez terrible.

—
[26 de febrero de 2015]