Temporada tras temporada, Karl Lagerfeld retoma elementos particulares de los archivos de Gabrielle Chanel para volverlos, una vez más, inolvidables. En esta entrega primavera/verano 2014, el tweed cobra protagonismo al honrar la paleta de color audaz y al descubrir nuevas maneras de interpretarlo, gracias a la dirección creativa de Lagerfeld.

El término tweed viene de la palabra escocesa «tweel» o «twill«, que significa pieza tejida. Su tacto y textura de lana inacabada le confieren gran suavidad y flexibilidad. La lana, como fibra natural, es excelente para usarse en temporadas frías o calurosas y, como el algodón, es un material versátil que puede adoptar múltiples formas.

Originalmente, el tweed era un tejido exclusivo para hombres. Esto fue un factor importante para las propuestas revolucionarias de Chanel en ese entonces, cuando la mujer vivía aprisionada por su propia ropa; al utilizarlo, cuestionaron la identidad sexual femenina.

Transgresora y valiente, la firma convirtió este tejido en un símbolo de feminidad gracias a su distinguida chaqueta de tweed, la cual se caracteriza por sus cortes rectos y simples, de acabados impecables y sin adornos. Hoy en día, la maison continúa innovando con este emblema de la casa junto con las perlas, para traducirlos en complementos para el cabello, texturas inesperadas en las blusas de jersey, estampados digitales en seda y nuevos rumbos para los tejidos de lana en faldas, chaquetas y vestidos. Sin duda, el tweed de Chanel toma forma en diferentes versiones que conforman una sola historia única y memorable —no sólo en la ropa, sino también en el maquillaje, que ya puedes encontrar en tiendas departamentales.

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[26 de marzo de 2014]