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Videoinstalación: The Refusal of Time en el MET Museum

15.11.2013

La pieza titulada The Refusal of Time (2012) del artista William Kentridge fue adquirida por el Met Museum y el SFMoMA. Se trata de una videoinstalación de cinco canales que, en treinta minutos, medita sobre el tiempo y el espacio, el legado del colonialismo y la industria.

El interés del artista por la naturaleza del tiempo lo llevó a desarrollar The Refusal of Time, donde une dos procesos artísticos: la instalación y el performance. Su interés nació de una obra del historiador de Harvard Peter Galison, basada en los estudios sobre la teoría de relatividad de Albert Einstein y en ideas de Henri Poincaré. El artista tomó las ideas de este par de científicos —inmersos en un mundo apenas industrializado e interconectado— que se enfrentaban a la evidencia de que el tiempo no es absoluto, sino relativo, y se resiste a ser controlado.

La pieza explora cómo nos relacionamos con el tiempo, desde lo individual hasta la relación de las grandes empresas que tienen un efecto en la transformación del día a día.

Kentridge se planteó una pregunta y la llevó al escenario, donde un pequeño grupo de metales y percusiones toca música “anárquica”, mientras en el fondo se observa una secuencia de animaciones que nos lleva a los tiempos de la industrialización en París a finales del siglo XIX. El artista narra los intentos estandarizados y a veces fallidos de controlar el tiempo: los relojes y la utopía de la sincronización mundial con las zonas horarias.

En el centro de la instalación se encuentra una escultura móvil —The breathing machine” o “El elefante— formada por megáfonos y una especie de órgano autómata con un fuelle de bombeo. En 1870, se hicieron planes de instalar tubos de cobre bajo las calles de París para bombear aire de forma regular y así calibrar los relojes de la ciudad. Esto recordó a Kentridge un pasaje de la novela Tiempos difíciles, donde Charles Dickens describe una máquina que se movía de forma monótona, “como la cabeza de un elefante en un estado de locura melancólica”, en una metáfora del desarrollo convulsivo de la ciencia y la industria durante la era moderna y un recordatorio del vano impulso de controlar el tiempo. Mira la escultura en el video de abajo y un recorrido más extenso por la instalación en la galería de arriba.


Originario de Johannesburgo, William Kentridge era productor de teatro y televisión; en 1990, al mismo tiempo que en Sudáfrica se abolía el Apartheid, él produjo trabajos de teatro y filmes de stop motion a partir de dibujos en carboncillo que encontraron rápidamente un público internacional.


[14 de noviembre de 2013]

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