Los motivos que dan cuerpo al trabajo de Tacita Dean están cargados de alusiones al pasado, al tiempo y la memoria. Dean se interesa por aquellas cosas que han perdido su función original o que, a pesar de haber sido construidas de manera visionaria, jamás alcanzaron ni el éxito ni el reconocimiento. En una entrevista en 2005, la artista comentó: “Todo lo que me entusiasma ha dejado de funcionar en su propio tiempo. Me gusta coquetear con el anacronismo, con las cosas que alguna vez fueron futuristas pero ahora son obsoletas.”

La artista se formó como pintora, pero trabaja con dibujo, fotograbado, fotografía, objetos encontrados, sonido y películas en formato de 16 mm. Su trabajo fílmico se concentra en la construcción de una peculiar temporalidad a partir de tomas casi siempre estáticas donde se evita el uso de paneos o acercamientos que puedan distraernos de una actitud contemplativa. Llevado al borde del aburrimiento, el espectador es rescatado de ese oscuro límite al descubrir una narrativa casi imperceptible estructurada a partir de eventos aleatorios.

Tacita Dean fue seleccionada para intervenir el espacio que alguna vez albergó los generadores de electricidad en el Tate Modern, en el que, bajo el nombre de The Unilever Series, se han expuesto una serie de obras comisionadas en específico para ocupar ese espacio de 5 pisos de altura y 3400 metros cuadrados de superficie. La obra que Dean creó para la ocasión es FILM, un filme silente de 35 mm que durante 11 minutos es proyectado sobre un monolito blanco de 13 metros de alto al fondo del Turbine Hall. La obra es un montaje que incluye fragmentos a blanco y negro, otros a color y algunos más pintados a mano, sin edición digital. Incluye imágenes del mundo natural que dejan traslucir el épico muro del Turbine Hall. En conjunto, la obra podría ser un poema visual con tintes surrealistas y de ciencia ficción.

La celebración del las técnicas de cine análogo no es nuevo en la producción de Dean. Una de sus películas, Kodak (2006), constituye una verdadera elegía ante la inminente extinción del celuloide. El tema de la obra es el final del medio material del que dependen el ser y la belleza de la película misma. Haciendo esta reflexión sobre las técnicas que van siendo víctimas del creciente monopolio digital, Dean pone en tela de juicio la pertinencia de sus propias elecciones, apuntando a la posibilidad de que, eventualmente, su propio material fílmico sea archivado como otra extravagancia anacrónica.

www.tacitadean.tate.org.uk