2013 fue un año extraordinario para el artista gráfico Stefan Sagmeister.

Con La exposición feliz recorrió Pensilvania, Los Ángeles y Toronto mostrando videos, pinturas, infografías e instalaciones que giran alrededor de la felicidad. Desde su habitación de hotel en la ciudad de Kochi, India, contestó, vía correo electrónico, una entrevista para Código, de la cual reproducimos un fragmento. Puedes leer la entrevista completa en Código 78.

¿Por qué has elegido en tus diseños las palabras «Bien », «Mirar», «Conciencia», «Tratando», «Limites»?, ¿hay alguna idea detrás de ello?

Mi trabajo está influenciado por mi abuelo, que realizaba obras de Sign Painting llenas de sabiduría. Crecí observando muchas de sus piezas, dispuestas alrededor de la casa: caligrafía tradicional cuidadosamente aplicada en hojas de oro y sobre paneles de madera tallada. Actualmente conservo su tradición con obras de tipografía. La mayoría ha surgido a partir de una lista que encontré en mi diario titulado «Cosas que he aprendido a lo largo de mi vida», frase que nombra la serie.

El proyecto, comisionado por clientes, ha sido exhibido en diferentes ciudades alrededor del mundo, incluso en lugares que se reservan el derecho a proyectar publicidad directa. La frase «Tratando/mirar/bien/límites/mi vida», dividida en cinco partes y dispuesta secuencialmente, como una valla tipográfica, funcionó como una tarjeta de felicitación abandonada en París.

Desde finales de siglo XIX y principios del XX la ciencia, la tecnología y el arte están interesados en ser herramientas para alcanzar la felicidad. Desde tu perspectiva, ¿cuál es el papel que juega el diseño en esta tarea?

La mayoría de nosotros vivimos en grandes ciudades. Así, estamos rodeados por el diseño en sus diferentes manifestaciones: la ropa que vestimos, las sillas en las que nos sentamos, las habitaciones donde están colocadas esas sillas, los edificios que albergan las habitaciones, las calles donde se localizan esos edificios… El papel que juega el diseño en el bienestar de las personas es significativo porque forma parte de nuestra vida cotidiana. El diseño es para el ser humano que vive en una ciudad lo que el agua para un pez.

¿Cuál es tu proceso de trabajo?

El sistema que utilizo con mayor frecuencia ha sido descrito por el escritor y psicólogo maltés Edward de Bono en el libro Cómo tener ideas creativas (2007). En él sugiere comenzar a pensar la idea de un proyecto a través de un objeto al azar. Por ejemplo: si tengo que diseñar una pluma, en lugar de examinar todas las plumas existentes y deconstruir la forma en que son utilizadas o el perfil de la persona que la usará, debo pensar en plumas a través de… —ahora mismo me encuentro buscando alrededor de mi habitación de hotel un objeto aleatorio— ¡un cubrecamas!

De esta forma enlisto las características de los cubrecamas de los hoteles: son pegajosos, contienen muchas bacterias, etc. Después me pregunto: ¿será posible diseñar una pluma termosensible que pueda cambiar de color cuando la toques? Sí, de hecho eso sería agradable. Una pluma completamente negra que pueda transformarse en amarilla al entrar en contacto con las manos. ¡Nada mal considerando que me tomó 30 segundos pensarlo!

La razón por la que este ejercicio funciona es porque el método de De Bono obliga al cerebro a iniciar desde un punto nuevo y diferente, evitando caer en un campo familiar que ha sido configurado con anterioridad.

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Cada siete años Stefan Sagmeister se toma uno sabático para renovarse y evitar la saturación creativa. El resultado: proyectos más interesantes para la sociedad. Este método lo ha convertido en uno de los referentes del diseño gráfico internacional. De igual forma, algunas de sus piezas más conocidas fueron influenciadas por la música. Es el responsable de portadas de álbumes de Talking Heads, Lou Reed, ok Go o The Rolling Stones. A pesar de su talento formal, Sagmeister (Bregenz, 1962) diseña experiencias. En La exposición feliz (2012 a la fecha), por ejemplo —su primera muestra individual en Estados Unidos—, traduce sus ideas sobre la felicidad en una narrativa habitable para el espectador, mientras que en trabajos como Cosas que he aprendido a lo largo de mi vida (2008) y La película feliz (2010) invita a descifrar su pensamiento. Su obra, ecléctica, entabla un diálogo entre los lenguajes visual y escrito. Recientemente recibió la Medalla aiga, otorgada por el Instituto Americano de Artes Gráficas.

www.sagmeisterwalsh.com

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[16 de diciembre de 2013]