En medio de la escena artística y cultural en México, la polémica creación que una Secretaría de Cultura supone, y la emergencia de espacios de exhibición, formación y divulgación, el Patronato de Arte Contemporáneo, A.C. propone en la décimo tercera edición del Simposio Internacional de Teoría sobre Arte Contemporáneo (SIT_AC) la temática Nadie es inocente, título homónimo de la obra de la artista Sarah Minter, que falleció recientemente, y cuya primera fase se llevará a cabo los próximos 15 y 16 de abril en la Ciudad de México.

Nadie es inocente se dirige a la comunidad artística, misma que se configura con las funciones, acciones y responsabilidad compartida de quienes la integran: los responsables de la circunstancia actual del arte y la cultura en México. La edición, entonces, está dedicada a la discusión de temas comunes y de gran relevancia para la escena local. Los ejes coyunturales del simposio son:

• La razón política de la gestión cultural del Estado aborda y cuestiona la idea que persiste en México de que la cultura debe ser gestada por el Estado y cómo, históricamente, se han desarrollado iniciativas alternativas que responden a necesidades culturales que el Estado no contempla, dando lugar a la “cultura” oficial y a otra que se genera en espacios no oficiales. Las preguntas a reflexionar consideran las consecuencias de esta separación; la viabilidad y pertinencia de generar políticas incluyentes, plurales y afectivas entre el Estado y las alternativas no oficiales; la transparencia en la decisión de políticas culturales; y cómo se orienta la política en gestión cultural del Estado mexicano.
• La cultura del beneficio común contextualiza la cultura del ocio y del mercado en una escena global corrupta, ficticia y sin acción real, social y políticamente, en la que se pretende que por medio de lo espectacular la oferta cultural oficial adquiera credibilidad; cuestiona la utopía de la democratización de la cultura, que no ha traído beneficios sociales comunes. Las preguntas detonantes giran en torno a cómo diseñar políticas culturales con base en las prioridades de la sociedad; generar transparencia económica y cultural por parte del Estado; el cisma cultural de lo político, lo privado y lo social; así como el entramado social que produce la cultura.
• La producción del valor del arte cuestiona a las industrias culturales, las valoraciones sociales y la naturaleza del arte: ¿cuál es el valor y qué tipo de valor tiene el arte? Ya se trate de su valor como herramienta de cohesión social, el monetario, por ser excepcional, o por producir lenguajes, el tema pone sobre la mesa cómo es valorado el arte, qué se valora de él y cómo se produce el valor en la sociedad actual.

El simposio se compone de tres fases, la I y la III son sesiones de conferencias y la II diversas actividades en colaboración con distintas instituciones. La primera de ellas se llevará a cabo el próximo 15 y 16 de abril en el Teatro Julio Castillo en la Ciudad de México, los dos días serán dedicados a discusiones públicas. En las ponencias participaran curadores, artistas, críticos, sociólogos y filósofos nacionales e internacionales como Boris Groys, Nina Möntmann, George Yúdice, Claudio Lomnitz, Carlos Bravo Regidor, Alejandro Hernández, Déborah Holtz, Luis Vargas Santiago, Heriberto Yépez, Dolores Béistegui, Ana Tomé, Christian Viveros-Faune, Pascal Gielen, Marina Vischmidt, Dave Beech, Stewart Martin, Daniel Aguilar Ruvalcaba, Alejandro Gómez Arias y Sandra Sánchez. Las distintas mesas serán coordinadas por María Minera, Rafael Lemus, Osvaldo Sánchez, Brenda Caro, Benjamín Foulkes y Pilar Villela.

La II fase se llevará a cabo entre mayo y agosto, que consistirá de seminarios, discusiones públicas, ciclos de video, entre otros; y la III el 30 de septiembre y 1º de octubre, en la ciudad de Puebla, de la cual la programación está pendiente, ya que la intención del formato del XIII simposio es reflexionar alrededor de los detonantes de las dos primeras fases, para entonces realizar la propuesta de los contenidos de la tercera y última parte del programa. Este cambio estructural busca involucrar no sólo a ponentes, sino a más miembros la comunidad artística.

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