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Balam Bartolomé, Tocani (2016). CCU Tlatelolco. Cortesía de Satélite

Satélite: crítica y curaduría desde fuera del museo

Destacado 28.09.2016

Presentamos algunos proyectos de Satélite: una iniciativa de Violeta Horcasitas para explorar las posibilidades del arte más allá de las instituciones.

Si un museo es un espacio público, ¿cómo crear desde la autonomía? En octubre de 2015 una serie de personas formaron una fila afuera del Museo Universitario del Chopo para esperar, pacientemente, la acción de Samara Guzmán Fernández (Ciudad de México, 1988) a la que fueron convocados. En redes sociales se anunció el evento sin ofrecer detalles. El museo no sabía nada. Mientras la fila crecía y el tiempo pasaba, la curiosidad aumentaba.

Los asistentes desconocían que su espera en la fila era ya parte de la acción El gran camino es llano pero la gente ama los senderos con la que la artista buscaba generar un espacio de distancia entre el deseo y la realidad. Más que esperar, aparentemente no pasaría nada. La permanencia, sin embargo, revelaba muchas cosas: la paciencia y la proyección de esperanza en una época donde reinan la velocidad y la intolerancia. Y no es que no pasara nada, sino que el deseo era parte del tiempo artístico.

Samara Guzmán Fernández, El gran camino es llano pero la gente ama los senderos (2015). Museo Universitario del Chopo. Cortesía de Satélite.

El proyecto de Guzmán Fernández fue el primero realizado como parte de Satélite, una plataforma curatorial independiente que a través de acciones artísticas busca cuestionar y tensar el espacio de exhibición tradicional del museo y sus mecanismos a partir de él pero desde la periferia. Después de haber tenido experiencias tanto en el sector privado (Fundación Jumex) como en el público (La Tallera y el INBA), en 2015 la curadora independiente Violeta Horcasitas decidió crear la iniciativa tras analizar las razones —como la asignación y espera de presupuestos y calendarios— que obstaculizan el desarrollo de proyectos en las instituciones museísticas.

En palabras de su fundadora, Satélite es «un proyecto que detona la reflexión y la crítica sobre el estado actual de los museos en México. Una especie de hacer crítica, en lugar de escribirla o hablarla». Su dinámica consiste en realizar acciones efímeras —de tan sólo unas horas— en diferentes museos de la Ciudad de México, dentro o fuera de sus instalaciones, pero operando de manera independiente a ellos: la institución no otorga ningún permiso o presupuesto a los proyectos.

No obstante la autonomía con la que se opera, las iniciativas que hasta ahora han generado los artistas invitados no sólo han llevado a experimentar y pensar el arte fuera de los márgenes del cubo blanco, hasta llegar incluso a pervertirlo, sino que también devuelven al museo su carácter público. Lo mejor: lo hacen desde el arte y en colaboración con los «espectadores». Como su nombre lo sugiere, Satélite órbita alrededor de un planeta primario (la institución) sin depender de él. Así, como Horcasitas apunta, «impulsa el aprovechamiento del museo como espacio público y centro de activación social y cultural, proponiendo reglas muy particulares y tensando la relación con el propio espacio al que se llega».

El ánimo por apropiarse del museo como un espacio público está estrechamente asociado al espíritu occupy: «En cierta forma, dentro de las manifestaciones Occupy en Wall Street y desde la década de los 60, cuando surge el término como tal, lo ocuppy siempre ha estado ligado a manifestaciones artísticas. Justo después de ese 2001 en Nueva York, surgió toda una iniciativa activista llamada Occupy Museums». La diferencia entre ese proyecto y Satélite, de acuerdo con la curadora, tiene que ver con ocupar el espacio público. «Más que hacer demanda de justicia o en contra de una hegemonía cultural, me interesa investigar sobre nuevos acercamientos, activar la reflexión y experimentar con nuevas estrategias dentro de estos espacios».

En este contexto, Horcasitas lanza una serie de preguntas clave: «¿Por qué limitarnos a ser espectadores dentro de un museo? ¿Por qué la manera en que activamos estos espacios ha cambiado tan poco desde su aparición? ¿Por qué somos públicos pasivos de exhibiciones permanentes o temporales?»

Desde el ejercicio curatorial, en términos prácticos Satélite es «un acompañamiento y un apoyo en la gestión de las piezas con cada uno de los artistas». La curadora cuenta que su principal interés es establecer un diálogo con artistas y otros actores (escritores, lingüistas, activistas), cuyo trabajo pueda aportar cuestionamientos y abrir otros ejes de pensamiento en torno a los objetivos del programa. Cada uno de los artistas es libre de generar una propuesta, elegir un museo y los elementos, fisuras o cualidades con los que le interesa trabajar.

La segunda acción, por ejemplo, se llevó a cabo en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco. Con Tocani (2016), Balam Bartolomé (Chiapas, 1975) invitó a los asistentes a enterrar una moneda antigua de 50 centavos (con la imagen de Cuauhtémoc en una de sus caras) en el triángulo conformado por la Plaza de las Tres Culturas, las ruinas prehispánicas y la Iglesia de Santiago, de acuerdo a un mapa que permitía ubicarse e identificar el lugar del entierro. Al terminar, los asistentes indicaba en otro mapa mayor la zona en donde habían dejado su moneda para, así, realizar una cartografía simbólica que revelaba la forma de habitar un espacio.

Balam Bartolomé, Tocani, 2016. CCU Tlatelolco. Cortesía de Satélite.

Por su parte, Mexiconceptual (2016) de Heriberto Yépez (Tijuana, 1974) fue el primer proyecto de Satélite en línea. Durante un mes, el autor publicó en www.mexiconceptual.com un texto diario sobre la noción del museo y la relación de los conceptualismos con las instituciones museísticas en México. Cada texto duraba en línea tan sólo un día y actualmente sólo permanecen en las redes sociales de quienes lo compartieron.

La última acción y más reciente fue tan poética como crítica. Con Cedulario (2016), Eduardo Abaroa (Ciudad de México, 1968) hackeó las salas del Museo Nacional de Arte: una serie de voluntarios posados del lado derecho de las pinturas de José María Velasco —en la posición tradicional de las cédulas curatoriales—, mostraban cada uno en sus espaldas una cédula que, a partir del detournement, tergiversaba la información de las obras de uno de los artistas mexicanos clave del siglo XIX.

Eduardo Abaroa, Cedulario, 2016. Museo de Arte Moderno. Cortesía de Satélite.

El próximo ejercicio, a realizarse en octubre, estará a cargo de Laura Balboa y será en línea: a través de las páginas www.exposicionindividual.com y www.exposicioncolectiva.com, recopilará una serie de textos editoriales que abordan el tema del museo.

La propuesta de Satélite debe entenderse desde las particularidades del ejercicio artístico y curatorial y frente a las problemáticas que representa un museo como espacio público e institución. Violeta Horcasitas concluye que «Satélite es un texto, un ensayo que podrá leerse poco a poco y donde cada acción corresponde a un capítulo y un aspecto diferente de una misma temática, que es el museo».

satelitemx.net

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