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Entrevista: Salón ACME/Absolut Art Bureau

19.04.2013

Salón ACME/Absolut Art Bureau es una iniciativa que este año presenta su primera edición en la ciudad de México. Con el propósito de incentivar la producción artística en el país e impulsar a artistas emergentes, el salón —que cuenta con la participación de curadores y artistas destacados— abrió sus puertas al público durante la semana de Zona Maco con un modelo poco explorado en la escena.

Platicamos con Galia Sandler, Brand Manager de Absolut Vodka, para conocer más a fondo la iniciativa.

Escuchamos que Salón ACME/Absolut Art Bureau tiene una propuesta distinta, que funciona de modo similar a los antiguos salones europeos de arte. ¿Nos puedes explicar en qué consiste?

Quisimos hacer algo diferente. Zona Maco, por ejemplo, es un evento que se relaciona más con la inversión, con el turismo, es una plataforma muy conocida y consolidada; para poder impulsar una galería independiente que participe en este tipo de ferias se requiere de mucha autogestión y apoyo. Con Absolut Art Bureau quisimos abrir un espacio para la difusión de nuevos artistas mexicanos.

¿Cómo funciona la colaboración entre Absolut Vodka y Salón ACME?

Absolut Vodka apoya al arte con plataformas mundiales como Absolut Art Bureau. En México nos sentimos interesados en participar con espacios que puedan exhibir el talento emergente.

¿Qué beneficios tiene la colaboración que establecieron?

Las condiciones de la colaboración hicieron posible que las ganancias que genere la pieza vendida sean 100% para el artista.

Así, además de ofrecer un espacio de exhibición para artistas emergentes, Salón ACME funciona como un modelo alternativo a las galerías y ferias, sin intermediarios entre los artistas y el público.

¿Cómo idearon este modelo?

Con una idea simple: dejar a los artistas ser, presentar y exhibir.

En esta primera edición, el consejo curatorial recibió más de 200 propuestas de artistas. Además, entre los participantes e invitados se encuentran nombres muy destacados de la escena del arte en el país. ¿Cómo fue el proceso de selección?

El proceso de selección duró aproximadamente seis meses, recibimos propuestas muy diferentes de gente de Monterrey, Morelia, Guanajuato, la ciudad de México y Guadalajara, sobre todo, pero la cantidad no impidió que investigáramos a fondo la trayectoria y el trabajo de cada artista.

Además, entre los artistas consolidados que respondieron a la invitación se encuentran José Dávila, Eduardo Sarabia, Jorge Méndez Blake, José Ignacio Solórzano, Fernando Palomar, Francisco Ugarte, Gonzalo Lebrija y Erick Beltrán.

¿Cómo ha funcionado la venta durante la exhibición al público?

El 80% de obra expuesta ya está vendida, hubo una respuesta muy positiva de parte de los asistentes, al grado de ofrecer más dinero para lograr comprar alguna pieza en específico. Algunos artistas tuvieron que traer más piezas para satisfacer la demanda.

Las piezas que se exhiben están a la venta a tres precios distintos, que van de los cinco a los quince mil pesos. La mayor parte de las piezas de los artistas que ya tienen una trayectoria consolidada están sólo en exhibición.

Los integrantes del consejo curatorial provienen de disciplinas distintas, desde el arte, la filosofía y la arquitectura hasta el diseño, la pedagogía y la mercadotecnia. ¿Cómo se integró al consejo curatorial de esta primera edición?

Una de las prioridades del proyecto era constituir un equipo curatorial fuerte. Así logramos convocar a diversos organizadores que se desenvuelven y colaboran de forma activa en el arte contemporáneo. El consejo está encabezado por Guillermo Santamarina, y también forman parte Eduardo Abaroa (artista y director del programa artístico de SOMA), Regina Pozo (curadora de Archivo Arquitectura y Diseño),  Santiago Merino (artista), Óscar Benassini (coeditor de La Tempestad), María Antonia González Valerio (Doctora en filosofía por la UNAM) y Jessica Berlanga (curadora de Alumnos 47).

Cuéntanos acerca de algunas piezas destacadas de la exhibición.

Las que más llamaron la atención del público fueron dos: La solución de Iván Krassoievitch y una de Ricardo Guzmán. La primera es un ajedrez en el que todas las piezas están rotas, como en un campo de batalla. La segunda toca muchos sentidos: es un carrusel que tiene un dejo siniestro, habla de cómo las cosas se pueden ver de cierto modo de día y después se transforman en la noche.

Otra parte destacada es la colección que presentamos este año, Absolut Unique, que consiste en cuatro millones de piezas únicas. Está relacionada con el mismo objetivo: queremos ver piezas con propuestas distintas, únicas. Tenemos un espacio dentro de Salón ACME dedicado a esta colección que transformó completamente nuestro proceso de producción. [Lee más sobre Absolut Unique aquí.]

¿Qué planes tienen para la próxima edición de Salón ACME?

Que sea más promovido, que crezca, dar oportunidad a más gente. Nos gustaría abrir toda la semana y que no sólo sea un evento, sino que sean los cimientos de una plataforma que impulse el arte mexicano.


[18 de abril de 2013]

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