Como adelanto de Código 75 —disponible a partir de hoy—, publicamos este fragmento de la entrevista que sostuvimos con Ronan Bouroullec mientras trabajaba en la exhibición Momentané.

¿En qué momento decidiste que te querías dedicar al diseño?

No sé exactamente porqué quise crear objetos, pero desde que tenía 15 años sabía que eso era a lo que quería dedicarme. Fue raro, porque mis padres no admiraban el arte o el diseño; tampoco estaban interesados en los objetos. De hecho, Erwan y yo crecimos en el campo, donde no hay mucha relación con estas disciplinas. Sinceramente, creo que yo nunca he estado interesado en el diseño como tal. Mejor dicho: siempre me he sentido estimulado por los objetos. Desde pequeño sentía fascinación por ellos y por la forma en que el humano los crea.

Supongo que ser hermanos y trabajar juntos es complicado. No debe de ser sencillo llegar a acuerdos…

Nada sencillo. No somos el tipo de dupla que se divide los proyectos. En nuestro caso, en cada obra tenemos que intervenir los dos. Esto enriquece mucho nuestros diseños, pero también provoca que el proceso sea más largo. Por ejemplo, trabajamos con referencias visuales y cada uno tiene las suyas. Después de días o semanas de conversaciones, discusiones y hasta pleitos, llegamos a la solución del problema al que nos enfrentamos.

Tratamos de no ser egoístas con nuestras ideas y esta parte es la más difícil. Escuchamos y hablamos mucho. De esta manera llegamos a soluciones inteligentes. Los dos somos apasionados y comprometidos. Esto puede ser algo difícil, pero también un desafío que vale la pena correr. Conclusión: no es fácil, pero es enriquecedor.

¿Cuál es el propósito de la exposición Momentané, que abrió sus puertas en abril en el Museo de las Artes Decorativas de París?

Es una de las exposiciones más grandes que hemos tenido. El espacio mide 800 m2 y está dedicado para albergar muchos de los proyectos que Erwan y yo hemos realizado desde que comenzamos a trabajar juntos, hace 15 años. Momentané es una exhibición que nos entusiasma mucho.

Por otro lado, también están presentando Álbum en el MUAC de la UNAM, en México. ¿Cómo llegaron a este recinto?

Es una exposición paralela a la de París. En Álbum intentamos mostrar nuestros procesos de trabajo a través de bocetos y dibujos para que el público se dé cuenta de las búsquedas que nos llevan al objeto final.

Llegamos al MUAC porque Vitra nos invitó a exponer en México y estamos muy contentos de que se haya podido establecer esta conexión. Desgraciadamente no he podido visitarla debido a los compromisos que tenemos en Francia y en Milán, pero me encantaría estar ahí y presenciar la reacción de los asistentes. Además, tengo muchas ganas de conocer México.

¿Tienes en tu casa algo que haya sido firmado por ustedes?

Nada. Cuando termino un objeto intento olvidarme de él para concentrarme en los siguientes proyectos y estar lo más fresco posible.

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