Cn

Objetos ficticios y máquinas vivientes: Entrevista con Revital Cohen y Tuur Van Balen

08.01.2014

Revital Cohen y Tuur Van Balen crean objetos ficticios, fotografías y videos que exploran la tensión entre biología y tecnología. Sus piezas abordan los órganos como entes mecánicos o las máquinas como entes vivientes; investigan el comportamiento humano en relación con los objetos, crean cuerpos post-humanos, sistemas simbióticos y «máquinas poéticas». Sus piezas van siempre acompañadas de narrativas, experimentación y cuestionamientos. Código platicó con ellos acerca de su trabajo reciente.

Se ha dicho en Transitio que la muerte es un error evolutivo. ¿Cómo combaten esto en sus piezas The Immortal y Life Support? ¿En verdad el hombre se está convirtiendo en un parásito?

Revital: Tal vez. Me parece que estas palabras se tornan interesantes en esta pregunta, en cuanto a cómo nos rehusamos a morir y cómo usamos la tecnología para luchar contra este evento natural y prolongar la vida.

Tuur: Yo no creo que la muerte sea un error evolutivo, quizá lo contrario.

Revital: Es mejor para la especie como un todo pero, en un nivel más personal, creo que todos se ven como si fueran el centro del universo y, por lo tanto, creen que no deben morir.

Sólo cierta parte de la población tiene acceso a las tecnologías u opciones que permiten que vivas una vida larga y que puedas mantenerte por medios artificiales.

Una de las cosas más interesantes al hacer The Immortal fue que, durante el proceso de adquisición de máquinas, descubrimos una red que enmaraña el viaje de estos objetos de apoyo vital alrededor del mundo. En Inglaterra, donde vivimos, tenemos la mejor tecnología; cuando se comienza a considerar obsoleta, se manda al tercer mundo: a África o a lugares así. Si no se considera apta para el tercer mundo, se distribuye para uso veterinario. Fue muy interesante cuando empezamos a buscar donaciones y cotizar estas máquinas: cómo valúan estos objetos. Por ejemplo, compramos la máquina de diálisis en £40 —que no es nada—; pero la incubadora fue la más difícil de conseguir, porque en el tercer mundo no quieren las máquinas para mantener a las personas mayores con vida; quieren  las máquinas para bebés: para ellos la prioridad es, quizá, la generación futura. Sucede lo contrario en Europa, ahí buscan mantener a las viejas generaciones con vida.

Al hacer esta parte del trabajo se abrieron muchísimas interrogantes sobre esas redes de comercialización.

Tuur: Creo que sí habla sobre cierta actitud frente a la muerte o la vida, y cómo esto se percibe de distintas maneras, según la cultura. La cultura en la que nosotros vivimos —no sólo en Inglaterra, sino la cultura occidental moderna— hace mucho énfasis en el individuo, quiere prolongar su vida. Definitivamente, existe una especie de tensión entre los deseos del individuo al prolongar su vida y la cuestión evolutiva de la raza humana. Es diferente esta percepción en distintos lugares. De algún modo, encontramos todas estas diferencias culturales y lo hicimos funcionar.

Revital: Cuando pensamos en el desarrollo de la medicina y las publicaciones que se hacen al respecto, no debemos olvidar las historias detrás de ello: ¿quién patrocina las investigaciones médicas?, ¿quién está detrás de ellas y cuál es su motivación? La verdad es que la mayoría de las personas que están involucradas son hombres viejos occidentales y la medicina se ajusta a sus necesidades, así que la prioridad son las cirugías, las tecnologías para prolongar la vida, etcétera.

Tuur: Me parece que, de alguna manera, lo más engañoso de The Immortal es el título, porque no es inmortal: requiere tantas atenciones y mantenimiento que, cuando la exhibimos en largos periodos, necesitamos darle mantenimiento; resulta engorroso.

Revital: Yo no usaría la palabra engañoso. Esta es la fantasía a la que estamos atados.

Tuur: Estoy de acuerdo, no es engañoso, pero definitivamente no es inmortal. Es increíblemente frágil y en constante proceso de morir. The Immortal reformula la fantasía que construimos acerca de estas máquinas, y no algo que realmente es inmortal.

Revital: También es verdad que, al usar estas máquinas, ya sea una computadora o algún animal, en cierto modo te conviertes en un parásito, porque hay otro ser o energía que te ayuda a continuar con vida. La cantidad de electricidad que consume The Immortal propicia muchísimas preguntas, y más si se usa un animal.

Con los animales nosotros percibimos una simbiosis mutua, porque los animales que empleamos en esto de todas maneras iban a morir pronto. Se nos hizo más interesante tomar a uno de estos animales en lugar de tomar otro organismo, parásito o víctima.

[The Immortal, 2012. Un conjunto de máquinas utilizadas para prolongar la vida están conectadas unas a otras, con líquidos y aire circulando de modo semejante a una estructura biológica. La pieza investiga la dependencia humana en los aparatos electrónicos, el deseo de hacer que las máquinas repliquen a los organismos y nuestra percepción de la anatomía.]

¿Qué fue lo más difícil del proceso de creación de Electrocyte Appendix? ¿Tuvieron algún problema con las autoridades de su país para implantar células de anguila en un humano?

Revital: No hicimos el órgano. Sólo fue una propuesta. No sé si fue un proyecto difícil, porque la realización fluyó bastante bien. Encontramos a unos maravillosos científicos de la Universidad de Yale que hacían una investigación que inspiró el proyecto; fueron de mucha ayuda desde el principio y nos dieron toda la información que necesitamos.

Tuur: El contexto en el que creamos esta pieza fue muy interesante, porque nos invitaron al Congreso Mundial de Diseño, en Singapur, hace como cinco años. Nosotros estudiamos diseño, pero nuestra oficina es de arte, así que hacemos las cosas de modo diferente. Llegamos a Singapur con esta propuesta. El tema del congreso era Agricultura…

Revital: El tema era “El mundo en 2050”y hubo muchas comisiones, la que nos tocó fue “El futuro de la agricultura”. Así nació esto. Me parece que las primeras expectativas eran en torno a la jardinería sustentable. Al presentar este proyecto frente a todos esos diseñadores industriales, ingenieros y empresarios la situación se tornó un poco tensa. En términos de desarrollo de proyecto, fue suavecito. A veces quisiera que hubiéramos representado el órgano de mejor manera o que hubiéramos tenido más presupuesto para poder hacer un modelo anatómico completo.

¿Eligieron el apéndice por ser el órgano menos funcional del cuerpo humano?

Revital: Sí. Al principio pensamos: “hay que poner algo en el cuerpo, al fin que hay lugar para todo”. Después consideramos esas historias del apéndice… Es un vestigio evolutivo y en realidad nadie lo necesita: creímos que existe algo de poético en sacar esta cosa que no utilizas e insertar algo que ahora sí necesitas por causa del modo en el que vivimos actualmente. Fue como adaptar nuestra biología a nuestro comportamiento.

Tuur: Creo que, en cierto modo, el apéndice es una cosa que superamos en el proceso evolutivo. Nadie sabe realmente cómo fue que evolucionamos para no necesitarlo más, ni qué es lo que hacía o tenía que hacer.

Revital: Hay muchas teorías acerca del apéndice. Hay algunos que dicen que no es tan inútil, sólo que no es claro lo que hace. Puedes vivir sin él y punto.

[Electrocyte Appendix, 2009. Un órgano artificial que se implanta en el cuerpo para convertir a las personas en generadoras de electricidad. Inspirado en la anguila eléctrica y en la forma en que usa sus células para producir corriente eléctrica desde su abdomen, el aparato está construido con células artificiales que imitan y mejoran ese mecanismo para convertir el azúcar de la sangre en impulsos eléctricos.]

¿Cómo definen el concepto de “máquina poética”?

Revital: Quizá The Immortal, no tanto como máquina, pero en su configuración total, porque su función es muy teorética.

Tuur: Creo que es muy difícil decir algo así de tu propio trabajo, pero hay cierto nivel poético en nuestro trabajo —eso dice la gente, y me gusta que lo diga. Hay elementos humorísticos y poéticos en las máquinas no utilitarias. Y no es sólo porque sea un sin sentido, sino porque debajo del sentido del humor están todas estas capas de intereses que surgen al explorar este tipo de trabajos. En términos de máquinas, creo que The Immortal es la más poética.

Revital: Sabemos qué son, pero no podemos expresarlo con palabras.

Tuur: Es difícil hablar del trabajo, pero tomo el ejemplo de The Immortal. Es un proceso muy largo para la realización: técnicamente, organizacionalmente, encontrar las máquinas toma muchísimo tiempo. Casi todos nuestros proyectos, como Pigeon d’or, tomaron muchísimo tiempo de realización, fueron procesos muy largos.

Revital: Creo que Life Support también podría quedar como máquina poética porque consideramos a los animales como máquinas en ese proyecto.

Tuur: Y creo que también hay un proyecto nuevo del que no hemos hablado mucho. Lo presentamos en San Francisco por primera vez: se llama 75 Watt. Para este proyecto, usamos una cita de un manual de ingeniería que dice: “75 Watt es la cantidad promedio de energía que produce un trabajador durante una jornada laboral de ocho horas”. Con base en esto, se crea una tensión entre biología y tecnología pero, en vez de estar en la escala de los animales o células o máquinas, se sitúa en la escala del cuerpo humano dentro del contexto de la producción en masa. Esto se remonta al estudio de tiempos y movimientos, Frederick Winslow Taylor y sus intentos por estandarizar al cuerpo humano que labora en la línea de ensamblaje, como parte del proceso de producción.

Estandarizar el cuerpo fue nuestro punto de partida; lo que hicimos fue diseñar un objeto de consumo para ser fabricado en China, sin una función en específico, la única misión era crear una coreografía en la línea de ensamblaje. Todos los materiales, componentes y dimensiones fueron diseñados para crear ciertos movimientos que juntos creaban secuencias a lo largo de la línea de ensamblado: hacían una coreografía.

Para ello, trabajamos con el coreógrafo Alexander Withley y desarrollamos juntos el diseño del objeto. El pasado marzo fuimos a China para revisar las piezas que consiguieron de antemano y para pasar unos días en la fábrica. El cuerpo en la línea de ensamblado también se puede considerar una máquina, en ese contexto.

Revital: Se le pide al cuerpo que se comporte como máquina.

Tuur: Y en ese tenor, 75 Watt es como la oposición a The Immortal. The Immortal es una máquina que intenta comportarse como un cuerpo humano, de manera ineficiente por sus dimensiones y su función; de modo similar, en 75 Watt, vemos al cuerpo que trata de comportarse como máquina en el contexto de la producción en serie. Me parece que la noción de la máquina en nuestro trabajo es muy abierto.

[75 Watt, 2013. Un producto, diseñado especialmente para ser fabricado en China, tiene una función única: motivar una coreografía llevada a cabo por los obreros que lo manufacturan.]

¿Cómo han influido la ciencia ficción u otros medios en su trabajo?

Revital: Definitivamente, la ciencia ficción no ha influido en nuestro trabajo.

Tuur: No nos gusta mucho la ciencia ficción.

Revital: Lo que nos inspira es el arte, otras formas de literatura, teoría.

Tuur: La ficción sí, pero no la ciencia ficción. La ficción social.

Revital: En 75 Watts nos inspiró la coreografía.

Tuur: Creo que es porque nuestro trabajo no está interesado en la tecnología, en cierto modo. Estamos más interesados en mirar la tecnología y ver campos de tensión entre la ética y la tecnología; la sociedad y la tecnología… o sólo la sociedad, somos muy culturales. La tecnología es sólo una cosa.

Revital: Es sólo una cosa que nos permite representar objetos o situaciones que están ahí, de todas formas, en la cultura. El comportamiento, estados psicológicos: en esto es en lo que estamos interesados, no tanto en la tecnología.

Tuur: Quizá el único escritor de ciencia ficción que me gusta es Ballard; no lo veo como ciencia ficción. Ni siquiera él ha sido una fuente de inspiración para nuestro trabajo, sino que es la idea de estas ficciones sociales que caracterizan la narrativa de Ballard y que identificamos con nuestro trabajo.

Ya que mencionan las cuestiones éticas, ¿qué barreras éticas han entorpecido sus proyectos?

Revital: Depende. Creo que cualquier cosa que hagas con animales es controversial. Debe causar controversia. Hacemos este tipo de trabajos porque nos gusta recibir la respuesta de las personas y presentarles este tipo de discusiones. En Pigeon D’or y en Life Support, sobre todo, hemos generado controversia, pero nos gusta obtener este tipo de respuestas porque es interesante esa reacción. No le hacemos nada malo a los animales que empleamos en nuestro trabajo. De hecho, los animales con los que trabajamos han sido previamente utilizados como productos, sujetos de experimentación; han sido explotados en la industria del entretenimiento y las apuestas, y se les considera inmundos. Nosotros consideramos que existe mucha hipocresía en la concepción que la sociedad tiene de los animales, en relación con los humanos y en su posición en el mundo en comparación con la nuestra.

[Life Support, 2008. Los animales de asistencia desarrollan una simbiosis natural con los pacientes que dependen de ellos. ¿Podrían los animales ser transformados en instrumentos médicos? Este proyecto utiliza animales criados para el consumo o el entretenimiento como compañeros que proveen órganos de reemplazo y ayudan a prolongar la vida, como una alternativa a terapias inhumanas.]

Tuur: Estamos muy interesados en las posturas éticas, pero no en algo éticamente escandaloso o provocativo; tampoco nos interesa algo que sea éticamente aplaudible, como las sociedades sustentables y esas cosas… creemos que está muy bien que la gente haga esas cosas, pero a nosotros no nos inspira. Nos interesan los límites de la ética, en donde surgen todas estas interrogantes. No nos interesan mucho las cuestiones éticas que tiene que ver con las otras personas y cómo comunicarlas, sino nosotros mismos. Nos gusta entrar en esta zona que no sabemos si es cómoda o incómoda, para nosotros, al hacer el trabajo.

Revital: Hemos hecho varios proyectos en los cuales realmente no sabemos cómo nos sentimos frente a  ellos. Nunca hemos hecho un proyecto en el que tengamos una agenda o compromiso para decir “esto está bien”, “es bueno” o lo contrario. Creemos que vale la pena explorar las cosas; si no sabemos cómo nos sentimos al respecto, sea positivo o negativo, para nosotros significa que vale la pena desarrollar el tema.

Tuur: Suena como regla, pero es más bien una pauta: un descubrimiento para nuestro trabajo.

Revital: Yo sí lo veo como regla: de pronto se nos ocurren ideas que empezamos a desarrollar y entonces tenemos una opinión al respecto de lo que estamos haciendo; nos damos cuenta de que debemos dejar de hacer este proyecto porque ya no es interesante, didáctico.

Tuur: Debe haber algo que aprendamos mientras desarrollamos el proyecto. Creo que, para responder mejor a la pregunta sobre cuál ha sido la parte más difícil, fue si íbamos o no a probar la bacteria en Pigeon D’Or. En primer lugar, era ilegal sacar la bacteria del laboratorio; nuestra integridad física peligró al hacerlo y pudimos haberlo ejecutado en algún país con leyes más relajadas, etcétera. El problema ético en el que me encontré es que nunca probaría en un animal nada que no pudiera probar en mí mismo. En ese sentido, no es una regla, sino una cuestión ética. Lo de China también fue una cuestión ética fuerte: fuimos a la fábrica e hicimos bailar a los trabajadores que tienen normas laborales estrictas.

El proceso de creación del proyecto es el proceso de navegación sobre un paisaje de cuestiones éticas: esta es la parte interesante de hacer nuestro trabajo y la parte que esperamos que a las personas les guste más.

[Pigeon D’Or, 2011. Una serie de intervenciones a diferentes escalas, con el objetivo de hacer que una paloma defeque jabón.]

Acerca de su proyecto And Nowhere a Shadow, ¿cómo es su exploración para encontrar el neosalvajismo? En la pieza  inician con la frase provocadora “La naturaleza ya no existe”.

Revital: En este caso, vemos lo salvaje como si fuera un espectáculo: la conservación de la naturaleza es entretenimiento.

Tuur: Este proyecto toma inspiración de varios factores: uno de ellos fueron los lobos, que recientemente fueron desalojados de la lista de especies en peligro de extinción; lo que significa que la gente ha empezado a cazar lobos a diestra y siniestra. Esto es sumamente innecesario, porque los lobos no son tan peligrosos, son animales muy inteligentes. Es una metáfora que engloba la actitud del hombre occidental frente a la naturaleza. Hay una yuxtaposición muy interesante que exploramos en nuestro trabajo: la actitud occidental contra a la actitud del nativo americano frente al lobo. La actitud del nativo americano es más de parentesco: el hombre y el lobo son hermanos; lo que le pase al lobo, le pasará al hombre; más que una creencia espiritual es una guía práctica: si el lobo muere, el impacto ecológico que esto generara tendría repercusiones sobre el hombre. Es una actitud frente al medio ambiente muy diferente a la occidental.

Revital: Por el contrario, en Europa y el sistema de creencias que llegó a Estados Unidos, el lobo es temido. Se crearon muchas mitologías como el Hombre-lobo; la iconicidad del lobo se presenta como incontrolable, arrebatado, sexual: todo lo que significa inculto o salvaje. Creemos que este animal tiene un enorme poder simbólico en el plano de lo salvaje, que ya no es aceptable para lo “domesticado”, a menos que se convierta en una forma de entretenimiento.

Visitamos una reserva de lobos en Estados Unidos y era como un zoológico. Fue muy deprimente y esto inspiró el proyecto, pues pensamos que veríamos a estos animales en todo su esplendor, pero nos encontramos con un lugar tecnológicamente mediado: estos lobos viven cinco veces más que un lobo en condiciones normales porque tienen acceso a cirugías y vacunas, y su vida es como un circo. Entonces pensamos que la manera más eficaz de crear conciencia y de que se pueda conservar la naturaleza, es convertirla en un espectáculo: en una forma de entretenimiento, para que la gente pueda permitir que sobreviva o exista.

Tuur: Una de las cosas que más ha llamado mi atención es la agenda de la conservación. Si le echas un vistazo a la declaratoria que expone la misión de Parques Nacionales en Estados Unidos dice algo así “queremos preservar los ecosistemas íntegramente para el disfrute de las generaciones futuras”. Es una percepción antropocéntrica de la relación con el medio ambiente, una relación sujeto-objeto, dualista: “nosotros tenemos el control de eso y lo vamos a preservar”.

Revital: “Vamos a alargar la vida de los lobos para nuestro disfrute”.

Tuur: Tal vez la pregunta que nos hacemos aquí es sobre las relaciones biunívocas. Por otro lado, la otra cuestión  que nos inspiró fue Coney Island.

Revital: El texto de Rem Koolhaas sobre Coney Island en Delirious New York.

Tuur: En el que describe cómo Coney Island era un lugar de naturaleza: un refugio de Manhattan, en el que la gente de la ciudad se escapa a la naturaleza y disfruta de la playa, pero la ciudad creció tanto que la naturaleza ya no pudo enfrentarse a ello y la tecnología hizo su aparición para convertirla en una especie de “hipernaturaleza”. “La tecnología de lo fantástico” es el subtítulo del texto de Rem Koolhaas. De algún modo, el proyecto estuvo inspirado por estas dos cosas y es notorio en el modo en que le dimos forma al objeto a manera de espectáculo —el espectáculo de la conservación.

Me sigo preguntando si en verdad ya no hay naturaleza. Tal vez la pregunta por la naturaleza es algo que nadie puede responder. Parecería que todo lo artificial es naturaleza. Tal vez la política es parte de la naturaleza. En la tierra de los pandas, así funciona: las políticas de China se han convertido en parte de la naturaleza. Y te puedes cuestionar cuán natural es la naturaleza o si hay naturaleza; entonces la política es parte de ello.

[Nowhere a Shadow, 2013. Un bosque en el que plantas artificiales cuelgan de los árboles, inscritas en la ecología pero distintas de ella, con partes de metal y luces infrarrojas. Durante la noche, se acerca a ellas un grupo de lobos grises para rascarse en las ramas de acero. Es una simbiosis intrincada: los movimientos de los lobos generan la electricidad para el sistema. La supervisión infrarroja captura la presencia de los lobos y la transmite alrededor del mundo.]

¿Cómo fue montar una exposición para un lobo?

Tuur: Toda la exhibición fue muy inmersiva y con una gran producción. Pusimos un bosque dentro de una galería y creímos que era una oportunidad muy bella el tener a un lobo dentro de una galería. En el contexto del arte tiene muchas referencias: en los 70, Joseph Beuys puso un coyote en una galería. Francis Alÿs puso a un zorro en la Galería Nacional de Londres.

El lobo que tuvimos era un actor, lo trajeron de España. No pudimos conseguir a la súper estrella de Alemania porque no nos alcanzó el presupuesto, pero nos conformamos con su hermanita. Todavía es una cachorra. Fue una experiencia muy interesante y eso era lo que queríamos para el proyecto. Puedes ver que no es un bosque: se ve como un bosque, pero si observas bien…

Es como un fashion film…

Tuur: Sí, es como un fashion film.

Revital: Lo que nos pareció interesante fue la artificialidad de la naturaleza y cómo es que se debe ver. La pregunta es: si hubiera cámaras de vigilancia en el bosque, ¿los lobos se convertirían en algo atractivo para proteger?


Revital Cohen y Tuur Van Balen (Reino Unido /Turquía) trabajan desde su estudio en Londres. Sus piezas han sido incluidas en exhibiciones en el MoMA, Ars Electronica, el Cooper-Hewitt Museum, Royal College of Art y el Design Museum de Londres. Además, forman parte de las colecciones del MoMA y el Science Museum de Londres.

www.cohenvanbalen.com


[8 de enero de 2014]

siguiente

Newsletter

Mantente al día con lo último de Gallery Weekend CDMX.