Parecería que la denominación de “artista oscuro” es un apelativo aceptado por la crítica y por el público. Aun cuando su producción haya sido precursora, aun cuando hayan establecido precedentes sobre lo que sería el arte en nuestros días, muchos creadores de gran originalidad han sido limitados bajo ese concepto que los estigmatiza como herméticos.

Chris Marker —nacido Christian François Bouche-Villeneuve— fue interdisciplinario. Pese a que fue también escritor, editor y fotógrafo, el campo que más exploró y en el que personajes como Terry Gilliam lo consideraron un revolucionario, fue el cine.

Preocupado por las relaciones entre la imagen y el momento histórico —lo que Miguel de Unamuno llamaría “la intrahistoria”—, Chris Marker expandió las posibilidades del documentalismo al sustituir el trabajo cientificista por el comentario filosófico, el humor y, en algunas ocasiones, la ficción. Fue testigo de grandes movimientos cinematográficos como la Nouvelle Vague, pero no perteneció a ningún grupo y a ninguna estética. Más que con generaciones artísticas, estuvo emparentado con ciertas ideologías políticas que llegaron a funcionar como directrices en su trabajo. Defensor del anonimato, concedía pocas entrevistas, y algunas de sus reducidas presentaciones en público estuvieron a cargo del avatar Guillermo en Egipto, su gato preferido.

El MIT List Visual Arts Center, en colaboración con la universidad de Harvard, le extirpa a Marker la categoría de “artista oscuro” y le provee de una merecida (aunque póstuma) plataforma al ofrecer su primera exposición retrospectiva, titulada Guillaume-en-Égypte.

La muestra abarca los distintos campos que el francés exploró. Éstas son tres de las piezas destacadas de la exhibición:

01. Coréennes
Una serie de fotografías en blanco y negro, producto de un viaje a Corea del Norte. En la serie, Marker une los criterios de la documentación antropológica, el ensayo fotográfico y la ficción.

02. Level Five
Chris Marker fue de los primeros en adoptar la tecnología como medio de expresión. En su caso concreto, utilizó las superficies del video y el montaje. La exposición incluye su obra pionera en el campo digital, una sorprendente reflexión sobre el Internet y la memoria colectiva. Es un trabajo que parece anticipar la estética del glitch, muy utilizada en la actualidad. Puedes ver este filme completo en el video de arriba.

03. The Hollow Men
La ideología política es uno de los rasgos fundamentales de la producción de Marker, muy latentes en la instalación The Hollow Men, presentada en ocho pantallas de plasma. La instalación gira en torno al poema homónimo de T. S. Eliot, escrito en los turbulentos principios del siglo XX. En las pantallas se proyectan imágenes de los desastres de la Primera Guerra Mundial, que se contrastan con la lírica de T. S. Eliot.

Guillaume-en-Égypte estará abierta hasta enero de 2014.

www.listart.mit.edu

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[22 de octubre de 2013]