Cn
The Duffer Brothers, Stranger Things 2 (2017). Poster oficial. Imagen tomada de theverge.com
The Duffer Brothers, Stranger Things 2 (2017). Carteles promocionales.
The Duffer Brothers, Stranger Things 2, episodio 2 «Dulce o truco, bicho raro» (2017). Making off. Imagen tomada de screenrant.com
J.J. Abrams, Star Wars: Episodio VII - El despertar de la Fuerza (2015). / The Duffer Brothers, Stranger Things (2016). Carteles promocionales.
Wes Craven, Pesadilla en Elm Street (1986). / The Duffer Brothers, Stranger Things (2016). Carteles promocionales.
Ridley Scott, Alien: el octavo pasajero (1979). / The Duffer Brothers, Stranger Things (2016).

Reseña: Stranger Things 2

31.10.2017

Erik Mariñelarena

Cuando los hermanos Matt y Ross Duffer decidieron crear su primera serie de televisión (apenas un año después de Hidden, su primer largometraje), y ambientarla en la década de los 80, no se equivocaron. El público ya comenzaba a sentir una increíble nostalgia por la década de los videojuegos, y su serie era el reducto adecuado para concentrar esas añoranzas. Así, en asociación con Netflix para la distribución, dio inicio una de las series de culto modernas más queridas por el público: Stranger Things.

Sus claras referencias en ritmo, atmósfera y elementos del Hollywood de los años 80 —Steven Spielberg, John Carpenter, Stephen King, George Lucas— les ganaron buenas críticas por parte de la prensa especializada.

Ridley Scott, Alien: el octavo pasajero (1979). / The Duffer Brothers, Stranger Things (2016).

Su historia —donde un grupo de niños que viven en el condado de Hawkins, Indiana, y se enfrentan a situaciones sobrenaturales relacionadas con un complot del gobierno— nos remonta a cintas como Llamas de venganza, donde una pequeña Drew Barrymore hacia sus pinitos en la actuación, o incluso a la más reciente Super 8 de J.J. Abrams.

Esta idea de tener aventuras protagonizadas por preadolescentes fue siempre una apuesta de Spielberg en el cine ochentero, v. gr. Los Goonies o E.T. el extraterrestre. El viaje se completa cuando la publicidad de los pósters imita a los utilizados en aquellos años en cintas como Pesadilla en la calle del infierno, Alien: el octavo pasajero e incluso Star Wars.

Los temas y la recreación de escenas son también rescatados, ver a la pandilla de Stranger Things disfrazados para Halloween como los Cazafantasmas originales, nos hace preguntarnos «¿por qué a mi nunca se me ocurrió?».

The Duffer Brothers, Stranger Things 2, episodio 2 «Dulce o truco, bicho raro» (2017). Making off. Imagen tomada de screenrant.com

El pasado 27 de octubre se estrenó la segunda temporada a través del sistema de paga, y ha sido tal el éxito que ya está aprobada una tercera y cuarta temporadas para los años venideros. Sin embargo, hay que mencionar que existe una evolución, hay ciertas diferencias entre los nuevos episodios y los del año anterior.

Si en sus primeros episodios la serie sorprendía con su combinación de elementos nostálgicos, la segunda temporada, en ese sentido, se queda corta. Ahora provee historias mucho más profundas y oscuras sobre el pasado de los niños. Temas como el bullying, las relaciones con padres sofocantes y el despertar sexual se han vuelto más recurrentes.

Si la primera temporada era muy parecida a Los Goonies, la segunda es una referencia más directa hacia el El exorcista. Además de que, por primera vez, salimos de aquel pequeño pueblito en Indiana para comprobar que el mundo sigue existiendo allá afuera. Lo que quizá plantea la posibilidad de una serie «spin-off» en el futuro.

Hay que ser justos, la segunda temporada no parece alcanzar las mismas reacciones que provocó la primera, sin embargo no decepciona a sus fans y devuelve un nuevo mundo para explorar, nuevas reglas y más personajes.

Los fans mayores, seguramente agradecen ver de nuevo en pantalla a sus ídolos de la adolescencia, convertidos en los padres de los aventureros. Winona Ryder, quien en su momento fuera la reina de los films juveniles de los ochenta, y Sean Astin, el por siempre líder y alma de Los Goonies, hacen de nerviosos y amorosos padres de uno de los personajes principales.

The Duffer Brothers, Stranger Things 2 (2017). Carteles promocionales.

Por si fuera poco, Andrew Stanton, mejor conocido como el director de Buscando a Nemo y Wall-E de Pixar, se acercó para dirigir dos episodios de la nueva tanda, debido a que también es un gran fan de la serie.

Por otro lado, la adición del personaje de Max (MadMax), la segunda niña en el grupo, comienza a estabilizar los géneros dentro de la pandilla, sin mencionar que se disfruta esa rivalidad que provoca tener un nuevo miembro en el grupo que no es aceptado por todos.

El soundtrack obviamente es una delicia, quizá la mejor parte del viaje: temas como «Whip It», «Ghostbusters», «Monster Mash», «Girls on Film», «Runaway» y «Time After Time», terminan de completar la inmersión en la historia.

Definitivamente Stranger Things no es para todos, pero si lo tuyo es la nostalgia ochentena, éste es tu viaje.

Erik Mariñelarena tiene un master en Guionismo y Cinefotografía por la UDC (CDMX) y es licenciado en Estudios de Cine, Televisión y Video por la Universidad de Hartford (E. U.). Es fundador del laboratorio de postproducción de cine Eru Digital (2006) y desde el año 2000 dirige la productora de cine y transmedia E Corp Studio. También es docente en la H. Academia de San Carlos (UNAM), en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado (INBA), en el Centro de Estudios Cinematográficos (UNAM), SAE Instituto México, Instituto de Mercadotecnia y Publicidad (CONACULTA) y la Secretaría de Cultura, en las áreas de animación montaje, teoría cinematográfica, producción, post-producción, efectos visuales, cinematografía y apreciación cinematográfica.

[31 de octubre de 2017]

Erik Mariñelarena

siguiente

Newsletter

Mantente al día con lo último de Gallery Weekend CDMX.