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Andreas Angelidakis, Crash Pad (2013). Primera obra producida para la 8ª Bienal de Arte Contemporáneo de Berlín
Museo Etnológico, Berlín
Museo Dahlem, Berlín
Equipo artístico de la 8ª Bienal de Arte Contemporáneo de Berlín

Reseña: La 8ª Bienal de Berlín. Contra la conveniencia política

02.07.2014

Una vez abiertas las puertas de la 8ª Bienal de Berlín, inmediatamente quedan en el olvido las polémicas sobre las faltas de comunicación y organización que la han precedido. La propuesta del curador Juan Gaitán, realizada en colaboración con un grupo de artistas y curadores conformado por Natasha Ginwala, Catalina Lozano, Mariana Munguía, Olaf Nicolai y Danh Vo, parece descansar sobre un objetivo: dar la vuelta de página a la pasada edición de la Bienal curada por Artur Zmijewski —junto al colectivo ruso Voina y a Joanna Warsza— y recordada por presentar una mezcla de activismo y estética políticosocial.

En contraste, Gaitán sustenta su edición con la frase correcta: “La  conveniencia política no es el propósito del arte. El arte tiene como objetivo generar una imagen contraria que sea capaz de distinguir entre la verdad y las lágrimas de poder. Así, el curador colombo-canadiense articula la Bienal como un análisis de los cambios urbanísticos, desde la sujeción del Estado hasta los intereses de la productividad especulativa. Asimismo, retoma las geografías —aún latentes— del antiguo orden mundial a través de una estructura expositiva desplegada en tres puntos de la capital alemana: los museos Dahlen y Haus am Waldsee, ambos al occidente de la ciudad, y el Instituto de Arte Contemporáneo Kunst Werke, sede histórica de la Bienal al oriente de Berlín.

Las sedes reflejan dos fenómenos que coinciden con la propuesta expositiva: el antagonismo sofocado de la historia y la homología de la estructura social. En el Dahlem la exposición, emplazada entre los objetos de la colección del Museo Etnológico (Etnologisches e Museum für Asiatische Kunst), ofrece una experiencia que deambula entre el arte contemporáneo (las obras de la Bienal) y la alteridad (las piezas históricas del museo). Entre los proyectos de este espacio destaca el del artista y músico libanés Tarek Atoui, que invitó a un grupo de músicos profesionales para experimentar con instrumentos musicales provenientes de culturas diversas.

En la misma franja, en el Museo Haus el espectador se confronta con la alegoría del paisaje romántico. En su jardín central el colectivo Slavs And Tatars, conocido por desarrollar proyectos principalmente enfocados en la zona de Eurasia, activó una serie de bocinas que transmiten en turco un llamado a la oración, como un ejercicio que separa la identidad turca del Islam. Por su parte, en la sede tradicional del KW todo se desarrolla dentro de los parámetros más íntimos y reconfortantes del cubo blanco y el producto enmarcado. Es el caso del trabajo de Irene Kopelman, que media las referencias sociales a través del rigor de sus piezas.

Este año la Bienal de Berlín dirige al espectador hacia el espacio propio del museo y la galería, donde conviven la contemplación y la autorepresentación. No obstante, el proyecto curatorial y el trabajo de los 50 artistas invitados buscan trascender, paradójicamente, los límites del arte como campo de contemplación y posicionarse como propuestas que difieren de la actual función social y política de la imagen —entendida como herramienta ideológica y de legitimación social, aunque el arte como sistema y su mercado parezcan reflejar esta lógica dominante.

La  8ª Bienal de Berlín inició el 29 de mayo y tendrá lugar hasta el 3 de agosto de 2014.

+info: www.berlinbiennale.de


Alessandra Poggianti es curadora. Fundó junto con Katia Anguelova y Andrea Wiarda Kustverein, una plataforma experimental de exposición, curaduría e investigación sobre arte contemporáneo


[2 de julio de 2014]

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