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Hilos de historia en el Museo Nacional de Historia. Vestidos virreinales. ©Omar Dumaine. Tomada del sitio web de Conaculta
Hilos de historia. ©Héctor Montaño. Imagen tomada del sitio web de Conaculta
Hilos de historia en el Museo Nacional de Historia. Vestido elaborado a mano. Siglo XVIII. ©Héctor Montaño. Imagen tomada del sitio web de Conaculta

Reseña: ¿Es Hilos de historia una exposición de moda?

20.04.2015

Olivia Meza de la Orta

El pasado 26 de marzo se inauguró la exposición Hilos de historia en el Museo Nacional de Historia de la ciudad de México. Tres salas reúnen 180 piezas del siglo XVIII, XIX y XX de la Colección de indumentaria del recinto. La curaduría está a cargo de María Hernández, investigadora del Museo Nacional de Historia, con trabajo de restauración  por Verónica Kuhliger. Destacan atuendos de personajes de la historia nacional como Vicente Guerrero, la emperatriz Carlota y la actriz María Félix.

¿Creí que se trataba de una exposición de moda? Sí. Pero las preocupaciones centrales de la muestra son la restauración y la importancia del coleccionismo. La inexistencia de exposiciones de moda en los museos nacionales  por una coartada segura. Como menciona la directora del INAH, María Teresa Franco, en entrevista para El Universal: “esta exposición no es una muestra de vestidos de moda, sino una colección recabada desde hace más de 100 años.” Como otras instituciones, la dirigida por Franco parece desconocer el potencial que una colección como la presentada en Hilos de Historia podría tener; ya sea por la falta de personal experto en la materia como de la concepción misma de la materia. Sin embargo, cabe reconocer un buen primer intento del museo al mostrar por primera vez una exhibición de indumentaria.

Entre sus puntos altos están la acertada selección de prendas, zapatos y accesorios, y su impecable restauración. Los diseños de los fundadores de la moda mexicana e internacional son reunidos en una locación sorprendente: Ramón Valdiosera y Armando Valdés Peza; Cristobal Balenciaga y Christian Dior, por ejemplo. No es menor la presencia de un vestido del siglo XVIII de suntuosas texturas y crinolina, creación de Charles Frederick Worth, conocido como el padre de la alta costura.

Pero, ¿hay más? La exposición es una muestra de lo que hubo, un recuento y nada más. En los recintos del país hace falta mayor consideración por el trabajo del curador de moda—pienso en Tanya Meléndez, curadora del museo del Instituto Tecnológico de la Moda (FIT), en Nueva York—, oficio de investigación imprescindible para el montaje de exposiciones como la presente. Aún si no es una exposición de colecciones de moda, las cédulas de las piezas son generales (aunque la letra era muy pequeña y la iluminación baja, acorde a la conservación de las prendas). La investigación detrás de la exposición se pudo mostrar de una forma más didáctica, pudo ir más allá de la presencia física y el dato de quién vistió qué — “el vestido de María Félix, la casaca de Vicente Guerrero o el lienzo que guardó los restos de Hernán Cortés”.

A propósito del impacto mediático de este tipo de exposiciones en la ciudad, recordemos la reciente muestra de Agatha Ruiz de la Prada en el Centro Cultural España, que resultó ser sólo un reflejo de una empobrecida visión de la moda. En Agatha Ruiz de la Prada no hay herramientas útiles para comprender las piezas, y es que fue la misma diseñadora quien realizó la curaduría y museografía —sin escatimar sobre su trabajo como creadora. ¿Dónde están los especialistas de la disciplina?

Hilos de Historia es más una reunión de ropa que un discurso bien argumentado, pues no se termina de articular el significado social de los vestidos —o, simplemente, no hubo intención de hacerlo debido a su naturaleza coleccionista. Se trata de un chapuzón al guardarropa de la época virreinal en donde se puede apreciar —o no— el notable trabajo artesanal de la ropa. No hay explicación mayor, sólo la presencia de las prendas. ¿Por qué se utilizaban ese tipo de ropones, las técnicas de costura con hilos de plata, los brocados, el guipur sobre los trajes de luto, el estampado en terciopelo y las pinceladas sobre vestidos de seda? ¿Quién fue Balenciaga? ¿O Valdés Peza? La muestra evita cuestionamientos, dando por sentado acontecimientos tanto estéticos como históricos que un espectador ajeno a la disciplina, o incluso el mismo conocedor, podría aprender.

La muestra es una encomiable iniciativa museográfica de moda. Pero lo que quiero es comprender.

 


Hilos de Historia. Colección de Indumentaria del Museo Nacional de Historia permanecerá abierta hasta julio de 2015 en el Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec, ubicado en la Primera Sección del Bosque de Chapultepec.


Olivia Meza de la Orta es periodista de moda. Editora de moda de Código y Glup, ha colaborado para Pánico, NYLON, 192, así como para los portales TCLY, Société Perrier y Young Offenders. Es fundadora del proyecto editorial MEOW.


[20 de abril de 2015]

 

 

 

 

Olivia Meza de la Orta

Es editora y periodista de moda.

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