La tecnología ha cambiado irrevocablemente la manera en que los humanos nos relacionamos con el mundo. Si, como plantea Marshall McLuhan, primero construimos a la tecnología y luego ésta nos construye, podemos entender cómo el filme creó a un público que piensa de una manera más lineal y secuencial, mientras que Internet se encuentra moldeando las dinámicas temporales y espaciales de sus usuarios. En una cultura web saturada de memes, Vines y otros productos creados para ser consumidas rápidamente, también han surgido experiencias interactivas que con un rostro lúdico reflexionan sobre un mundo que, tal vez, no ha cambiado tanto. Apuntamos cinco de ellas que destacan por su diseño, sus intenciones críticas o la realización de su lenguaje audiovisual.

1. Way to go (2015)

Way to Go es un lugar. Un filme. Un código extenso. “Way to Go es una experiencia interactiva para humanos entre 5 y 105 años. Tal vez dure seis minutos; tal vez para siempre.”, como señala el comunicado lanzado por sus realizadores —Vincent Morisset, Caroline Robert, Édouard Lanctôt-Benoit, en colaboración con el estudio AATOAA. Fue lanzado este año por el National Film Board de Canadá (NFB) y es alojado en su sitio web. Formó parte del reciente programa Nueva Frontera del Festival de Sundance. Con música de Phillipe Lambert y un prefacio auditivo de cualidades poéticas, el usuario explorará, a través de un personaje de trazos simples, un paseo por el bosque bajo sus propias decisiones. “En un momento en el que tenemos acceso a tanto y vemos tan poco, Way to Go te recordará todo lo que está frente a ti, dentro de ti, en el exquisito e inesperado placer del descubrimiento.”

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2. In-Limbo (2015)

Las nuevas generaciones viven —y se saben, y desean ser— observadas. In-Limbo es una experiencia interactiva que extrae información del usuario esparcida por Internet. El resultado es una huella digital en movimiento, acompañada de la narración de 8 especialistas que comparten sus pensamientos y experiencias en torno al nuevo fenómeno social de la cultura digital. En la introducción, un texto invita al usuario a dejar cualquier otra actividad —una tarea difícil en tiempos de multitasking— para introducirse al hoyo negro de sí mismo, pero digital. El proyecto transmedia reflexiona sobre la identidad, la privacidad y los vasos comunicantes en el auge digital. Y su realización no es menor, tomando en cuenta a los involucrados en el proyecto, como Ray Kurzweil, uno de los directores de ingeniería en Google; Gordon Bell, investigador de Microsoft y Laurie Frick, artista estadounidense que manipula sus datos personales para la creación de sus piezas. El documental interactivo tiene una duración de 30 minutos y es presentado por el National Film Board de Canadá.

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3. Interactive Haiku (2015)

Doce haikus audiovisuales convierten un contenido digital digerible en una experiencia estética. El usuario puede acceder a cada uno de ellos para experimentar las breves formas poéticas. En una entrevista, Hugues Sweeney del NFB menciona que la idea que motivó el desarrollo de Interactive Haiku fue el hecho de que en el presente “las personas pasan sólo algunos segundos en algún u otro sitio. Entonces, ¿por qué seguimos creando proyectos que piden al usuario pasan un cuarto de hora o una hora en ellos? ¿Por qué seguir pidiéndoles que vuelvan cada semana (…)? ¿Cómo es que no hacemos cosas obedeciendo a la corta vida que tienen en Internet?”.

El proyecto fue creado por la artista israelí Ziv Schneider durante su residencia en Specular Projects, en Nueva York.

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4. Primal (2014)

Primal es el resultado de un encuentro entre artistas argentines y canadienses que combinaron elementos técnicos, visuales y conceptuales para crear un espacio virtual donde todos los usuario pueden gritar sin restricciones —y documentarlo. ¿Por qué gritar frente al monitor? El comunicado del proyecto expone que:“Al participar en Primal, no solo abres tus emociones, sino que además contriubuyes a la creación de un grito eterno y colectivo.” El interactivo es coproducido entre Canal Encuentro, el canal del Ministerio de Educación de la Nación (Argentina) y el National Film Board de Canadá.

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5. Fly Guy (2002)

Un intersticio para la improductividad en un momento en el que la actividad laboral ha sobrepasado los límites de la vida íntima de la clase media. Diseñado y desarrollado por el ilustrador y diseñador gráfico Trevor van Meter, el juego independiente consiste en el recorrido ascendente de un hombre volador en 8-bit. En la odisea, el protagonista se encuentra con diferentes personajes y objetos que propiciarán eventos que lo conducirán al final prometido —la fantasía del trabajador— o lo llevarán de regreso al suelo inicial. Soportado por Flash, es gratuito y libre de anuncios.

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[13 de abril de 2015]