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APRDELESP, Parque Experimental El Eco (2016). Ilustración. Cortesía del despacho
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APRDELESP, Parque Experimental El Eco (2016). Ilustración. Cortesía del despacho
APRDELESP, Parque Experimental El Eco (2016). Ilustración. Cortesía del despacho
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APRDELESP, Parque Experimental El Eco (2016). Ilustración. Cortesía del despacho
APRDELESP, Parque Experimental El Eco (2016). Ilustración. Cortesía del despacho

Parque Experimental El Eco 2016, de APRDELESP

18.03.2016

«¿Cómo se pueden expandir los límites del espacio actual y a la vez mantener la libertad experimental de su función?”. La pregunta fue planteada por el despacho APRDELESP (Apropiación del espacio), ganador de la convocatoria del Pabellón El Eco 2016 que será inaugurado en los próximos días de abril.

[Actualización: el Parque Experimental El Eco será inaugurado el próximo 23 de abril, según se informa en el sitio web oficial]

Desde hace seis años el Museo Experimental El Eco, en colaboración con Buró-Buró —oficina interdisciplinaria y editorial— pone a disposición su espacio para la intervención arquitectónica, ampliando su programación a partir de una agenda relacionada con la construcción efímera. En la presente edición la propuesta consiste en transformar el área del recinto en un parque, el Parque Experimental El Eco, cambiando el material del piso del patio y habilitando una serie de objetos ordinarios que propicien la convivencia atípica entre los visitantes, como la coexistencia entre una charla de urbanismo y unos niños jugando en una alberca. En palabras del despacho: “nuestro interés se basa en las posibilidades de que pasen más cosas”. La agenda será construida en conjunto con sus visitantes, participantes activos que podrán proponer charlas, fiestas o cualquier actividad que podría realizarse en un parque público.

De acuerdo con APRDELESP, el parque no será un nuevo espacio, “ni […] un espacio dentro de otro espacio”. Para responder a la pregunta que da inicio a este texto, los arquitectos fungirán como mediadores del espacio público y el privado en un ejercicio que, de manera imaginaria, desplaza el parque que ya se encuentra frente al recinto para traerlo al interior del museo. Así, el proyecto presta atención a lo existente y al contexto. El proyecto también pretende articular una protesta respecto al diseño de los espacios públicos existentes en la Ciudad de México.

Por encima de la “infraestructura cotidiana” del Pabellón El Eco 2016 hay otra construcción: la infraestructura digital de Parqueeleco.com que será edificada junto con sus visitantes durante el período de duración del pabellón. Ya es posible acceder al sitio web, y a mediados de abril se habilitará una función para que los usuarios puedan subir información sobre los eventos que deseen realizar en el lugar.

El jurado —integrado por Marcos Mazari, director de la Facultad de Arquitectura de la UNAM; la Arq. Loreta Castro Reguera, directora de Taller Capital y Coordinadora del Taller Hídrico Urbano de la Facultad de Arquitectura de la UNAM; el artista Pablo Vargas Lugo; Jorge Munguía, director de Buró-buró y Paola Santoscoy, directora del Museo Experimental— realizó una mención especial a otro de los proyectos finalistas: «Simulacro de la superficie que limita el patio”, de Lanza Atelier, cuestiona la dualidad interior-exterior como condición que divide a las personas, a partir de una operación escultórica de desdoblamiento del perímetro del patio del museo para convertirlo en una línea abierta dinámica.

Las cinco propuestas participantes serán exhibidas en el museo durante la inauguración del Pabellón Eco 2016. [Fecha por confirmar.]

 

 

 

 

 

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