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Taller Capital, Paradoja Hídrica (2015). Pabellón Eco 2015. ©Juan José Kochen
Taller Capital, Paradoja Hídrica (2015). Pabellón Eco 2015. ©Juan José Kochen
Taller Capital, Paradoja Hídrica (2015). Pabellón Eco 2015. ©Juan José Kochen
Taller Capital, Paradoja Hídrica (2015). Pabellón Eco 2015. ©Juan José Kochen

Opinión: Paradoja Hídrica. ¿Como anillo al dedo?

16.04.2015

Juan José Kochen

La ornamentación no es un arte, decía Adolf Loos en su artículo “Ornamento y delito”, un texto de referencia para leer sobre la utilidad, la proporción y el buen manejo de los materiales. Loos es citado en el libro B de Bauhaus. Un diccionario del mundo moderno, donde Deyan Sudjic menciona en el capítulo “O de Ornamento” que el ornamento no tiene un vínculo orgánico con nuestra cultura, ni nos expresamos a través de él. Para el director del Museo del Diseño de Londres la autenticidad es la garantía de que un objeto es realmente lo que quiere ser.

¿Los museos y las propuestas artísticas o arquitectónicas deben carecer de ornamentos? Revisemos otro capítulo del libro de Sudjic, “M de Museo”: “un museo ya no es el lugar cuya misión principal sea conservar objetos valiosos. Tampoco es un tesoro nacional. Los museos de más éxito se han convertido en focos de ocio, renovación urbana y espectáculo”.

Por fortuna, no todos los museos poseen esas características. Y el Museo Experimental El Eco es una de esas valiosas excepciones. Este espacio se ha mantenido alejado de los reflectores: no mide su éxito por su tamaño, el número de visitantes ni la suma de apellidos de los artistas que presenta. A pesar de las múltiples muertes y renacimientos del edificio, Mathias Goeritz es el protagonista y curador permanente.

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Taller Capital, Paradoja Hídrica (2015). Propuesta ganadora de Pabellón Eco 2015. ©Juan José Kochen

Pero, ¿qué sucede con el vínculo entre arquitectura y ciudad que propone a través del concurso del Pabellón Eco? Con 6 años de antigüedad —las primeras cinco ediciones convocando a sus participantes por invitación y esta última de forma abierta— el concurso se ha posicionado como un referente importante y ha catapultado a más de un ganador como un talento emergente de la arquitectura en México.

Luego de que el año pasado declarara desierta su edición, este verano dio a conocer como propuesta ganadora uno de los anillos de dovelas del Túnel Emisor Oriente (TEO), que aterrizó en su patio. La Paradoja Hídrica de Taller Capital (Loreta Castro, José Pablo Ambrosi, José Cabrera y Alberto Bolaños) permanecerá allí hasta el 31 de mayo. El proyecto tiene un tono aleccionador sobre la manera en cómo se debe hacer consciente a la población sobre la paradoja del manejo del agua de la ciudad.

Y entonces, “¿por qué no montar uno de estos aros en el centro del patio de Mathias Goeritz?” apuntaba el texto de Taller Capital en la reseña del proyecto. Utilizando tres camiones largos, una gran grúa y varios trabajadores de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) e Ingenieros Civiles Asociados (ICA), se colocó un anillo en las instalaciones de El Eco. Las maniobras duraron más de tres horas. Sobra decir que fue espectacular ver cómo volaban las dovelas por encima de la barda frontal y la jacaranda del museo. Si para Sudjic la decoración y el ornamento son recursos que sirven para esconder las imperfecciones del trabajo y la fabricación, en este caso pasa lo contrario. No había trucos de magia.

 

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Taller Capital, Paradoja Hídrica (2015). Propuesta ganadora de Pabellón Eco 2015. ©Juan José Kochen

De acuerdo con el fallo del jurado, la propuesta más relevante del proyecto ganador es el diálogo que propicia entre “una serie de gestiones y negociaciones por parte del museo y de los autores [para abordar] de manera crítica el tema del agua en la Zona Metropolitana del Valle de México”. Lidiar con la ciudad a través de la experimentación y la interacción. Una propuesta plausible que puede generar todo tipo de debates, y que incluso se puede replicar en otros pabellones.

A pesar de lo anterior, una vez lograda la hazaña para colocar las dovelas en el patio, hay una sensación de que falta algo más. El anillo de concreto tan sólo recita un soliloquio. El visitante no logra descifrar lo que se encuentra detrás de él. No puede responder por qué está ahí. Tampoco conoce el paso del Gran Canal a Drenaje Profundo, ni el ambicioso Programa de Sustentabilidad Hídrica de la Cuenca del Valle de México. Mucho menos los 62 kilómetros de longitud del túnel, el diámetro de 7 metros y 35 toneladas por anillo, las profundas lumbreras de entre 55 y 150 metros de profundidad, la cantidad de tierra excavada por las gigantes tuneladoras o la abstracción en horizontal de la posición del anillo.

Buena parte del proyecto original se diluyó. No existe la cama de grava asfáltica que representaría el hundimiento que ha padecido la ciudad por la extracción de agua del subsuelo, ni la extrusión de la “pieza llave” de las dovelas por cuestiones de ensamblaje, ni la elevación del piso. Al concretarse el pabellón, esto desapareció. Una vez sorteadas las dificultades para ocupar el espacio en El Eco, ¿cuál es la verdadera aportación del Pabellón? Hace falta un contexto que explique el valor de la obra para el visitante que no conoce el TEO ni estuvo en la maniobra del montaje. Llevar la ciudad al museo o viceversa siempre es un apuesta que vale la pena reconocer. Pero para los asistentes no siempre son claros los propósitos. Los foros, las visitas al TEO y el programa cultural serán fundamentales para re-reconocer el pabellón ganador. El escenario está puesto para ver la obra completa, el contexto detrás. Quizás habrá que proponer nuevas definiciones para un capítulo sobre la “P de Pabellón” que permitan trascender la idea de una pieza contemplativa o una arquitectura inerte. Y así, coincidir en que la vocación experimental del concurso se amalgama cada vez más.

 

 

 


Juan José Kochen (@kochenjj) es arquitecto, editor y consultor. Escribió para el periódico Reforma, fue editor de Arquine y consultor del Infonavit. Es coordinador de Sustentabilidad e Innovación en Ingenieros Civiles Asociados y profesor de Arquitectura de la UNAM.


[16 de abril de 2015]

Juan José Kochen

Arquitecto y maestro por la UNAM con estudios de periodismo en la EPCSG. Escribió para Reforma, fue editor de Arquine, consultor del Infonavit y becario de la Graham Foundation, el Fonca y Conacyt. Es gerente general de Fundación ICA y profesor en la Universidad Iberoamericana y CENTRO.

TW: @kochenjj

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