Cn
Scott Schuman, moda urbana en México (2013). Imagen tomada de thesartorialist.com
Ramón Valdiosera, "Rosa mexicano: moda y marca", en Del rojo al rosa mexicano, Artes de México, (111): 60-65, 2013.
Vista de la exposición Indumentaria y moda en México. 1940-2015expuesta en el Palacio de Cultura Banamex. Imagen tomada de vogue.mx
Vista de la exposición Indumentaria y moda en México. 1940-2015expuesta en el Palacio de Cultura Banamex. Imagen tomada de glamour.mx
Vista de la exposición Indumentaria y moda en México. 1940-2015expuesta en el Palacio de Cultura Banamex. Imagen tomada de glamour.mx
Barragán, colección primavera/verano 2017. Imagen tomada de i-d.vice.com
Barragán, colección primavera/verano 2017. Imagen tomada de i-d.vice.com
Carla Fernández, colección otoño/invierno 2016. Tomada del sitio de la diseñadora
Carla Fernández, colección otoño/invierno 2016. Tomada del sitio de la diseñadora
Carla Fernández, colección otoño/invierno 2016. Tomada del sitio de la diseñadora
1/8 Takamura. Crónica No. 4. © Gonzalo Morales. Imagen tomada de la web de 1/8 Takamura
1/8 Takamura. Crónica No. 4. © Gonzalo Morales. Imagen tomada de la web de 1/8 Takamura
1/8 Takamura. Crónica No. 4. © Gonzalo Morales. Imagen tomada de la web de 1/8 Takamura
1/8 Takamura. © Gonzalo Morales. Imagen tomada del Facebook de 1/8 Takamura
1/8 Takamura. Crónica No. 4. © Gonzalo Morales. Imagen tomada del Facebook de 1/8 Takamura
Hector de la Peña, SS14/Nahual. © Alex Cordova. Modelo: Arnau Salinas. Imagen tomada del Facebook del diseñador
H. por Héctor de la Peña. Imagen tomada del Facebook del diseñador
Héctor de la Peña, Serena F/W 14. © Mario Aragón. Imagen tomada del Facebook del diseñador
Héctor de la Peña, SS16. © Alex Cordova. Modelo: Jonathan Clark. Styling: Juan Carlos Plascencia. Imágenes tomadas de coolhuntermx.com
Mancandy, AWI6. Imagen tomada de mancandyonline.com
Mancandy, AWI6. Imagen tomada de mancandyonline.com
Mancandy, SSI6. Imagen tomada de mancandyonline.com
Mancandy, SSI6. Imagen tomada de mancandyonline.com

Opinión: ¿Existe una moda mexicana en el presente?

13.09.2016

En 2013 el fotógrafo y bloguero Scott Schuman (The Sartorialist) publicó un post en el que mencionaba que pronto visitaría la Ciudad de México. Él, uno de los mejores cazadores de moda urbana, cuya plataforma ha sido un punto de referencia para muchos diseñadores y que también ha trabajado para Vogue Italia, Vogue París o GQ, venía a tomar fotos de los estilismos más interesantes en las calles de la ciudad. Seguramente no en las áreas más marginales, pero la suerte estaba echada: ¿Buscaría exotismo? ¿Folclór? ¿Camisetas de la Virgen de Guadalupe? ¿Carla Fernández? ¿Autodiseño punk? ¿Atuendos cercanos a las tendencias globales?

La foto más contundente que tomó fue la de una joven mujer que lleva un top negro de algodón, holgado, y una falda en corte A, de ruedo amplio, en azul claro y con un moño que descansa sobre la cadera. Indiferencia y ternura en un mismo atuendo, coronados por un par de Vans sucios y desgastados. Los comentarios no tardaron, y mientras algunos mencionaron con disgusto que eso no representaba la forma en que visten los mexicanos, otros estuvieron de acuerdo en que ella tiene un je ne sais quoi.

¿Y qué sí nos representa? ¿De qué hablamos cuando hablamos de moda mexicana?

Hace tiempo que la curadora Ana Elena Mallet lo investiga. Parte de ese trabajo ha sido vertido en la exposición El arte de la indumentaria y la moda en México. 1940-2015, que ahora se exhibe en el Palacio de Cultura Banamex. ¿Puede, entonces, haber una moda mexicana? Mallet rastreó esta pregunta en los registros de la prensa de 1940, en el programa de radio Lunas Verdes. Además de algunos periodistas, tres de los modistos mexicanos más influyentes de la época se reunieron para discutirlo, entre ellos Armando Valdez Peza, Ramón Valdiosera y Henri de Chatillon, francés afincado en México (de quien se ha especulado que realmente era mexicano). Después de todo, en ese momento la identidad nacional era un proyecto gubernamental y el tema ya se esparcía por las disciplinas creativas. Según los hallazgos de la curadora, ni Valdez Peza ni De Chatillon pensaban que pudiera existir una moda mexicana, pero Valdiosera la defendió profundamente durante las siguientes cuatro décadas. Una moda mexicana no sólo era posible sino necesaria.

Más de siete décadas después seguimos aquí, preguntándonos si verdaderamente existe una moda mexicana. No cabe duda, Valdiosera trabajó en ello: sólo él es responsable de que el color bugambilia se conozca internacionalmente como rosa mexicano. Pero las aspiraciones del siglo XX respecto a la identidad nacional, la raza cósmica vasconcelista y la vuelta a lo prehispánico como la única mexicanidad forman parte de un discurso desgastado.

Los cambios en el diseño que se hacen desde México son sintomáticos. La gran mayoría de diseñadores conocidos que trabajan desde el país (más allá de su nacionalidad, como es el caso de la fundadora de Cihuah, Vanessa Guckel, de origen francés) han abandonado la búsqueda de la identidad nacional por otras preocupaciones: desde las estéticas de lo digital (Barragán) hasta las intersecciones entre Oriente y Occidente (⅛ Takamura, H. de Héctor de la Peña), pasando por temas más cándidos (Alejandra Quesada), pero siempre en constante intersección con otras disciplinas, en busca de algo más que nuestros orígenes ancestrales. Incluso las propuestas de Carla Fernández, conocida por recuperar las técnicas y estéticas tradicionales de algunas comunidades indígenas del país, se distinguen por su trasfondo en el activismo social y la experimentación textil. Ciertamente, no hay un elemento unificador entre éstas y otras marcas, como Mancandy, Cynthia Buttenklepper, Trista, Yakampot o Roberto Sánchez, excepto uno: casi todos estos proyectos han logrado, en mayor o menor medida, posicionarse fuera de México —las condiciones para que exista una industria de la moda en México son precarias, pero éste no será el espacio para extendernos en ello. Gustavo Prado hizo algunas anotaciones sobre su desarrollo en la capital.

Y sin embargo, ni siquiera un segmento amplio de la clase alta viste de esta moda mexicana con nuevos retos y preocupaciones. Aquí conviene aclarar que la moda es un fenómeno complejo, por lo que hablar de una con sello mexicano lo es también. Nadie lo ha explicado mejor que Roland Barthes (El sistema de la moda, 1970): existen dos modas. Por un lado, la “real” se manifiesta física y socialmente en lo que vestimos diariamente, y tiene significado personal y sociocultural. La otra es un “sistema retórico” cuando, en cambio, pertenece a un imaginario en el que está representada a través de los medios de comunicación (donde se ubican las marcas nacionales mencionadas y otras tantas). Lo interesante sucede cuando éstas se cruzan: esto es el sistema de la moda. Así, sólo en la medida en que las propuestas de los diseñadores mexicanos permeen al colectivo, serán nuestras.

 

 

 

Carolina Haaz es comunicóloga por la Universidad de Sonora. Fue coordinadora editorial de la edición en línea de Código, actualmente es responsable de prensa y redes sociales en el Centro de la Imagen. Ha escrito sobre moda, diseño y ciudad en distintas publicaciones, entre ellas Folio, Vocero, Frente El Fanzine.

 

[13 septiembre 2016]

siguiente

Newsletter

Mantente al día con lo último de Gallery Weekend CDMX.