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Alfredo Martínez, Otoño 2015 presentado en NOOK
Malafacha presentado por LG™ Otoño 2015. En Mercedes Benz Fashion Week México
Benito Santos, Otoño 2015. Presentado en Mercedes Benz Fashion Week México
Julia y Renata, Otoño 2015. Presentado en Mercedes benz Fashion Week México
Pagé, Otoño 2015. Presentado en Mercedes benz Fashion Week México
Alexia Ulibarri, Otoño 2015. Presentado en Mercedes benz Fashion Week México
Lorena Saravia, Otoño 2015. Presentado en Mercedes Benz Fashion Week México
Pink Magnolia, Otoño-invierno 2015-16
Kris Goyri, Otoño-invierno 2015-16. En Nook Mx. ©Eunicet Rubio y Ebenezer Flores @ ATIPIC
Cihuah, Otoño-invierno 2015-16. En Nook Mx. ©Eunicet Rubio y Ebenezer Flores @ ATIPIC
Cihuah, Otoño-invierno 2015-16. En Nook Mx. ©Eunicet Rubio y Ebenezer Flores @ ATIPIC
Kris Goyri, Otoño-invierno 2015-16. En Nook Mx. ©Eunicet Rubio y Ebenezer Flores @ ATIPIC
Yakampot, Otoño-invierno 2015-16. En Nook Mx. ©Eunicet Rubio y Ebenezer Flores @ ATIPIC

Opinión: ¿Es la pasarela obsoleta o prometedora?

10.06.2015

Olivia Meza y Carolina Haaz

En el bimestre de abril y mayo se presentaron las nuevas propuestas de la moda mexicana en plataformas como Nook y Mercedes Benz Fashion Week México. La última es un foco comercial de renombre internacional que se realiza en la ciudad de México; esta temporada también tuvo presencia en Monterrey. Los nombres de los participantes son conocidos: Julia y Renata, Lorena Saravia, Macario Jiménez y Alejandro Carlín, por mencionar algunos. Pero, ¿hay vida más allá de la pasarela?

Los desfiles se han mantenido al margen del espectáculo y el convivio social, dejando en segunda instancia su verdadero propósito: vender. La organización de un evento de una magnitud mediática tan importante como Mercedes benz Fashion Week reúne a los mejores postores (las marcas internacionales) para mostrar las propuestas en un terreno de celebridades y su reputación es indiscutible. Sin embargo, en México no ha funcionado de una manera estratégica como sucede en las capitales globales de la moda: Londres, Milán, París, Nueva York e incluso Seúl, Sydney y Berlín. Una pregunta que deben plantearse los diseñadores de moda emergentes en el país es: ¿vale la pena, aún así, presentarse en la pasarela?

Es difícil destacar en la industria. Por un lado, las escuelas de moda en México carecen de enfoque empresarial. ¿Qué hacen los egresados? ¿Quiénes son y dónde están sus tiendas? Son pocos los diseñadores que han sabido orientarse y dedicarse al desarrollo de una marca. Si el creador de ropa se obstina en dar a conocer su nombre, ¿cómo difundirá su propuesta?

Recientemente Anna Wintour —editora de Vogue Estados Unidos y pilar de la industria a nivel global— mencionó en una conferencia a estudiantes de la disciplina que el desfile no es la única ni la mejor alternativa que tiene un diseñador hoy en día, señalando a los medios digitales como una de las sendas alternativas más prometedoras.

Si en el presente una simple cuenta de Instagram puede engrandecer la marca de un producto de calidad, ¿cuál es el propósito de llevar a cabo un desfile? No cabe duda que las grandes casas de moda también se valen de múltiples recursos de exposición como desfiles, Apps, publicidad, redes sociales, etcétera. De esta manera el desfile se ha convertido, sobre todo, en una plataforma seductora para presentar las colecciones de una manera fiel a la creatividad del diseñador —a través de una protesta política simulada, como lo hizo Karl Lagerfeld en la Primavera prêt a porter 2015, o el mítico show robótico presentado por Alexander McQueen en la Primavera de 1999. Es un espacio de expresión antes que de difusión. Algunos diseñadores han aprovechado el momento para sugerir el performance, como cuando Martin Margiela presentó a sus modelos con los rostros cubiertos en la década de los 80. Sin excentricismo o estilismos de calidad que logren reformular o cuestionar las prendas, la pasarela es irrelevante.

 


 

Volvamos, de nuevo, a una realidad: la ropa se vende. La parte comercial no es secundaria y el aprovechamiento del tiempo y el espacio debe estar dirigido comercial y creativamente a tener una pasarela rentable. En México, la industria ha observado y reaccionado al comportamiento del consumidor de moda local, dispuesto a comprar y estrenar prendas nuevas en su guardarropa constantemente. No es casual que estemos en el número uno de consumo de ropa a nivel Latinoamérica. El mexicano sí consume moda, pero no la moda de diseñadores locales porque no está a la vista. Se necesitan mentes despiertas en los rubros de creatividad y tecnología para conseguir que las propuestas locales logren un mayor alcance y no sólo se queden en la pasarela ni en el quehacer social, sino que se convierta en un negocio donde el diseñador pueda vivir de su oficio.

 

¿Qué necesita un diseñador para llegar a una pasarela reconocida? Necesita pagar. A cambio, la plataforma le ofrece exposición mediática internacional. En la mayoría de los casos, trabajar bajo el velo de otro para ser visto, no es siempre la mejor opción. Un ejemplo es el de la firma Malafacha, que presentó su colección Otoño-invierno 2015 en el pasado Fashion Week México. Su patrocinador fue LG y la alianza resultó en una hilera de televisiones a lo largo de la pasarela que dominaban la atención del espectador. El diseñador debe estar abierto a trabajar con otras marcas para crecer, pero ¿vale la pena llegar a una imagen tan absurda? ¿Es necesario someterse al dictado corporativo para obtener un buen nivel de exposición mediática? La moda ya no es un lujo y es menester que reaccione ante las nuevas dinámicas sociales (si se pretende hablar de una industria de la moda). La pasarela —como la conocemos en los eventos locales— debe ser algo más que un escaparate de gente con brillos y sombreros, sin el menor interés por la vida de la prenda.

 

 


Olivia Meza de la Orta es periodista de moda. Editora de moda de Código y Glup, ha colaborado para Pánico, NYLON, 192, así como para los portales TCLY, Société Perrier y Young Offenders. Es fundadora del proyecto editorial MEOW.

Carolina Haaz es comunicóloga por la Universidad de Sonora, es coordinadora editorial de www.revistacodigo.com. Ha escrito sobre moda, diseño y ciudad en distintas publicaciones, entre ellas Folio., Frente, El Fanzine y Registro.

 

 


[10 de junio de 2015]

 

Olivia Meza y Carolina Haaz

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