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AT 103, Edificio Lisboa 107. ©Rafael Gamo. Cortesía del despacho
Comunidad Vivex, Casa Caja (2014). Cortesía del despacho
Comunidad Vivex, Casa Caja (2014). Cortesía del despacho
Ambrosi | Etchegaray, Alfonso Reyes 200 (2013)
Ambrosi | Etchegaray, Alfonso Reyes 200 (2013)

Opinión: ¿Cuánto cuesta su casa? El problema de vivienda en México

10.02.2015

Alejandro Hernández Gálvez

En octubre de 2014 The Economist publicó un par de gráficas que muestran quiénes, o, mejor dicho, cuántos poseen la riqueza en el mundo. La primera presenta los bienes por hogar en relación al porcentaje de adultos de la población mundial. Casi el 70% no alcanza, con sus bienes, los 10 mil dólares; el 21.5% tiene entre 10 y 100 mil; mientras que el 7.9% posee entre 100 mil y un millón. La segunda gráfica relaciona dichos porcentajes con la riqueza mundial. El 0.7% posee el 44%
de la riqueza.

El famoso 1% no es más que un eslogan para llamar la atención sobre el gravísimo problema de la desigualdad, porque el porcentaje de personas que acumulan la mayor parte de la riqueza mundial es menor. ¿Qué sucedería si estas gráficas las utilizáramos para imaginar una sobre el espacio?: 70 personas ocuparían en fila un corredor estrecho, al tiempo que una se pasearía solitaria por una zona mayor a la de un campo de futbol.

En México, la distribución de la riqueza es la misma. El 45.5% de la población vive en la pobreza: poco más de 53 millones de personas, de los cuales 11.5 millones sufren pobreza extrema. Por su parte, el 93% de la población económicamente activa gana menos de 10 mil pesos al mes. Entre el 50 y el 60 por ciento de los mexicanos viven o sobreviven en la economía informal y carecen de préstamos bancarios o de INFONAVIT.

Comunidad Vivex, Casa Caja (2014). Cortesía del despacho

Comunidad Vivex, Casa Caja (2014). Cortesía del despacho

Según datos del INEGI, en 2010 más de 12 millones de viviendas tenían como máximo tres habitaciones; veinte millones contaban con 2 dormitorios y eran ocupadas, en promedio, por cuatro habitantes. Entretanto, solamente 350 mil viviendas tenían ocho o más cuartos, incluyendo sala, comedor, salón de juegos, etc. En 2014 el déficit de viviendas alcanzó los ocho millones y, según el Banco Interamericano de Desarrollo, el déficit “cuantitativo y cualitativo” llegó al 35 por ciento.

Hace mucho que la idea de vivienda mínima dejó de ser sinónimo de vivienda social o popular. Actualmente, un departamento de 40 o 50 metros cuadrados en ciertas zonas de la ciudad de México está fuera del alcance del 90 por ciento de la población. Por el precio que alguien paga por uno de estos departamentos se podría comprar una docena de las casas que se observan por millares a las afueras de las grandes ciudades. (Las afueras es un término que ni siquiera se refiere a la periferia, sino a algo todavía más lejano.)

Aunque estas casas tienen más o menos la misma cantidad de espacio que los departamentos lujosos, sus condiciones son totalmente distintas: su diseño y sus acabados son deficientes y no cuentan con servicios ni infraestructura urbana. Estos ejemplos demuestran lo obvio: en el caso de la vivienda lo que cuesta es la ciudad que la rodea. Por supuesto, la arquitectura también cuenta, entendida como el arte de construir como la concebía Mies van der Rohe, quien prefería la palabra Baukunst —arte de construir— sobre Architektur.

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AT 103, Edificio Lisboa 107. ©Rafael Gamo. Cortesía del despacho

Casa-Caja, de S-AR; Lisboa 7, de AT103 o Alfonso Reyes 200, de Ambrosi | Etchegaray, son ejemplos de tres edificios de distintos niveles socioeconómicos construidos con la misma materia prima que predomina en la arquitectura informal mexicana —el bloque de concreto—, que no garantizan resultados a gran escala en el mercado inmobiliario. Otros arquitectos como Derek Dellekamp, Tatiana Bilbao o Juan Pablo Maza, también se han preocupado por la vivienda social o popular. Hace unos meses, al recibir la Medalla de Bellas Artes, a sus 95 años, Reinaldo Pérez Rayón presentó un proyecto de módulos prefabricados de plástico para vivienda social. A pesar de sus bondades, en ninguno de estos casos la arquitectura es suficiente para resolver un tema tan complejo. Acaso la pregunta que Buckminster Fuller lanzó a Norman Foster, “¿cuánto pesa su edificio?”, debe transformarse en el contexto de la vivienda en un no tan prosaico: “¿cuánto cuesta su casa?”.

 


Alejandro Hernández Gálvez es arquitecto. Coautor del libro 100×100 Arquitectos del Siglo XX en México (2011) y autor de sombrillas, sombreros, sombras [de los principios de la arquitectura] (2013), es director editorial de Arquine.


[10 de febrero de 2015]

Alejandro Hernández Gálvez

Es arquitecto. Ha colaborado para periódicos y publicaciones como Reforma y Letras Libres. Coautor del libro 100×100 Arquitectos del Siglo XX en México (2011), y autor de sombrillas, sombreros, sombras [de los principios de la arquitectura] (2013).

 

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Comunidad Vivex, Casa Caja (2014). Cortesía del despacho