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Fritzia Irízar Rojo, Sin título (Naturaleza de imitación) (2012). Cortesía de la artista.
Sin título (Totem II) 2012. Cortesía de la artista.
Sin título (Naturaleza de imitación) (2012). Cortesía de la artista.

Obliteraciones: el intercambio sin título

14.04.2014

En 2002 Fritzia Irizar colocó un tragamonedas en la entrada de la Galería Garash de la ciudad de México. Así, para ingresar a la sala, el público debía depositar de manera voluntaria un “donativo” que representaba el valor económico por consumir una obra de arte. Sin título (tragamonedas) adquiría sentido por la respuesta del espectador. 10 años más tarde la artista nacida en Culiacán en 1977 presentó en Zona Maco una barra de sal compactada, dispuesta sobre un pedestal, que costaba 100 pesos por kilo. En Sin título (tótem II) la sal se convertía en una reliquia de adoración que incrementaba su valor al insertarse en las dinámicas del mercado del arte.

Ambos proyectos forman parte de Obliteraciones (1939-2014), que muestra 7 piezas realizadas entre 2002 y 2012 que analizan los valores económico, simbólico o, incluso, místico, como cualidades que se otorgan a un objeto o un fenómeno relativas a la experiencia del sujeto y sus circunstancias; una constante en la obra de Irizar.

La artista mexicana expone desde sus procesos de trabajo los principios que fundamentan el intercambio y el consumo de bienes. Revela escalas de valores de diferente orden que surgen de su comprensión del mundo. Tatiana Cuevas, curadora de la muestra, emplea la documentación de los proyectos para analizar cómo se llevan a cabo estos acontecimientos en la esfera pública (que coinciden con la precariedad de las instituciones artísticas y políticas mexicanas), paradójicamente desde un museo público.

Con excepción de las maquetas detalladas que reconstruyen los escenarios donde se llevaron a cabo los 7 proyectos, Obliteraciones no exhibe objetos. Aunque las maquetas resultan innecesarias, subrayan la anulación de la obra de arte objetual en el trabajo de Irizar, donde las redes simbólicas prevalecen como premisa artística.

Irizar también presentó un performance inaugural alrededor del concepto de obliteración: intervino la fachada de la Sala de Arte Público Siqueiros con confeti hecho de los registros fotográficos —que ella misma tomó— de los cuatro paneles del mural Retrato de la Burguesía (1934) de Siqueiros (de esa fecha el título de la exposición). Inspirada en la frase «al pueblo pan y circo», la abstracción/destrucción de la imagen del foro fue una acción crítica sobre la manipulación que se ejerce sobre los discursos del arte y la política.


[14 de abril de 2014]

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