—Diseño

Dentro del ámbito del diseño, la escena oaxaqueña se encuentra en la búsqueda de una unión coherente que la pueda llevar a explotar mejor la disciplina. Durante un paseo por el andador turístico, es inevitable encontrarse estas llamadas “piezas de diseño” en arte, textiles, artesanías o mobiliario, entre otras, que venden esta falsa premisa sólo con la finalidad de cotizarse más alto.

En respuesta a esta omisión de claridad, el Centro de Diseño de Oaxaca, con una ordenación basada en el diseño participativo y la creación de políticas públicas definidas, ha acertado al permitir a los usuarios ser los propietarios de sus mismos proyectos. Así desarrolla la idea de autosustentabilidad que permite el crecimiento de trabajos de forma autónoma mientras incorporan al diseño como la herramienta para el perfeccionamiento político, económico y social del estado.

Al nacer como una institución pública destinada en su totalidad al diseño, ha generado resonancia a nivel nacional por su estructura, impacto e innovación, y ha replicado en el desarrollo de proyectos similares en los estados de Puebla y San Luis Potosí. A nivel internacional, alcanzó el éxito a escasos meses de su inauguración con la invitación a presentar su primera exposición, Objeto transverso, en uno de los países más destacados dentro del diseño contemporáneo, Finlandia.

La singularidad en su metodología de trabajo proviene del cumplimiento de sus objetivos y de la estrecha relación dentro del programa de Gabino Cué, gobernador del estado, y de Lizeth Galván, directora del recinto, quienes promueven proyectos como el diseño y entrega de 750 000 uniformes para niños de educación básica, así como el apoyo a iniciativas privadas como la creación de imágenes corporativas eficientes.

—La gastronomía

La tradición de los textiles comparte importancia con la gastronomía. Recientemente, la cocina oaxaqueña contemporánea ha ganado notoriedad gracias a personajes como Alejandro Ruiz, chef ejecutivo de la marca Casa Oaxaca, quien comparte créditos con Enrique Olvera como dos de los chefs más importantes de México.

Gracias a esta aportación creativa y a la belleza que ofrece la ciudad, la sociedad del país lo ha vuelto un destino en boga para la realización de eventos sociales.

—Los textiles

Si hablamos de objetivos bien definidos, claros y con conceptos sustentados en estilos tradicionales, la moda oaxaqueña nos presenta varias vertientes de éxito. Sin embargo, una de las tradiciones más arraigadas del estado es la de los textiles y bordados.

La indumentaria local no siempre fue vista como un parámetro por seguir dentro de lo fashion y actual en las tendencias hasta que se comenzó a reconocer y honrar el gran compromiso y calidad que los tejedores, bordadores y artesanos ponían en cada uno de sus trabajos. Las horas invertidas en la manufactura de cada prenda comenzaron a pagar dividendos con proyectos como el Museo Textil, erigido por la Fundación Alfredo Harp Helú, que le da un valor agregado al volverlo pieza de museo.

Sin embargo, el ámbito de los textiles no sólo obedece a esta tradición; existen proyectos contemporáneos que realizan intervenciones heterodoxas muy interesantes. Tal es el caso de Mole Negro, que toma su nombre de uno de los estereotipos de la gastronomía oaxaqueña, con la intención de extrapolarlo en sus diseños textiles como una propuesta rica en colores, ingredientes y presentaciones.

—
Un vistazo a la escena contemporánea de Oaxaca:

Alerta máxima: Disciplinas creativas en Oaxaca
01. Arte: Más allá de la escuela oaxaqueña
02. Guillermo Olguín
03. Colectivo Lapiztola
04. Entrevista con Fernando Galvez
05. Disciplinas creativas: Diseño, gastronomía y textiles
06. Diseño en Oaxaca: Entrevista con Lizeth Galván
07. Un día en Oaxaca

—
[1 de abril de 2013]