Decir que el cine rumano ofrece una de las estéticas más estimulantes de la última década no es mencionar nada nuevo. La revista inglesa Sight & Sound se refirió a ella como una de las cinco más interesantes del siglo XXI, junto a la mexicana, la argentina, la surcoreana y la iraní. Así, el Festival Internacional de Cine de la UNAM presenta una de sus joyas más interesantes contemporáneas. Cuando la noche cae sobre Bucarest o Metabolismo, de Corneliu Porumboiu, es una reflexión sobre el lenguaje de la disciplina efectuada desde las propias imágenes en movimiento.

Un director de cine está grabando su producción más reciente. Al mismo tiempo entabla una relación amorosa con la actriz de su filme. El cineasta repasa verbalmente las escenas con ella. Y en algunos momentos las ensaya con el propósito de mejorarlas. En las conversaciones expresa las cualidades estéticas del cine y sus ideas respecto del ritmo de montaje y el tiempo narrativo. Por ejemplo, en la primera secuencia el hombre y la mujer se encuentran abordo de un auto. Él maneja y ella ocupa el asiento del copiloto. Durante el viaje expone la diferencia entre el celuloide y el digital, y los vincula con la manera de capturar los sentimientos de los personajes. Eventualmente el espectador observa que algunos de los postulados que el protagonista expone dentro de la pantalla se proyectan en las imágenes que está presenciando. Como cuando el director y la actriz revisan una escena donde ella sale del baño y escucha secretamente una conversación… Sorpresivamente, el director sale de bañarse y escucha que ella habla por teléfono, trastornando sus emociones afectivas. En suma, cine dentro del cine.

Corneliu Porumboiu ha creado una magnífica pieza audiovisual no muy alejada de los intereses estéticos de otra pieza clave de la cinematografía rumana: 12:08 al Este de Bucarest. Ambas películas son narradas a través de un ritmo moroso (Cuando la noche cae… tiene alrededor de 17 planos, algunos de ellos planos secuencias de más de 10 minutos donde la cámara se mueve escasamente). Igualmente se desarrollan en la capital de aquel país. Probablemente 12:08 exhibe un comentario explícito respecto de la dictadura de Ceaușescu que no se halla en la última producción de Porumboiu. En todo caso, los dos filmes ofrecen análisis detallados, a partir del distanciamiento brechtiano, de las posibilidades imaginativas de los discursos audiovisuales.

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Abel Cervantes es comunicólogo. Es director editorial de Código. Participó con un ensayo sobre Carlos Reygadas en el libro Reflexiones sobre cine mexicano contemporáneo (2012), publicado por la Cineteca Nacional. Colabora en La Tempestad e Icónica.

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[6 de marzo de 2014]