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La reapertura del Museo Tamayo: Entrevista a Julieta González, Curadora en jefe

20.08.2012

El Museo Tamayo reabre sus puertas este mes de agosto después de casi un año de remodelación. La ampliación estuvo a cargo del arquitecto Teodoro González de León (México, 1926), co-autor del edificio original, quien explica que es sólo como si el museo hubiera extendido un brazo. Tras ser ampliado en un 30%, el museo contará, entre otras cosas, con nuevas y mejores salas de exhibición, un restaurante de alta cocina, tienda y auditorio remodelados, un centro de documentación y espacios al aire libre.

Platicamos con Julieta González, su Curadora en jefe, acerca de las nuevas perspectivas que esto representa para el museo.

En el mapa de museos y galerías de México, el Museo Tamayo ha sido pieza fundamental por la calidad de sus exposiciones. A tu juicio, ¿qué representó su ausencia durante un año? ¿Consideras que hubo algún vacío respecto a la oferta artística en este lapso?

De eso no te puedo hablar con propiedad porque de hecho no viví en México durante el período que mencionas pero supongo que en cierto modo sí, porque obviamente se siente la ausencia de un museo como el Tamayo, que ha tenido tanta presencia al cerrarse. Sin embargo, el resultado de este lapso es que ahora el museo prácticamente ha duplicado algunos de sus espacios expositivos y que, como dice Carmen Cuenca —Directora del Museo Tamayo Arte Contemporáneo—, en cierto modo se desdobló. Eso ahora se traduce en mejores espacios para el espectador como la nueva cafetería, la nueva tienda y librería, que son espacios con los que el museo no contaba antes. Por otro lado, las nuevas salas son realmente impactantes y además se ha hecho un trabajo muy interesante porque justamente en ese desdoblamiento del que habla Carmen se siente la transición entre las salas viejas y las nuevas, pero es una transición muy bonita, no es para nada abrupta; por el contrario, se siente muy fluida. De hecho yo estoy trabajando con una de esas combinaciones de sala nueva y vieja, y ha sido un espacio muy interesante de trabajo.

¿Por qué crees que fue necesario o a qué respondió la remodelación y ampliación del museo? ¿Era un espacio que no se adecuaba ya a las necesidades expositivas?

No sé si yo podría responderte a esta pregunta pero hablando de casos generales, muchos museos últimamente han buscado ampliar sus espacios. Tengo la experiencia de la Tate Modern —donde trabajaba antes—; ahí están haciendo un edificio gigantesco al lado del que ya por sí mismo es enorme. Ante la intención de atraer a más público y tener programas expositivos más ambiciosos, me parece que la respuesta es sí; en efecto, siempre surge esa necesidad. Aquí hubo una ampliación de otros espacios infraestructurales, como la bodega y las oficinas mismas, que contribuyen también al mejor funcionamiento del museo.

¿Qué nos ofrecerá ahora el Museo Tamayo en términos de nuevos espacios?

En principio, salas mucho más grandes. Por ejemplo, del lado que ocurrió la ampliación, las salas prácticamente se duplicaron, entonces la salas 3, 4, 6 y 7 ahora cuentan con un espacio del doble de tamaño que anteriormente tenían. Las salas 3 y 4 ahora tienen 820 m2. Son salas que permiten hacer exposiciones mucho más ambiciosas y complejas. Además ahora contamos con la cafetería, la librería y el centro de documentación.

Entonces, en ese sentido, estos nuevos espacios van a posibilitar nuevos proyectos curatoriales. Asumo que esto representa generar en el público una nueva experiencia museística y una nueva forma de experimentar el consumo cultural.

Creo que todo va de la mano. Hay nuevos espacios y estamos abriendo una programación muy diversa que toca distintos aspectos de la producción del arte contemporáneo. Asimismo tenemos la presencia continua de Rufino Tamayo dentro de la programación del museo. Vamos a abrir con una exposición de Tamayo curada por el maestro Juan Carlos Pereda y Adriana Domínguez, titulada Tamayo Trayectos. El resto de las exposiciones son de artistas contemporáneos internacionales. Además hay dos exposiciones temáticas, más dos proyectos de artistas: uno de Ryan Gander en la sala dos y uno más de Pierre Huyghe en el patio de esculturas.

Tienen también contempladas varias exposiciones con artistas mexicanos, es el caso de Primer Acto y El mañana ya estuvo aquí…

Sí, en Primer Acto participan algunos artistas mexicanos: Fritzia Irizar, Juan Bruggeman y Adriana Lara, quien recientemente participó en dOCUMENTA (13). Por ejemplo, en la exposición que presento, tengo a dos artistas mexicanos, Julieta Aranda y Pedro Reyes, quien tiene una participación mixta porque hay una obra de él que, de hecho, pertenece a la colección del Tamayo.

Sé que habrá también un Centro de Documentación con ambiciones distintas respecto a centros de la misma naturaleza que ya existen en otros museos…

En realidad el Centro de Documentación forma parte de las oficinas y se habilitó un espacio para ello. Sin embargo, hay una extensión de ese centro de documentación abierta al público y que está en salas; este espacio se llama de ahora en adelante Modulario. Es un espacio donde se presenta al público la documentación correspondiente a cada sala; no está dirigido precisamente al que va a hacer investigación, es la documentación de las exposiciones que están y estarán en curso. Para Carmen era muy importante darle este espacio a un diseñador, un arquitecto o un artista cada año. Este año se invitó a Gustavo Lipkau, quien está haciendo una intervención arquitectónica que acomodará distintos espacios más pequeños, como un lugar para asistir a charlas, donde se pueden proyectar videos, ofrecer material de los artistas participantes y permitir que el público consulte la información. Entonces, el Centro de Documentación está abierto a la investigación y el Modulario —que es una extensión en sala y que está afiliado a un proyecto arquitectónico, de diseño industrial o artístico— ocupará ese espacio según se elija cada año como una extensión de las exposiciones, organizado, desde luego, por el Centro de Documentación.

Desde tu amplia experiencia —estuviste como curadora asociada de arte latinoamericano en la Tate Modern—,  ¿crees que ahora el museo Tamayo, con su reapertura acompañada de un gran programa curatorial, está a la altura de instituciones internacionales importantes?

Yo creo que a otra escala, pero éste es un museo que ha logrado a través de su historia consolidarse de manera muy positiva y tener una reputación muy alta internacionalmente. De hecho en el calibre de los artistas que estamos presentando en la programación para la reapertura se puede ver. Son artistas que ya han participado en muchas exposiciones internacionales, bienales y ferias. Quizá es curioso pero tenemos una gran participación de artistas que han estado en la dOCUMENTA de este año y por pura casualidad. En ese sentido, se puede ver que la misma programación del museo de alguna manera recoge lo que está pasando internacionalmente.

En el plano de espacios expositivos para el arte contemporáneo en México, ¿qué crees que hará diferente la oferta artística que presenta el MuAC o incluso el MARCO frente a lo que nos va a ofrecer ahora el museo Tamayo?

Hablar del MARCO es hablar de una ciudad distinta pero en cuanto a los museos de esta ciudad creo que cada uno tiene su perfil; creo que lo que ha hecho el museo Tamayo es consolidar un perfil de vocación internacional, mismo que quiso darle Rufino Tamayo cuando donó la colección que hizo especialmente para crear un museo para el pueblo mexicano. Me parece que es una premisa que este museo ha tenido muy clara y se ve reflejada en su programación.

 


Desde 2009, Julieta González (Venezuela) fue curadora asociada de arte latinoamericano de la Tate Modern. Ha pasado por el Whitney Museum Independent Study Program, el Museo de Bellas Artes y el Museo Alejandro Otero de Caracas, el Espacio1414-Colección Berezdivin de Puerto Rico y ha realizado curadurías para bienales como las de Praga, Lyon y la Trienal Poligráfica de San Juan, Puerto Rico. Ahora llega a México como Curadora en jefe del Museo Tamayo Arte Contemporáneo.

La reapertura del Museo Tamayo incluye siete nuevos proyectos curatoriales: una retrospectiva del artista Rufino Tamayo (México, 1899-1991); dos exposiciones colectivas, El mañana ya estuvo aquí y Primer Acto; y la presentación de los proyectos de tres artistas contemporáneos: Pierre Huyghe (Francia 1962) con El día del ojo, Nueva Matemática de Michael Stevenson (Nueva Zelanda, 1964) y Ryan Gander (Inglaterra, 1976) presenta Boing, boing, squirt.

www.museotamayo.org


[20 de agosto de 2012]

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