No se trata de una nave espacial como la imaginaban las películas de ciencia ficción en la década de los 50. Las imágenes en galería son renders del nuevo proyecto de Fernando Romero: Museo Mazatlán. Hace unos días el despacho FR-EE, a cargo del arquitecto mexicano, dio a conocer el diseño que albergará el centro cultural para la difusión de la producción local desde una perspectiva histórica y antropológica. Mazatlán es conocido como «La Perla del Pacífico», motivo por el cual la estructura remite a una perla dentro de su ostra. Se espera que la construcción sea iniciada en 2016.

El edificio estará ubicado dentro del bosque de la ciudad, e integrará una cúpula geodésica que integrará la planta baja con vista al parque y la planta alta con vista a la ciudad y al mar. Construido sobre una base alta por la propensión a inundaciones del terreno, estará rodeado del paisaje de árboles de tule y una laguna. Los laterales tendrán pequeñas perforaciones para iluminar la planta baja del museo. 

La museografía estará a cargo de Marinela Servitje, directora de Siete Colores Ideas Interactivas, empresa dedicada a la creación de espacios públicos para la convivencia, esparcimiento y aprendizaje. El despacho propone un diseño sostenible que tome energía de los paneles solares en su fachada; también se considera reutilizar elementos naturales locales y materiales permeables para la edificación. 

Romero ha realizado obras públicas y privadas de gran escala, dentro y fuera del país. Actualmente desarrolla una de las infraestructuras más grandes de América Latina, aliado con Norman Foster (Foster + Partners): el nuevo Aeropuerto de la ciudad de México. El proyecto ha sido controversial por el poco transparente proceso bajo el que fue elegido, además de sus implicaciones sociales, económicas, culturales, financieras y ambientales al estar prevista su construcción en la zona del Lago de Texcoco. 

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[7 de julio de 2015]