Para celebrar su vigésimo aniversario, el Museo de Arte Contemporáneo de Nimes encargó la curaduría de una exposición temporal al arquitecto Norman Foster, autor del edificio del museo (construido en 1993), por lo que conoce y se identifica con cada espacio a la perfección.

El eje temático de la muestra es el movimiento físico y espiritual. De ahí el título: Moving, Norman Foster on Art. Es una invitación a adentrarse en el pensamiento de uno de los arquitectos más representativos de nuestra época.

Velocidad, masa, fluidez, abstracción, espacio, trascendencia, gravedad y espiritualidad son sólo algunas de las claves para encontrar el hilo de Ariadna en el recorrido de la exposición. Foster eligió obras que definen un espacio poético, resistente en ocasiones a la interpretación, pero con una relación única con el mundo y el tiempo.

Cada una de las piezas seleccionadas pertenece a artistas contemporáneos o emergentes que Foster aprecia, conoce y/o colecciona y ocupan los dos niveles completos del museo, incluyendo el hall y la escalera principal.

El movimiento se aprecia también en la distribución de las obras, ya que yuxtapone elementos de diversas épocas en un mismo espacio. En sus palabras, es una exposición en la que no hay reglas, tal como si fuera su casa, en la que no se tiene que dar una explicación de por qué se coloca, por ejemplo, una pintura abstracta del joven Daniel Lergon junto a la escultura en bronce Standing Woman de Alberto Giacometti de 1958.

Algunas de las piezas fueron creadas especialmente para la muestra, como la instalación sonora del estadounidense Bill Fontana, quien ha expuesto en la Tate Gallery de Londres y en el Golden Gate en San Francisco y que en esta ocasión fusiona los sonidos que se generan en el museo con los “fantasmas” del desaparecido Gran Teatro de Nimes, que se incendió en 1952. Otros artistas que han creado piezas específicas para la ocasión son el brasileño Nuno Ramos, que realizó una monumental instalación, y el danés Olafur Eliasson.

Una de las piezas más representativas y muy apreciada por el mismo Foster es una versión en bronce de la escultura futurista de Umberto Boccioni de 1913, Forme uniche della continuità nello spazio.

Otra pieza destacada es un poliedro de madera de palisandro amarillo diseñado por Ai Weiwei, quien utilizó una técnica tradicional de ensamblaje sin ningún tipo de pegamento, clavos ni tornillos y que nos recuerda al mapa Dymaxion de Buckminster Fuller o a los poliedros de Leonardo DaVinci.

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[11 de julio de 2013]