La apreciación entre moda y arte es mutua, al menos desde el Vestido langosta o el Sombrero zapato que Salvador Dalí diseñó en 1937 junto a Elsa Schiaparelli, o los vestidos de bloque multicolor que Yves Saint Laurent presentó en 1965, retomando los lienzos de Piet Mondrian. Más recientemente destacaron las colaboraciones de Yayoi Kusama y Takashi Murakami con Louis Vuitton.

Como en 2004 documentó The Moderna Museet Museum, hay tres períodos en los que las disciplinas tuvieron importantes convergencias: en la década de los 20, con el surrealismo; en los 60, con el movimiento pop art y a principio de los 90. Pero los últimos diez años no han sido la excepción. Código revisa cinco colecciones de moda recientes inspiradas en el arte, o bien, hechas en colaboración con artistas.

—Misha Nonoo y Dustin Yellin, Primavera-verano (2015)

Las prendas de esta colección muestran un estampado con reminiscencias de las esculturas de vidrio de Yellin, de la serie Psychogeography. La entrega redefine las siluetas tradicionales a través del visor de las artes visuales. Hay un balance entre las prendas monocromáticas y aquellas que hacen referencia al trabajo del artista.

Colaboración de Misha Nonoo y Dustin Yellin, 2015. Tomada de Harper’s Bazaar.

—Raf Simons y Sterling Ruby, Otoño-invierno, (2014)

Con una amistad de años atrás, el joven diseñador belga trabajó en una colección junto a Ruby, considerado por la crítica de arte estadounidense Roberta Smith, en el New York Times, como «uno de los artistas emergentes más interesantes del siglo». Se trata de una línea masculina con referencias al utilitarismo y a la ropa de trabajo. Las prendas fueron intervenidas con impresiones de grafiti, parches con la palabra Fathers —una constante que remite a la figura autoritaria de la cultura occidental—, mientras que los zapatos, en colores brillantes o de diseño parecido al del calzado de Converse, se sostuvieron en grandes proporciones.

—Open Ceremony & Magritte: Primavera-verano (2014)

El surrealismo es una de las corrientes artísticas preferidas de los diseñadores de moda, pero hace tiempo que no se veía una alusión tan bien ejecutada. La colección, dirigida por Carole Lim y Humberto Leon, va más allá de los guiños para dialogar abiertamente con las pinturas más conocidas del artista René Magritte. Como si el objetivo fuese diseñar nuevas formas para el lienzo, las prendas llevan impresos los rostros cubiertos de Los amantes (1928), otras piezas igualmente conocidas y algunas más que llevan su inspiración. Las fotografías de la campaña fueron otro acertado acercamiento al movimiento.

Open Ceremony & Magritte, 2014. Tomada de Behance.

—Louis Vuitton yDaniel Buren, Primavera-verano (2013)

El trabajo del artista francés Daniel Buren, conocido por su impacto en la cultura gráfica, influyó la simétrica y brillante colección de Vuitton, marca que tiene predilección por hacer mancuernas con artistas visuales, como lo hizo anteriormente con otros artistas como los hermanos Chapman. La línea, a cargo de Marc Jacobs, fue inspirada por el trabajo simétrico del artista, quien también estuvo a cargo de crear el escenario para la pasarela y su campaña publicitaria. Sin duda, una de las colecciones más memorables —e imitadas por las cadenas fast fashion— de su temporada.

—Alejandra Quesada. Homenaje a Pedro Friedeberg: Otoño-invierno 2012

La reconocida diseñadora mexicana llevó su inspiración por el trabajo del pintor y escultor (nacido en Italia pero de formación mexicana) a un estilo chic: combinados con leggins, terciopelo y suéteres en felpa, Quesada retomó algunos estampados del artista para dar sentido a su colección. Cuellos bobos, camisones y faldas midi portaron elefantes, gatos multicolor y otras figuras de la obra de Friedeberg.

Diseño de Alejandra Quesada en homenaje a Pedro Friedeberg: Otoño-invierno, 2012.