Actualmente el Museo Amparo presenta la exposición Micromegas de Pablo Vargas Lugo en colaboración con el Museo Tamayo Arte Contemporáneo de la Ciudad de México.

El trabajo de Vargas Lugo (Ciudad de México, 1968) se ha definido por su propuesta en torno a objetos y proyectos específicos que plantean un desafío a la inmediatez de la percepción, las convenciones de la comunicación y las expectativas de la significación. Un cuestionamiento ante la estrechez de mirada en el pensamiento visual. El artista intenta elaborar un universo creciente de enigmas visuales que son a la vez lúdicos e intelectualmente demandantes, y emergen de una impredecible combinación de imaginarios.

Micromegas es el nombre del joven habitante de Saturno que protagoniza la novela filosófica del mismo nombre que Voltaire escribió en 1752. El autor imaginó al personaje viajando con un habitante de la estrella Sirio hasta la Tierra, donde, venciendo la descomunal diferencia de tamaño, dialoga con un grupo de sabios de la expedición de Maupertius, quienes pretendían determinar la medida exacta del meridiano terráqueo.

Bajo el título homónimo de la obra clásica de ficción filosófica, el artista mexicano ofrece un horizonte de su producción en lo que va del siglo XXI: una meditación sobre la volatilidad de la representación en el presente, una que juega con las bases de la experiencia y se dirige a alimentar el goce de una belleza oblicua. Lo que Vargas Lugo entrega a sus espectadores es una experiencia de lo diverso a la que no corresponde mapa alguno. Una serie de perforaciones y reflejos en el continuo del conocimiento y la peligrosa evidencia de la percepción.

Curada por Cuauhtémoc Medina, la exposición es una panorámica de un artista destacado de la escena de arte contemporáneo en México. Estará acompañada de un libro-catálogo con textos de Cuauhtémoc Medina, y un diálogo con el artista, antropólogo y pensador Francesco Pellizzi.

Entre las obras que Vargas Lugo presenta en Micromegas, se encuentran:

—Intemperie (Vestíbulo del Museo Amparo)

En 2007 Vargas Lugo produjo un enorme dibujo de arena en el piso de la Oficina de Proyectos Artísticos de Guadalajara (OPA), trazando en su interior los colores y ojuelos de una mariposa guatemalteca. Esa Hamadryas guatemalena marmarice Mandala (2007) se apropiaba de la técnica tibetana de trazar mandalas con arena coloreada en el suelo, como medio de meditación,  para referir a procesos de pensamiento en cierto modo inestables y efímeros. En 2012 el artista retomó la idea al crear una instalación ilusionista de una alfombra bajo el título Intemperie en el Museo Experimental El Eco de la Ciudad de México. Más allá de invitarnos a comparar una variedad de modelos de representación “plana” del mundo, la pintura de piso de Vargas Lugo aparece como un territorio frágil y erosionable: un espejismo en un templo sin techo.

—Quipu anómalo (Galería 2)

La palabra quipu en esta instalación y dibujos no se refiere a lo fabricado como instrumento contable por las culturas andinas, sino que se usa para designar el diagrama que representa la situación de nuestro sistema planetario en el mensaje gráfico que Carl Sagan, Linda Salzman y Frank Drake diseñaron para acompañar a la sonda Pioneer en su viaje interestelar. La similitud entre la codificación de dicho diagrama y las teorías académicas más recientes sobre la interpretación de los quipus da pie al cruce de ambos horizontes tecnológicos en este trabajo. La serie de pinturas, por su parte, desmiembran la totalidad del mensaje, ignorando en diferentes grados su orientación, figuración y jerarquías, presentándose como conclusiones que otras tantas (hipotéticas) civilizaciones extraterrestres podrían sacar de él.

—Eclipse (Sala de Exposiciones Temporales)

El 6 de junio de 2013 Vargas Lugo condujo una peculiar ceremonia solar en las escalinatas y en la base de la pirámide de Cholula, Puebla. Ayudado por varios cientos de estudiantes del Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec (CENHCH) de la ciudad de Puebla, el artista escenificó los eclipses que habrán de ser visibles en la región poblana en los siguientes mil años.

El medio de figuración de esos fenómenos astronómicos fue anteriormente un recurso típico de la política de masas: los mosaicos humanos hechos con multitudes que despliegan coordinadamente láminas coloridas de cartón o papel son parte del vocabulario de los desfiles, eventos deportivos y eventos propagandísticos del siglo XX. Precisamente por sugerir la posibilidad de la absoluta discontinuidad, del cese del Sol y el tiempo, los eclipses aparecen como catástrofes de la temporalidad y como un punto de comunicación necesaria entre la incompatibilidad de las culturas.

Micromegas fue inaugurada el 21 de junio y se encontrará abierta al público  hasta el 22 de septiembre de 2014.