Hoy, bien podemos decir que la apariencia sí importa. Cuando estamos por comprar un objeto, nos fijamos en que sea atractivo y funcional; en eso se basa nuestro juicio para decidir comprarlo o no. Bajo este supuesto, Ariel Rojo ha integrado el diseño industrial a su vida diaria, lo que ha sido reconocido por marcas internacionales como Kikkerland —representada en México por Gava Design—. El diseñador y la compañía americana decidieron crear un incentivo que impulse esta disciplina: se trata de un concurso/taller en el que participan alumnos del Centro de Investigaciones de Diseño Industrial (CIDI) de la UNAM.

La idea del proyecto, además de impulsar a nuevos diseñadores, es generar conceptos y productos para la “vida real”, siempre y cuando tengan una referencia cultural mexicana. Ariel colaboró con los estudiantes utilizando como base una técnica sencilla de diseño: A + B = D [Elemento cultural o referencia contextual + un objeto como una silla, un lápiz o un llavero = Diseños funcionales y divertidos]. Se seleccionarán cinco productos de acuerdo a su calidad, originalidad y viabilidad, y serán exhibidos en el espacio de Kikkerland durante la International Contemporary Furniture Fair (ICFF).