En los inviernos de los Alpes suizos el frío y la nieve obligan a quedarse en casa, a veces por periodos tan prolongados que, sobre todo en tiempos pasados, no había modo de conseguir alimentos frescos y las alacenas se iban vaciando poco a poco. Pero nunca faltaban el queso, el chocolate y el pan. Así nació el fondue, una técnica de cocción a fuego lento que  ha trascendido la geografía y las temporadas del año porque es una auténtica delicia.

Y también un lujo, pues no sólo los quesos y el chocolate aptos para derretirse son productos altamente calóricos y por eso ahora además están gravados con IVA, sino que los instrumentos para prepararlo son especiales. No es un desayuno de media semana, vaya.

Por eso y por su excelente espacio y servicio, Melting Pot es sin duda un restaurante para ocasiones especiales. Luces suaves, mesas íntimas y una olla caliente al centro para compartir los alimentos son algunos de sus elementos que lo hacen perfecto para una cita romántica, pero también para romper el hielo en una comida de negocios o para consentir a un cumpleañero.

Los meseros son de lo más atentos y conocen a la perfección la carta y las peculiaridades del fondue. Déjate guiar y lee con atención las opciones de la carta muy bien redactada para que encuentres el camino de tu apetito, el cual debe ir bien abierto, pues las porciones son abundantes y todo plato fuerte ya incluye el postre: chocolate derretido con frutas y pastelillos para sumergir con los pinchos.

La parte salada comienza con el queso, que es la entrada y viene acompañado de trozos de pan, frutas y verduras para pinchar. Hay muchas variedades para todo tipo de paladares, así que no tienen nada de qué preocuparse quienes rehúyen a los sabores fuertes de los lácteos europeos.

El segundo tiempo es el plato fuerte y consiste en carnes rojas, mariscos o pastas en trozos para cocinarlos en la olla central donde puedes elegir que bulla un caldo o aceite. Esta es la parte que requiere más atención, pues es fácil distraerse con la charla y dejar que se sobre cuezan.

Como todo esto se parece mucho al picoteo de una botana, se antoja acompañarlo con vino o algún coctel de invención de la casa. Valen la pena especialmente el Mangolicious (vodka, jarabe de mango y jugo de piña) o sin alcohol, la limonada con zarzamora.

Av. Presidente Masaryk 294, entre Aristóteles y Galileo, Polanco.
Tel. 5280 522
Lunes a  a sábado de 13:00 a 00:00 horas.
Domingo de 13:00 a 18:00
Costo aproximado: $600 por persona
@meltingpotmx

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[4 de abril de 2014]