Encasillar el trabajo de Tino Sehgal (Londres, 1976) es una tarea difícil, poco fructífera. Su obra camina entre una y otra disciplina, entre lo conceptual y lo performativo. Por supuesto, Sehgal no es un pionero en el campo del arte contemporáneo, argumento que presenta indudablemente en cada una de sus piezas. Sus antecedentes directos son el happening y las corrientes escénicas de finales del siglo XX. Sin embargo, esa herencia no se limita al trabajo con sujetos llevando a cabo una acción, sino que se introduce en la relación espectador-obra-institución-artista.

En este contexto, el próximo 24 de julio se inaugura la pieza THESE Associations, obra ex profesocomisionada por Unilever para la Tate Modern en el marco de la Olimpiada Cultural de la capital inglesa. Si hoy se googlea la exposición, no se encontrará mucha información acerca de la pieza que será exhibida. Se podrá hallar, eso sí, referencias a sus antiguos trabajos y la forma en que funcionan sus obras. ¿Por qué?

La obra de Sehgal recuerda el trabajo de artistas del performance como Yoko Ono y Marina Abramovic, que no dan muchos detalles sobre sus obras hasta que son expuestas. No obstante, no se encuentra información porque simplemente no la hay. Y éste es el punto en donde Sehgal se convierte en un artista contemporáneo de vanguardia. Sehgal se mueve dentro de las reglas de la institución, del museo, pero no se somete a ellas. Al contrario, impone estas normas a sus obras.THESE Associations es una pieza elaborada por comisión para el Turbine Hall y comprada por la compañía Unilever. Sin embargo, no existe contrato o instrucciones escritas que materialicen y sustenten la pieza, luego de ser exhibida. Sehgal vende movimientos, tiempo de trabajo, títulos a partir de la palabra oral intercambiada con un miembro del museo. El contrato se hace a la antigua, con un simple apretón de manos.