Tania Aedo, directora del Laboratorio Arte Alameda, describió como “un periodo de duelo” al tiempo en que la instalación SIN, de Mario de Vega, permaneció en el museo. Y es que las piezas estaban pensadas para ello: había, por ejemplo, una reja electrificada capaz de propinar una descarga de siete mil voltios a quien se acercara, además de otros dispositivos que exponían al público a sonidos de altísima intensidad que podían provocar alucinaciones y mareos —una presión acústica generada por un sistema electromecánico con dieciséis mil watts de potencia. En la que quizá era la pieza de efecto más impactante, Mario de Vega colocó una inscripción en latín: “He aquí que traigo el mal sobre este lugar, tal que quien lo oyere, le retiñan los oídos.”

Una de las piezas era la dislocación de la entrada al museo: se desmontó el área de recepción y, en su lugar, los visitantes eran recibidos por una cabina externa en la que debían firmar un documento para deslindar al LAA en caso de sufrir alguna reacción secundaria provocada por las piezas. Puedes ver el proceso en este video:

Ahora que la retrospectiva llegó a su fin y que las piezas fueron retiradas del museo, el artista y los curadores dejaron memoria de su presencia en el libro Atrás, realizado casi en su totalidad por Mario de Vega.

En las páginas de este libro encontramos un paseo por la obra del artista: fotografías del proceso de creación de la obra, momentos de explosión en los que atestiguamos el potencial creativo de la destrucción —como lo analiza Edgar Alejandro Hernández en esta columna de opinión en Código. De Vega confesó, en la presentación de su libro, que la selección de las piezas que documentan su trabajo fue como ver su obra con los ojos de otro. Escúchalo hablar sobre su trabajo en este video:

Atrás es una revisión del pasado. En una perspectiva lineal del tiempo, atrás es lo que queda a las espaldas de uno. Este libro no es un catálogo de obra ni una serie de oxímoron: es una narración contada por Mario de Vega a través de las imágenes que componen su obra. Es una historia de fragilidad: la vulnerabilidad de las estructuras —cualesquiera que sean— a través de la experimentación con materiales, sonidos y situaciones que desequilibran estas formas, además de percepciones para cambiar su calidad entrópica y transportarlas a un plano sensible.

Este paseo por diez años de la obra de Mario de Vega se acompañan con la pluma de tres personajes del quehacer curatorial, sonoro y crítico: Michel Blancsubé, Björn Gottstein y Andrés Oriard, quienes comparten las páginas de esta edición trilingüe (español, inglés y alemán) con un prólogo de Guillermo Santamarina.

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[4 de octubre de 2014]