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Los Enmascarados
El Huezquiztle
El Diablo
El Doblecara
La Borracha

Los Enmascarados, de Ana Jiménez

13.08.2014

Las máscaras, se dice, esconden la verdad. Y en sus formas se proyectan ficciones. Para la diseñadora mexicana Ana Jiménez, son imágenes que contienen las creencias y las tradiciones populares de México. Personajes como el diablo, los viejitos o el borracho, a menudo representados en piñatas, danzas y juegos tradicionales, inspiraron las 5 piezas de mobiliario que forman la serie Los Enmascarados (2014).

Para el diseño, Jiménez analizó los elementos de diferentes caretas, así como las características de los personajes seleccionados. Su interpretación no es literal. Cada mueble traduce conceptual y formalmente el simbolismo de las máscaras. El resultado: piezas divertidas y visualmente atractivas. Su producción tiene un toque artesanal que, sin embargo, no cae en el folclor.

 

—El diablo

Es una cajonera que representa el aspecto bromista del personaje mítico religioso. Sus formas, con los brazos levantados, proyectan la idea de un diablo listo para saltar sobre cualquier alma y hacer travesuras. Pero la máscara lo cubre y asegura que “el diablo [¿el verdadero?] lo obligó a hacerlo”. Aunque los colores de la pieza son fríos (naranja y gris), el relieve de los cajones parece dibujar la silueta de una sonrisa pícara.

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—El viejito

A diferencia de El diablo, El viejito anda con los brazos caídos demostrando su vejez. Se trata de un mueble pequeño que aparenta una postura encorvada por el contraste entre sus colores. Y su cara muestra trazos como si se trataran de arrugas. Si bien su nombre hace referencia a un anciano, para la diseñadora era importante representar los movimientos y la vitalidad de estos personajes, como sucede en la tradicional Danza de los viejitos de Michoacán. Está disponible en naranja y azul.

Untitled

 

 

 

 

 

 

 

 

—El doblecara

Sus formas representan la lucha entre el bien y el mal. La primera cara luce aparentemente normal, con sus cuatro patas fijas sobre el suelo y sus cajones en posición horizontal —como la función convencional lo dicta—, mientras una segunda cara pervierte el orden con sus cuatro patas en el aire y un cajón invertido. ¿Qué podría esconder aquel cajón tan tentador? La respuesta es igual de incierta que las sorpresas que pueda dar una persona de “doble cara”. La pieza puede encontrarse en colores gris, amarillo y verde.

doblecara

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

—La borracha

De pies a cabeza la cómoda parece estar borracha, sus ocho patas parecen no ser suficientes para mantenerla en equilibrio. De pronto, logra sostenerse firme. En las puertas superiores, los orificios, de diferentes tamaños, lucen como dos ojos desorbitados por el alcohol. Por su parte, las manijas de los cajones también aparecen chuecas. La borracha viene en colores rojo, rosa mexicano y verde agua.

la borracha

 

 

 

 

 

 

 

 

—El Huezquiztle

También conocido como el bufón, representa al alma de la fiesta. Sus brazos, en posición hacia el cielo y ondulante, proyectan movimiento, como si se tratara de un gran bailarían. Para Jiménez, el Huezquiztle bromea con los niños y las mujeres. Sus colores son verde o morado.

huezquitle

 

 

 

 

 

 

 

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Ana Jiménez (Guadalajara, 1987)

Estudió diseño industrial en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey. Recientemente se graduó de la maestría de Diseño de mobiliario en Central Saint Martins (Universidad de Artes de Londres), donde presentó la serie Los Enmascarados como proyecto de titulación. Jiménez también es cofundadora del colectivo Cast of Creatives, dedicado al diseño de muebles.

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