Escribir sobre qué es lo mejor del diseño en diez años es algo que resulta subjetivo, ¿quién puede tener la autoridad para dar con certeza un juicio que no caiga en algo totalmente personal? Sin embargo, como diseñador, reconozco que hay objetos, productos o piezas que marcan una diferencia: piezas que trascienden el tiempo y que quizá resulten controversiales.

Para mí, el objeto que transformó la manera de interactuar, socializar y comunicarse es iPhone, un dispositivo de acceso a la información portátil lanzado por la empresa Apple en junio de 2007 y que hoy día se ha popularizado en todas las partes del mundo.

Su interfaz sencilla y su pantalla táctil sorprendieron a propios y extraños dejando claramente una huella en la historia, difícil de superar por las demás compañías tecnológicas; además, para el iPhone, sus desarrolladores crearon inteligentemente un sistema de código abierto que ha permitido que hoy por hoy haya miles de aplicaciones de distinta índole que puedan descargarse en el equipo.

Existen muchos teléfonos donde se puede tener acceso a correo electrónico, internet y redes sociales; sin embargo, iPhone se ha convertido en un “gadget de status” que ningún otro equipo podrá igualar.

La belleza de su diseño y proporciones, su pantalla de cristal, su carcaza brillante, la sencillez y claridad de su interfaz, sumados a la limpieza de su gráfica y espléndido empaque, hacen que el iPhone sea toda una experiencia y objeto de deseo, aspiracional y sumamente atractivo. Digan lo que digan otros usuarios, el iPhone no es sólo un teléfono, es un objeto de design.

Mauricio Lara(ciudad de México, 1968) es diseñador y fundador de EOS México. Su obra ha obtenido numerosos reconocimientos y ha sido expuesta y publicada en el país y el extranjero.