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Lo mejor de la década, por Daniel Guzmán

17.07.2012

Nunca me han gustado las encuestas, y ahora que me solicitan mi opinión acerca del estado del arte contemporáneo al término de esta década, me declaro totalmente incompetente para hacerlo; mi memoria ha dejado de ser aquélla que me permitía recordar datos tan «insignificantes» como quién fue el bajista del grupo Uriah Heap que murió electrocutado en una tocada en vivo o cuál fue el disco que dio al traste con la carrera maravillosa que hasta ese momento llevaba Gary Numan en la escena de la música new wave de Inglaterra y del resto del mundo. Así las cosas. Para mí, la escena del arte de ahora es una masa sin pies ni cabeza que se engulle todos los espacios de nuestra vida íntima y cotidiana, dejando poco lugar para la gente de a pie, como dijo el poeta boxeador Arthur Cravan en 1914: «Dentro de poco en la calle no veremos más que artistas y tendremos toda la dificultad del mundo para encontrar un hombre», sentimiento que comparto plenamente. ¿Cuál es la urgencia de toda esta gente de hacer arte? Es un misterio, pero no del tipo que me atraen, ni modo; me gusta más la idea de las pequeñas cosas que no entran en las listas de lo «mejor» de la década del siglo que sea, me encuentro a gusto dentro de los márgenes de un libro que se escribe de una forma colectiva como dijo el poeta John Donne: «Toda la humanidad es de un autor, y es un volumen; cuando un hombre muere, no se arranca un capítulo de un libro, sino que se traduce a una lengua mejor; y todo capítulo debe ser así traducido».

PD. Las respuestas a las preguntas que mencioné arriba son: Gary Tahin y el disco Dance… mil disculpas… finalmente me acordé de tres momentos que me hicieron muy feliz en esta década, pero no recuerdo las fechas con precisión: el primero, haber visto el regreso de Iggy Pop con los Stooges, en Coachella, después de pinchemil años, y confirmar que el rock del bueno no tiene edad. Ya quisieran varios grupos jóvenes, «dizque rockeros», tocar un poquito con la energía y los huevos de esa banda; el segundo momento fue ver por primera vez en vivo, en una exposición en Pittsburgh, el trabajo de Paul Thek; y el tercero fue que finalmente alguien se acordara de editar en forma de libro la serie de dibujos del maestro José Clemente Orozco, que lleva por nombre La Verdad, una joya.

Daniel Guzmán (ciudad de México, 1964) es un artista visual cuya creación se origina desde la cultura popular y urbana y el encuentro con ideas y objetos relacionados con la música, títulos, letras de canciones. Retrospectivas suyas se han presentado en el New Museum de Nueva York y el MUCA de la UNAM.

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