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She brings the rain, MACO Foto, por cortesía de Gerardo Montiel Klimt.

Lo mejor de 2017: 5 artistas comparten su selección

Lista 26.12.2017

En un año lleno de cambios sociopolíticos, presentamos una selección con los mejores momentos dentro del ámbito artístico de 2017.

El 2017 fue un año lleno de acontecimientos importantes, tanto en términos políticos como sociales, económicos, culturales —incluso científicos y ambientales. La toma de la presidencia de Estados Unidos por parte de Donald Trump; la gran ola de denuncias por acoso sexual en distintos ámbitos del arte y el entretenimiento; el eclipse solar y el descubrimiento del sistema planetario Trappist-1;  y los fuertes sismos de septiembre en México y de noviembre en la frontera entre Irán e Irak son sólo algunos de ellos.

El mundo del arte, por su lado, tuvo también un año lleno de cambios, procesos y proyectos que valen la pena resaltar. A unos días de su conclusión, presentamos algunos de los sucesos más importantes del 2017 en la mirada de sus creadores, curadores e investigadores.

—Jorge Méndez Blake

La esperada retrospectiva Ulises Carrión. Querido lector. No lea., en el Museo JUMEX, vino a cerrar un ciclo de varios años en el que el personaje y la obra de Carrión poco a poco tomaron su lugar correspondiente en México, después de pasar décadas en la sombra. La obra ha sido ampliamente discutida por escritores y críticos de arte; sin embargo, funciona mejor cuando no se le cataloga como escritura o arte, cuando aparece en el incómodo lugar intermedio. En JUMEX las obras resaltaban sobre todo al personaje y su etapa «post-escritor», y la excelente museografía de Mauricio Rocha y Gabriela Carrillo le dieron el escenario perfecto a una exposición basada en archivos. Seguimos esperando reediciones de su obra literaria, por el momento objeto de culto entre los libreros de segunda mano.

Lo mejor de 2017. Ulises Carrión.

Ulises Carrión, Querido lector, 1975.

Lo mejor de 2017. Ulises Carrión.

Ulises Carrión, No lea (1975). Colección particular, París.

—Manuel Rocha 

En 2017 se realizaron dos festivales nuevos en la ciudad de México que destacan por lo novedoso, ambos en el mes de Noviembre. El ciclo de música electrónica experimental Presences Electroniques, organizado por el grupo de investigación musical GRM de Radio France, creado por Pierre Schaeffer en la década de los cincuenta. El museo ExTeresa, bajo la dirección de Tito Rivas, fue coorganizador. Nueve artistas sonoros nacionales e internacionales interpretaron sus obras en un Acusmonium de 14 canales montado en la nave central, entre los que se destaca la participación de Álvaro Ruiz, Daniel Teruggi, Antonio Russek y Francois Bonnet. El otro evento en cuestión fue el festival Mecánica Nancarrow organizado por la Casa del Lago, ahora bajo la dirección de José Wolffer. Se trató de un homenaje al gran compositor y pionero Norteamericano-Mexicano Conlon Nancarrow (1912-1997), quien dedicó toda su vida a la composición de estudios para piano mecánico. Además de un maratón de su obra para pianolas, el artista sonoro alemán Trimpin ofreció un taller de composición con instrumentos de percusión mecánicos para jóvenes creadores, y se encargaron cinco composiciones multi canal a partir del material de sus estudios a cinco creadores nacionales: Tania Rubio, Alejandra Hernández, Alejandro Castaños, Carlos Iturralde y Manuel Rocha Iturbide.

—Marcela Armas

Una propuesta que me pareció potente e inspiradora es esta a cargo de El Solar: Agencia de Detectives de Objetos, Teatro de objetos documental (por Shaday Larios, Jomi Oligor y Xavi Bobés).

«El Solar es una agencia de detectives de objetos, una oficina de investigación portátil, que se dedica al trabajo de campo, a una labor etnográfica con las personas y sus pertenencias; y a cómo, a través de éstas, se refleja la historia singular y colectiva de una pequeña comunidad».

El trabajo de este colectivo se localiza en contextos específicos, a partir del hallazgo de espacios que sobreviven en contextos de transformación urbana como la gentrificación barrial, y los cuales resguardan una red comunitaria de memorias e historia que vincula vivencias personales y colectivas funcionando como archivo de una ciudad. Me cautivó porque se trata de un proyecto que a mi modo de ver, desde el lenguaje del teatro, consigue filtrar la mirada por entre los recovecos diminutos de los objetos y encontrarse, enredados entre el polvo y el óxido, complejidades de una escala mayor. Circunstancias sociales, económicas, políticas, que pueden ser vistas, porque lo que se tocan son historias personales que entretejen el pasado y el presente de un barrio entero y que señalan los procesos de transformación de la ciudad y las formas de habitarla. Échenle un ojo al primer caso resuelto de esta Agencia de Detectives de Objetos.

—Guillermo Santamarina

En la saturación de infortunios y hazañas regadas por este año desgraciado, la apreciada, pero sin duda también abrumadora oferta de exposiciones en la repetidamente infartada Ciudad de México —varias de gran importancia para nuestro intrigante horizonte cultural, o la tenaz propuesta de docenas de espacios alternativos, comprometidos, como el ánimo de una juventud a la que momentáneamente fue sacudida su apatía, y las aventuras en el telúrico personal (de la cuales se supone que no es elegante mencionar, pero en el ánimo de levantar de los escombros un poco de autoestima… pues ustedes disculpen) exigua, o fracturada, o nulamente participadas: el noble programa de gabinetes en el Museo de Arte Carrillo Gil (alternativa solidaria para artistas emergentes de todo el país); o mi propia contingencia en Gaga (Funkadelics’ parliament, o de las insignias de-re-valuadas); o la desdichada instalación She brings the rain (influenciada por el ceremonial de Can), construida con más de 60 fotografías de la Colección Televisa, para el infortunado MACO Foto, víctima del desastre.

Al final, ojalá menos alarmas sísmicas, y más aplausos a tantos héroes, entre nosotros mismos.

Lo mejor de 2017. Zona Maco.

She brings the rain, MACO Foto, por cortesía de Gerardo Montiel Klimt.

—Rolando Flores (tercerunquinto)

En medio de los particulares momentos difíciles en el país de este año, cuesta trabajo ubicar algún evento, ismo, vanguardia o propuesta artística contemporánea presentada en México relevante que supere la realidad social y política; sin embargo, hago el esfuerzo y nombraré la exposición Forensic Architecture en el MUAC, por la propuesta multidisciplinar alrededor de la naturaleza álgida de los acontecimientos reportados. Por otro lado, y para nombrar un evento «para-artístico», me referiría a la subasta de obras de arte El Arte de ayudar a México en el Museo Jumex, para recaudar dinero y destinarlo a una parte de los afectados por el sismo del 19 de septiembre, en la que se involucraron una cantidad inédita de galerías para una causa común.

Lo mejor de 2017. Forensic Architecture.

Cartografía que muestra los hechos ocurridos entre el 25 y 28 de septiembre del 2014 en Iguala, Guerrero. Ayotzinapa. Una cartografía de la violencia. EAAF, Centro Prodh, Forensic Architecture, 2017.

 

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Cartografía que muestra los hechos ocurridos entre el 25 y 28 de septiembre del 2014 en Iguala, Guerrero. Ayotzinapa. Una cartografía de la violencia. EAAF, Centro Prodh, Forensic Architecture, 2017.