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Latitudes utópicas: las piezas del Jardín Botánico de Culiacán en Guanajuato

03.10.2012

A partir de la curaduría de Patrick Charpenel en 2006, el Jardín Botánico Culiacán exhibe las piezas de 37 artistas nacionales e internacionales —entre los que se encuentran Francis Alÿs, Allora & Calzadilla, Fernando Ortega, Tercerunquinto, Pedro Reyes, Teresa Margolles, Rirkrit Tiravanija, Anri Sala, Roman Ondak y Tino Sehgal— creadas ex profeso para este espacio. Ahora que 20 de esas piezas serán exhibidas en el Museo de Arte Olga Costa y José Chávez Morado en Guanajuato, platicamos con su curador, Alberto González Torres, acerca de los pormenores de la muestra. 

Entiendo que se trata de una exposición con piezas realizadas in situ para el Jardín Botánico Culiacán desplazadas a un museo, ¿por qué moverlas de lugar? 

Latitudes utópicas analiza el proyecto de Jardín Botánico Culiacán desde un punto de vista fundamentalmente documental. Aunque efectivamente se muestran algunas de las piezas realizadas ex profeso para el jardín, la exposición pretende identificar sus motivaciones o principios generadores.

Desde luego pasar de un espacio natural a una sala de exposiciones representa un ejercicio de experimentación tanto curatorial como museográfico. El reto ha sido encontrar —casi obsesivamente— la manera de explicarle al público qué es el Jardín Botánico sin estar en Culiacán y cómo generar una experiencia estética cercana a la real en una sala de exposición.

¿Qué implicaciones curatoriales tiene esta acción, digamos, ahora como un nuevo emplazamiento?

Este ejercicio curatorial es realmente interesante pues representa regresar al espectador al punto del partida del que surgieron algunas de estas piezas. Esto desde luego implica generar —a través de diferentes documentos, fotografías, videos, maquetas e incluso algunas piezas— una nueva narrativa en torno al proyecto.

¿A qué responde el título de la muestra Latitudes utópicas?

En la actualidad, la aceleración con la que se transforma el territorio en las sociedades contemporáneas ha potencializado una percepción negativa de los procesos que transgreden el paisaje y consecuentemente ha revalorizado aquellos que lo conservan.

Latitudes utópicas hace referencia a este “espacio ideal” que se construye en el Jardín Botánico Culiacán y en donde coexisten armónicamente arte, arquitectura y naturaleza. Por tanto, el título de esta exposición pretende evocar en el espectador una experiencia estética parecida a la que se logra cuando visitas el Botánico.

¿Cómo entiende esta exposición lo público y lo privado?

Lo público y lo privado están expresados en algunos trabajos de Botánica 15 que también se presentan en esta exposición. Los artistas participantes lograron presentar —durante dos días y sin autorización— sus proyectos en el Jardín Botánico, que tiene usos reglamentados y un proyecto artístico definido.

Es muy interesante, por tanto, presentar conjuntamente en Latitudes utópicas ambos proyectos artísticos: el del JBC y el que surgió en paralelo, fuera de las reglas.

Botánica 15 fue una muestra llevada a cabo en el Museo de Arte de Sinaloa durante el taller Intervención y manipulación de espacios para un proyecto artístico que impartió Adela Golbard en 2011.

Frente a las nuevas lecturas estéticas que puede generar la muestra, ahora direccionada hacia otro lugar espacial y conceptualmente, ¿qué expectativas hay de que éstas adquieran un significado lejano al que tienen en el Jardín?

La exposición toma como referencia elementos relacionados con el proceso creativo y con los principios a partir de los cuales muchas de estas piezas se integran en la naturaleza: a través de la utilización de materiales propios del lugar, aprovechando la capacidad del ecosistema para apropiarse de los materiales ajenos al medio —artificiales— y como resultado de la capacidad artística para reinterpretar intuitivamente la naturaleza.

El espacio natural para el que estas piezas fueron realizadas es precisamente el marco de referencia a partir del cual se desarrolló la propuesta curatorial. De manera que no creo que exista espacio para una lectura estética diferente, aunque sí para un análisis del modo en que estas piezas fueron conceptualizadas.

¿Puedes hablarnos de algunas de las piezas que conforman Latitudes Utópicas en el Museo de Arte Olga Costa y José Chávez Morado?

En el Jardín Botánico Culiacán podemos identificar un gran número de piezas que se han generado como resultado de la capacidad artística para reinterpretar conceptualmente la naturaleza. En este sentido Plataforma elevada con plan extraterrestre (2008-2011), de Sofía Taboas, representa un guiño conceptual articulado a partir de formas circulares ⎯algunas de ellas superpuestas⎯ que aluden a las estructuras geométricas que se reconocen en numerosos trigales ingleses, comúnmente atribuidas a intervenciones extraterrestres. Esta obra escultórica plantea un escenario envolvente en donde la luz solar se filtra todo el día a través de páneles color ámbar, generando enigmáticas proyecciones de diferentes tonalidades y círculos luminosos durante la noche.

De igual manera, The Flower Archway / El arco de las flores (2005) de Olafur Eliasson es un pabellón de herrería diseñado a partir de complejos patrones geométricos inspirados en la naturaleza. De este modo, toma como referencia la estructura orgánica de una flor para crear una pieza que convive con la vegetación del Jardín Botánico Culiacán. Del armazón se enredan cinco especies diferentes con flores aromáticas, intensificando la experiencia del público que recorre este pabellón.

Francys Alÿs, sin embargo, somete a la acción orgánica de la naturaleza el “vocho” con el que viajó desde la ciudad de México al Jardín Botánico Culiacán. La acción de estrellar el vehículo contra un árbol supone —de manera romántica— renunciar parcialmente a la autoría de la obra, pues se asume que sólo a través de la acción de la naturaleza esta pieza puede ser convenientemente mostrada (Game over, 2011).

¿Puedes mencionarnos algunos de los trabajos más interesantes del  grupo de artistas sinaloenses Botánica 15 que participan de esta muestra?

El video de Pedro González (11 minutos de recorrido en bici, 2011) confronta precisamente las contradicciones —que comentábamos antes— que existen entre lo público y lo privado. El Jardín Botánico es un espacio público que prohíbe en su reglamente el uso de bicicletas. La acción planteada por Pedro consiste en introducir una cámara de video sujeta a la parte trasera de una bicicleta y registrar su recorrido por el Jardín Botánico hasta ser detenido por uno de los vigilantes.

Luis Noriega clasifica “científicamente” una planta de plástico y la coloca en el recorrido botánico del Jardín. Plantae artificialis plantea la idea de lo artificial en la naturaleza de manera realmente cómica. Como resultado el visitante encontrará, de manera sorpresiva, una planta de plástico perfectamente clasificada junto a las demás.

En términos generales el resultado de este taller fue excepcional y abrió una nueva línea de trabajo en el Museo de Arte de Sinaloa sobre la que continuamos trabajando.

¿De qué manera entiende la noción de lo botánico esta muestra albergada en un museo? (En vista de que todas las piezas presentadas fueron comisionadas para el JBC.)

El origen del Jardín es exclusivamente botánico hasta que en 2002 Patrick Charpenel comienza a diseñar un ambicioso proyecto curatorial con 37 artistas nacionales e internacionales. Desde entonces el Jardín cuenta con un recorrido de botánica y otro de piezas de arte contemporáneo. Esto no significa que uno pueda existir sin el otro o sin tomar en cuenta el otro, y es precisamente éste uno de los centros de atención de Latitudes utópicas.

www.botanicoculiacan.org


[3 de octubre de 2012]

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