La violencia es un fenómeno cotidiano, tanto en México como en el resto del mundo, y el arte no es indiferente a esto. No son pocos los creadores que, desde su obra han reflexionado en torno a temas como el racismo, las guerras o la inmigración y sus consecuencias en la vida social.

Presentamos una lista de diez piezas que exploran la violencia desde una perspectiva crítica.

—The Battle of Atlanta, de Kara Walker (1995)

Un soldado que viola a una niña afroamericana frente a su hermano o un niño blanco que introduce su espada en la vagina de una mujer negra son un ejemplo de las escenas  que Kara Walker reproduce en sus instalaciones. Se necesitan ver los detalles en The Battle of Atlanta para meditar acerca de los temas que Walker usualmente aborda: la explotación de género, la violencia, la sexualidad y la diferencia de razas.

Kara Walker, The Battle of Atlanta, 1995. Tomada de Pinterest.

—How many rains will it take to wash away these blood stains?(2013), de Imran Qureshi

How many rains will it take to wash away these blood stains? es una instalación inspirada en los bombardeos de 2009 en Lahore, Pakistán. Es una mezcla de pintura acrílica roja que se ubica en la azotea del Museo Metropolitano de Nueva York. El artista invita a la reflexión sobre el terrible suceso a partir de una inmersión realista en el ambiente que se vivió.

Imra Qureshi, How many rains will it take to wash away these blood stains?, 2016. Tomada de Telegraph & Argus.

—Atrabiliarios (1993), de Doris Salcedo

La mayor parte del trabajo de esta colombiana alude a la situación política de su país. Salcedo se ha familiarizado con las comunidades rurales que sufren los peores efectos de la represión política. La serie titulada Atrabiliarios, por ejemplo, coloca en una serie de nichos en la pared de la galería —a modo de memorial— zapatos de personas desaparecidas sin razón en Colombia, que ha recolectado a lo largo de sus recorridos. Salcedo cubre los nichos con una membrana traslúcida de piel de res, como en un episodio que se archiva en la memoria.

Doris Salcedo, Atrabiliarios, 1993. Tomada de Museum of Contemporary Art Chicago.

—The Innocents (2003), de Taryn Simon

The Innocents es un proyecto fotográfico que muestra retratos de individuos que permanecieron en prisión injustamente. Taryn Simon utiliza la fotografía para testificar el mal uso de la justicia que tuvo el gobierno estadounidense al sentenciar a personas inocentes sin una investigación previa y sin hacer uso de estudios médicos como el de ADN.

Taryn Simon, Ronald Jones, 2002, de la serie The innocents. Tomada de MoMA PS1.

—Amerikka (1991-2013), de Cildo Meireles

Sobre una alfombra de 20,000 huevos de madera pintados de blanco, cuelga un techo incrustrado de 50,000 balas doradas. Con esta instalación, Meireles protesta ante las justificaciones de la violencia a las que apela la Asociación Nacional del Rifle de Estados Unidos. Con el nombre de Amerikka, Meireles invita al espectador a reconsiderar el capitalismo salvaje.

Cildo Meireles, Amerikka, 1991-2013. Tomada de Pinterest.

—Tinieblas (2008), de Edgardo Aragón

El artista oaxaqueño pone en primer lugar problemas sociales y políticos de nuestro país. En la videoinstalación Tinieblas, Aragón investiga los conflictos territoriales de Ocotlán de Morelos, Oaxaca, que se generan a partir de la violencia, el narcotráfico y la diversidad cultural.

—Gen XX (1997–2001), de Sanja Ivekovic

Interesada en el papel de la mujer en la sociedad, Sanja Ivekovic crea esculturas, instalaciones y fotografías para mostrar la falta de memoria colectiva cuando una mujer es considerada «heroína». Se refleja ampliamente en trabajos como Gen XX, donde Ivekovic seleccionó anuncios de revista que mostraban modelos profesionales y reemplazó los logos con los cargos y fechas de ejecución de mujeres militantes antifascistas que fueron torturadas por el régimen Croata durante la Segunda Guerra Mundial.

Sanja Ivekovic, Gen XX, 1997–2001. Tomada de The Art Stack.

—The Square of the European Promise, de Jochen Gerz

«El presente se libera cuando el pasado sale a la luz»; Es una de las múltiples frases que usa este alemán para sintetizar su trabajo. Se especializa en las memorias que surgen a partir de eventos críticos como guerras y movimientos políticos. Puedes encontrar en Bochum, Alemania una torre donde están inscritos los nombres de ciudadanos que murieron en la Primera Guerra Mundial: The Square of the European Promise.

Jochen Gerz, The Square of the European Promise (detalle), 2004-2015. Tomada de la web del artista.

—Herman’s House (2013), de Jackie Sumell

Encarcelado injustamente, Herman Joshua Wallace ha vivido durante más de 38 años en una celda aislada de menos de seis metros cuadrados en la cárcel de Louisiana. ¿Con qué tipo de casa sueña un hombre que ha vivido en una celda de ese tamaño durante más de 30 años? A partir de esta pregunta, la artista y el prisionero han trabajado en el proyecto de casa que Herman construyó. A partir de las cartas y dibujos que Herman le entregaba a Sumell, ella construyó en una galería una réplica de la casa que imaginaba. Con el racismo y la imaginación como temas centrales, el proyecto ha atraído mucha atención y apoyo.

—S.A.C.R.E.D. (2011 – 2013), de Ai Weiwei

En seis dioramas de fibra de vidrio a la mitad del tamaño real, Ai Weiwei reproduce las escenas que vivió durante los 81 días que permaneció encarcelado en una prisión secreta resguardada por paramilitares. Ya sea comiendo, bañándose, durmiendo o siendo interrogado, las escenificaciones incluyen siempre a dos guardias que lo observan de cerca. Las piezas, que se exhiben dentro de cajas de acero de dos toneladas, se mostrarán en Venecia en los próximos meses (sin formar parte de la Bienal).

Ai Weiwei, S.A.C.R.E.D., 2011 – 2013. Tomada de Pinterest.