La Tallera, uno de los dos estudios que David Alfaro Siqueiros heredó al sistema cultural mexicano, reabre sus puertas este mes en Cuernavaca. El espacio ofrecerá una programación amplia que incluye salas de exhibición, un centro de documentación digital, un programa de residencias internacionales para artistas, críticos de arte y curadores, y salones para conferencias y talleres.

La renovación, que duró tres años, estuvo a cargo de Frida Escobedo, quien creó un plan arquitectónico innovador que problematiza los aspectos sociales y monumentales del muralismo mexicano. Sin alterar el carácter industrial del espacio original que diseñó Siqueiros —inspirado en los edificios de ensamblaje de automóviles—, Escobedo retomó elementos del constructivismo ruso y de la arquitectura mexicana de los años 50.

El espacio se reinaugura con la exhibición La Tallera: fábrica en movimiento, curada por Mónica Montes y Natalia de la Rosa. La muestra gira en torno a la producción del mural La marcha de la humanidad en la Tierra y hacia el Cosmos, comisionado por uno de los más grandes mecenas de Siqueiros, Manuel Suárez y Suárez, con quien mantenía una relación compleja.

Para llevar a cabo el pedido, Siqueiros construyó un taller-escuela dedicado al muralismo, en el que trabajó junto a un equipo de científicos, artistas y soldadores. La exhibición muestra cómo en ese espacio convivieron el conocimiento técnico, arquitectónico y artístico para crear el mural solicitado.

www.saps-latallera.org

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[10 de septiembre de 2012]