En la Teoría de la deriva (1958), Guy Debord afirmó que la deriva (caminata al azar) era un comportamiento lúdico-constructivo. Pero el andar como experiencia artística es una práctica común en el arte desde 1921 con los readymades urbanos propuestos por el Dadaísmo. Estas referencias son visibles en el trabajo de Joshua Jobb, que encuentra en el acto de caminar un ejercicio de construcción estética y un dispositivo de encuentros e ideas. En su obra existe un diálogo de interpretación y transformación simbólica de los objetos que decanta en la fusión entre arte y vida cotidiana.

Jobb (México DF, 1984) encuentra en la calle un laboratorio de experimentación que él mismo ha denominado como su estudio. Allí es donde ha construido la mayoría de sus piezas, motivado por los signos del espacio público, por la relación entre los objetos y su contexto, y por las múltiples conversaciones que se escapan entre el ruido de lo urbano. Así, ha creado instalaciones, esculturas, videos y dibujos que recogen sus experiencias. Algunos de los temas que ha investigado con el trazo de su andar están relacionados con el trabajo, el entretenimiento y el consumo, como se puede ver en piezas como Caution with “the bull” (2009), ¿Por qué quiero esto? (2010), Support my religión (2011) y World Wide Web (2012).

El proceso creativo de Jobb, desde el inicio de la caminata hasta la materialización de un objeto y su posterior exhibición, puede describirse como un juego principalmente dialógico. Se trata de un acto comunicativo donde el lenguaje, el humor y las cosas propician un vaivén de construcción, reconstrucción y deconstrucción de ideas y nociones. En el juego planteado por el artista, las obras son un mecanismo para confrontar la mirada y llegar a un reconocimiento sobre el contexto del que habla. Para explicarlo, Joshua Jobb cita a Lawrence Weiner: «abordar un objeto es abordar un espacio en específico».

En las instalaciones escultóricas Dibujo No. 1 y Untitled – Consumo no. 1, realizadas durante su participación en la residencia de verano de SOMA en 2012, el artista recurre a la ausencia para referir a un evento desarrollado en el pasado, que sólo es posible en el presente por la evocación de la experiencia. En ambas piezas, los residuos conseguidos al sacar punta de un lápiz consiguen producir una imagen mental sobre el un ejercicio estético y la práctica del consumo. Así, Jobb explora las posibilidades del lenguaje —con el título de las obras— y los objetos, otros de los intereses presentes en su obra.

El trabajo de Joshua Jobb se ha presentando de manera individual y colectivas en  espacios nacionales como Bikini Wax, Salón Ácme (2013) y Collective Show (2013 y 2014). En el extranjero ha mostrado proyectos en el evento Free Art Stand (Miami, 2010), en la galería a1 Lab Arts (Knoxville, 2011), y en la (e)merge art fair (Washington, 2011), entre otros sitios. Actualmente Jobb forma parte del programa educativo de SOMA y colabora constantemente con la artista mexicana Beka Peralta, con quien realizó el proyecto Conditioned Game Pieces (2010-2011).

joshuajobb.com

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[21 de abril de 2014]