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Joseph Beuys
Joseph Beuys, Voglio vedere le mie montagne (1950-71)
Joseph Beuys, Voglio vedere le mie montagne (1950-71)
Giovanni Segantini, La Morte (1898-99)
Joseph Beuys, FOND VII/2 (Fat Battery) (1963-84)
Joseph Beuys, FOND VII/2 (Fat Battery) (1963-84)
Joseph Beuys, Infiltración homogénea para piano de cola (1966)
Joseph Beuys, Infiltración homogénea para piano de cola (1966)
Joseph Beuys, Hearth I y Hearth II (1968-74 y 1978-79)
Joseph Beuys, Hearth I y Hearth II (1968-74 y 1978-79)
Joseph Beuys, Hearth I y Hearth II (1968-74 y 1978-79)
Joseph Beuys, The Pack (1969)
Joseph Beuys, The Pack (1969)
Joseph Beuys, Blackboards (1972 y 1978)
Joseph Beuys, Blackboards (1972 y 1978)
Joseph Beuys, I like America and America likes me (1974)
Joseph Beuys, I like America and America likes me (1974)
Joseph Beuys, I like America and America likes me (1974)
Joseph Beuys, I like America and America likes me (1974)
Joseph Beuys, Show your wound (1974-75)
Joseph Beuys, Show your wound (1974-75)
Joseph Beuys, Show your wound (1974-75)
Joseph Beuys, Tram Stop (1976)
Joseph Beuys, Tram Stop (1976)
Joseph Beuys, Economic Values (1980)
Joseph Beuys, Economic Values (1980)
Joseph Beuys, The End of the Twentieth Century (1982–85)
Joseph Beuys, The End of the Twentieth Century (1982–85)

30 años sin Joseph Beuys: 10 ideas bajo el sombrero

22.01.2016

Fieltro, grasa, energía, herida y democracia son algunas palabras que caben bajo el sombrero de Joseph Beuys, artista que este 22 de enero cumple 30 años de haber fallecido. Nació en Krefeld, Alemania, en 1921, para convertirse en uno de los artistas más relevantes del siglo XX. 

Beuys creía que el arte debía ser un vehículo para el cambio social, y lo demostró a través de los más oscuros y extraños artilugios: del almacenamiento y la conducción de energías esenciales a las propiedades espirituales de la grasa, pasando por el redescubrimiento de los orígenes europeos, entre otros temas. También vivió durante unos días con un coyote y vivió como un profeta New Age. Pero por absurdos que sean estos datos, Beuys era todo menos eso: en parte chaman y en parte subversivamente político, hizo de su vida una obra de arte. Recordamos diez de las obras más relevantes de su trayectoria.

I Want to See my Mountains (Voglio vedere le mie montagne)
1950-1971

La primera instalación de Beuys del tamaño de una habitación. Ha sido reconocida como una de sus obras más directamente autobiográficas, al reunir los muebles de su vida temprana en Cleves y del estudio en el que trabajó durante la década de 1950. Los objetos, colocados en láminas de cobre, han sido asociados con el desarrollo personal del artista. El título remite a las últimas palabras del pintor italiano Giovanni Segantini, del siglo XIX, quien al morir en Suiza exigió que se le acercara a la ventana para ver las montañas. Beuys dijo alguna vez que una montaña “tomada como la psicología interior… representa un tono alto de la conciencia”. Así, la obra como metáfora, reúne el crecimiento del artista con la exploración del paisaje. Una serie de inscripciones en gis despliegan la convergencia entre lo íntimo de su espacio y las características del mundo natural. 

Joseph Beuys, Voglio vedere le mie montagne (1950-71)

FOND VII/2 (Fat Battery)
1963-1984

Ocho arquitectónicas pilas de fieltro, en distintas alturas, son cubiertas con láminas de cobre. Su imponente presencia ha sido interpretada como una respuesta a los minimalistas americanos. Artistas como Donald Judd y Sol LeWitt crearon estructuras cúbicas similares, explorando ideas sobre el espacio y revelando las cualidades distintivas de sus materiales. El enfoque de Beuys era distinto: él mismo describió esta pieza como una batería con el fieltro como aislante que puede almacenar energía y calor, y el cobre como un conductor que podría transmitir la energía más allá del objeto en sí. A lo largo de su obra el artista mostró una estrecha relación entre las ideas científicas y las espirituales: el calor y la energía son conceptos recurrentes —en ocasiones expuso baterías que descargaban una carga eléctrica.. La batería, también, es sinónimo de lo que Beuys pensaba que era la función vital de una obra de arte: la producción de energía creativa. 

Joseph Beuys, FOND VII/2 (Fat Battery) (1963-84)

Hearth I y Hearth II 
1968-1974
1978-1979

Este dúo de piezas representaron la propuesta de Beuys por debatir e intercambiar ideas para estimular el pensamiento democrático. El artista les llamó una “conferencia permanente”, simbólicamente representada por las barras de cobre y hierro dispuestas en agrupaciones. Beuys pensaba que todo tipo de personas podían participar creativamente en la reestructuración de la sociedad y abogaba por una teoría de la escultura social y la sociedad como obra. Los pizarrones que forman parte de esta instalación surgieron de acciones de Beuys relacionadas con Irlanda, vista por el artista como una sociedad lista para el cambio. El hierro, cuya fría resistencia y durabilidad él asociaba con la mascunilidad, la guerra y el planeta Marte. Lo colocó en oposición al cobre, conductor eléctrico y uno de los materiales más suaves, asociado con Venus y la feminidad. 

Joseph Beuys, Hearth I y Hearth II (1968-74 y 1978-79)

The Pack 
1969

Un autobús Volkswagen enganchado a 24 trineos de madera, cada uno enrollado con fieltro cinturón de cuero, grasa, cuerda y una linterna. Acaso una declaración de optimismo frente a la supervivencia humana frente a la adversidad, “si tan sólo nos importara el otro”, como mencionó Will Gompertz en su columna para The Guardian. En una entrevista el artista comentó que se trata de “un objeto de emergencia: una invasión […]. En el estado de emergencia el autobús Volkswagen es de utilidad limitada. Hay que tener medios más directos y primitivos para asegurar la supervivencia”. La obra es fuertemente autobiográfica y alude ala experiencia de Beuys durante la guerra de Crimea en la Segunda Guerra Mundial. 

Joseph Beuys, The Pack (1969)

 

Traje de fieltro
1970

Beuys elaboró 100 trajes a partir de fieltro de apariencia normal y que, sin embargo, eran esculturas extremadamente delicadas y frágiles. La Tate adquirió uno de ellos en 1981 y falló en exhibirlo en 1989, cuando el equipo de conservación descubrió que el material se había desintegrado por una infestación de hongos. Dos trajes más fueron adquiridos eventualmente por la galería. Los trajes fueron modelados a partir de la propia vestimenta de Beuys. El fieltro, una de las mayores obsesiones del artista, simboliza la protección y el calor necesarios frente al aislamiento. 

cuerpoFIELTRO-SUIT

Pizarrones
1972 y 1978

La educación fue un elemento importante en el trabajo de Beuys. Fue, además, profesor en la Academia de Arte de Düsseldorf, donde impartió clases a una generación de artistas alemanes. Sin embargo su relación con las autoridades fue tormentosa y fue despedido en 1972. Eso no fue una limitante para que el artista expusiera su pensamiento en torno a la escultura, la democracia y la política ambiental en conferencias y galerías de arte de todo el mundo. Los pizarrones que cubrió de diagramas idiosincrásicos y de sus propias consignas han llegado a ser considerados como obra artística. Algunas pertenecen a la colección de la Tate Modern, conservadas de una conferencia de Beuys en 1972 en la galería. La crítica Caroline Tisdall se refiere a ellos como “una mezcla de arte, política, carisma personal, paradoja y propuesta utópica”. 

Joseph Beuys, Blackboards (1972 y 1978)

Me gusta América y a América le gusto yo
1974

Una de las acciones más famosas de Beuys. Tuvo lugar en mayo de 1974 y consistió en un encierro de tres días con un coyote en una habitación e de la galería René Block del Soho neoyorquino. En realidad la obra comenzó en el momento que viajó de Düsseldorf a Nueva York. Al llegar al aeropuerto Kennedy, el artista se envolvió de cabeza a pies en una manta de fieltro —su aislante físico y simbólico— y fue recogido por una ambulancia que lo sacó en camilla hasta la galería. Así, la intención de Beuys era no tocar suelo norteamericano y no tener nada que ver con América salvo con el coyote. El título de la obra es sumamente irónico. Beuys se opuso a las acciones militares estadounidenses en Vietnam, y esta obra fue particularmente desafiante ante la hegemonía del arte americano. Consistió en una serie de rituales diarios que incluían conversaciones con animales y su interacción con objetos como el fieltro, guantes, una linterna, un bastón y el diario The Wall Street Journal que, por cierto, fue orinado varias veces por el coyote. 

Para los nativos americanos, el coyote fue un dios poderoso que poseía el poder de moverse entre los planos físico y espiritual. Luego de la llegada de los colonos europeos, fue visto como una plaga a ser exterminada. Beuys vio en el envilecimiento de este animal una muestra de los daños causados por el hombre blanco al continente americano y sus culturas nativas. Su acción fue un intento de curar estas heridas.

Joseph Beuys, I like America and America likes me (1974)

 

Muestra tu herida
1974-1975

La herida es un tema recurrente en la obra del artista y ha sido asociada con la enfermedad individual, las lesiones físicas y la pena colectivo. Beuys fue herido varias veces durante la Segunda Guerra Mundial y en la década de 1950 tuvo una crisis psicológica graves. De nuevo, el uso de pizarrones en la instalación parecen ser un llamado a la acción de la sociedad alemana, un llamado para mostrar su herida. Los objetos en Muestra tu herida se presentan como dobles: implementos agrícolas emparejados, .pizarras individuales y dos mesas de disección mortuoria, por debajo de las cuales hay conjuntos dobles de contenedores llenos de grasa. 

Joseph Beuys, Show your wound (1974-75)

Parada de tranvía
1976 

Parada de tranvía recuerda a la primera infancia de Beuys en Cleves. Todos los días, a la espera del tranvía para ir a clases, Beuys se sentaba en un monumento local que consta de cuatro casquillo de bala del siglo XVII, dispuestos alrededor de un cañón vertical cuya boca está conformada por la cabeza de un dragón. El artista realizó la primera versión de esta pieza al ser seleccionado para representar a Alemania en la Bienal de Venecia de 1976. El pabellón alemán había sido construido durante la era nazi, y Beuys estaba consciente de ello cuando eligió hacer un monumento a la paz con armas desechadas de la guerra. La instalación está basada en el monumento original en hierro, así como un tramo de la línea del tranvía. El artista añadió una cabeza gritando, símbolo de la angustia que se cree que está basado en Anacardos Cloots, una de las figuras más radicales de la Revolución Francesa y que fue conducido a la guillotina. Después de todo, Cloots vivió cerca de Cleves y fue una de las figuras en el paisaje infantil de Beuys.

Joseph Beuys, Tram Stop (1976)

El fin del siglo XX
1983-1985

Beuys vertió sus preocupaciones ambientales en esta escultura. En ella los bloques de basalto se encuentran dispersos, como los edificios caídos o tumbas de una antigua civilización. En las losas, Beuys taladró agujeros cónicos para crear una metáfora de la herida, y lo “alivió” con arcilla aislante y fieltro, para recubrir nuevamente las cavidades con fragmentos de piedra. Esto sugiere la posibilidad renovadora y regeneradora al final de un siglo violento y destructivo. “Hay algo en movimiento, eruptivo, que vive en esta masa rígida”, comentó Beuys sobre la obra, “al igual que el basalto fue expulsado una vez fuera desde el interior de la Tierra”.

Joseph Beuys, The End of the Twentieth Century (1982–85)

 

 

*Con información de la Tate Modern.

 

 

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