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Barragán Fetichista (2016). Vista de instalación. Cortesía de Estancia FEMSA
Barragán Fetichista (2016). Vista de instalación. Cortesía de Estancia FEMSA
Barragán Fetichista (2016). Vista de instalación. Cortesía de Estancia FEMSA
Barragán Fetichista (2016). Vista de instalación. Cortesía de Estancia FEMSA
Barragán Fetichista (2016). Vista de instalación. Cortesía de Estancia FEMSA
Barragán Fetichista (2016). Vista de instalación. Cortesía de Estancia FEMSA
Barragán Fetichista (2016). Vista de instalación. Cortesía de Estancia FEMSA
Barragán Fetichista (2016). Vista de instalación. Cortesía de Estancia FEMSA
Barragán Fetichista (2016). Vista de instalación. Cortesía de Estancia FEMSA
Barragán Fetichista (2016). Vista de instalación. Cortesía de Estancia FEMSA

Barragán Fetichista en Estancia FEMSA

11.03.2016

La Casa Barragán tiene un ánimo particular. Decir que es una de las arquitecturas más importantes del modernismo es caer en un lugar común. Se trata de una obra de arte total: una pieza arquitectónica y artística donde el espacio invita a ser practicado. Siguiendo las teorías de Michel de Certau en La invención de lo cotidiano. Arte de hacer I (1980), la Casa Barragán no es sólo un «lugar geométrico» donde se distribuyen y posicionan elementos para configurar un orden, sino un espacio que adquiere sentido por la intervención de sus habitantes.

Desde su construcción en 1948 por el arquitecto mexicano más importante del siglo XX, esta obra ha incrementado su valor simbólico e histórico, al tiempo que ha detonado proyectos que buscan mantenerla activa. En la década de los noventa la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán desarrolló diferentes actividades, desde su restauración y posterior apertura. Recientemente unió esfuerzos con FEMSA para crear una plataforma con recursos para presentar proyectos artísticos contemporáneos.

Así surgieron Estancia FEMSA y el primer proyecto curatorial del programa: la exposición colectiva Barragán Fetichista, curada por Willy Kautz. Dos propuestas sólidas que además de reactivar la casa e insertarla dentro de las narrativas y prácticas cotidianas del presente, la intervienen para continuar con su legado como un «espacio practicado».

CUERPO-GIf-de-la-portada-The-Architecture-of-Hapinness-by-Alain-De-Bottom-de-la-azotea-de-la-Casa-Barragán.-@arquitecturamx-tomada-del-blog-luisbarragan.tumblr.com

Gif a partir de la portada de The Architecture of Hapiness, de Alain de Bottom. Tomado de Luisbarragan.tumblr.com

 

Estancia FEMSA

En 1977 la Fundación FEMSA estableció un programa de fomento cultural dedicado a preservar, difundir y apoyar la cultura y el arte contemporáneos. Fiel a su misión, a principios de 2016 arrancó la nueva plataforma Estancia FEMSA, que busca establecer un diálogo con el contexto histórico de la Casa Barragán. Esta iniciativa se establece formalmente con recursos destinados a apoyar una mayor novedad: constituir un plan que incluye exposiciones, intervenciones, performances, actividades académicas, educativas y publicaciones.

Dentro de la gran oferta artística que existe en la Ciudad de México, la Estancia FEMSA asume un rol significativo comprometido con generar lecturas y acciones simbólicas a partir del cruce entre arte y arquitectura. Patrick Charpenel, curador del programa junto con Eugenia Braniff, coincide con que la misión, la identidad y la dirección del proyecto tienen directrices propias: «Dentro de la gran oferta tan rica y tan variada que existe en la Ciudad de México, posiblemente somos el espacio que construye proyectos a partir de la consideración del contexto. Más que ningún otro lugar, en todo lo que hacemos aquí siempre se toma en consideración el barrio de Tacubaya, la arquitectura y la vida de Luis Barragán y los espacios de la casa».

Barragán Fetichista (2016). Vista de instalación. Cortesía de Estancia FEMSA

Barragán Fetichista (2016). Vista de instalación. Cortesía de Estancia FEMSA

Charpenel y Braniff colaboran en un primer momento con la comunidad artística de la ciudad y del resto de nuestro país; posteriormente tienen contemplado invitar a artistas extranjeros. El reto es mayúsculo. Al no ser concebido originalmente como un espacio de exposición, el diseño de la casa presenta limitaciones para el montaje de piezas y la intervención de los espacios. Sin embargo, estas complicaciones estimulan la creación de proyectos específicos tanto de artistas como de curadores.

¿Cómo será la comprensión del espacio desde lo artístico y curatorial? El campo de acción hará visibles otras características de la casa para cambiar la percepción común del contexto, tal como apunta Charpenel: «Esta es una oportunidad única de desarrollar proyectos que tengan como propósito identificar lo que no es tan obvio o evidente. Lo que hay que ver entre espacios, que sólo sale a la luz a través del arte para convertirse en algo relevante e increíblemente bello y poético. La labor de un artista es enseñarnos a mirar y revelarnos una dimensión del mundo que no habíamos podido ver».

En esta línea surge la segunda exposición creada para la Estancia FEMSA, que se presentará a partir de abril. Bajo la curaduría de Braniff, Iñaki Bonillas realizará un acercamiento a las marcas y cicatrices que la Casa Barragán ha adquirido con el paso del tiempo pero que nadie se había detenido a observar. De acuerdo con los curadores, el proyecto exigirá una atención con el público para que descubra aquellos detalles que el artista hará visibles.

Luis Barragán en su Casa Estudio en Luisbarragantumblr.com

Luis Barragán en su Casa Estudio. Imagen tomada de Luisbarragan.tumblr.com

 

Barragán Fetichista

Para la exposición inaugural, Barragán Fetichista, Willy Kautz realizó un trabajo de investigación exhaustivo en torno a la relación que Barragán estableció con los objetos y las imágenes que habitaban la que fuera su propia casa. Las líneas de análisis estuvieron basadas en la intuición y el fetichismo. Mientras que el primero se refiere al interés del arquitecto mexicano por la arquitectura islámica, el segundo está vinculado a la religión y la sexualidad. Para Kautz, acercarse al simbolismo y los valores estéticos de los objetos de la casa —generalmente considerados secundarios—, representaba una oportunidad de leer la estética, desde adentro hacia fuera, de la arquitectura emocional de Barragán. Así, estos elementos dialogan a lo largo del espacio con obras de 25 artistas modernos y contemporáneos, como Francisco Toledo, Liliana Porter, Ana Mendieta, Carlos Cruz-Diez, Francis Alÿs, Frida Kahlo o Jennifer Allora y Guillermo Calzadilla.

Por su parte, el artista mexicano Jorge Satorre realizó la obra in situ, Encuentros formales, a partir de ilustraciones pertenecientes al archivo de la casa, que están vinculadas con la teoría psicoanalítica del fetiche como una sustitución del objeto. La pieza se vincula igualmente con la sexualidad y el deseo.

 


Este texto será publicado en Código 91 (abril-mayo de 2016), en circulación a partir del 1 de abril de 2016.

 

 

 

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