En una época en la que el narcisismo florece a la par de las nuevas tecnologías de comunicación y los modelos de socialización mutan en una aceptación generalizada del autodiseño (por doquier podemos ver «Selfies» y el rastro de actividades de la esfera privada en redes sociales), llega la serie de espejos Narcisos y otras flores, de la diseñadora lituana Eglė Stonkutė.

La colección está integrada por cuatro objetos que, más allá de la vanidad, propician la autorreflexión. El primero de ellos es un espejo al cual se le ha adherido una capa acrílica con los patrones circulares generados por el movimiento del agua, en una alusión al mito del griego joven Narciso. ¿Cuánta más belleza podrá hundirse bajo el agua?

El siguiente espejo fue inspirado en otro fragmento de la historia, «¿cuántas veces posó Narciso sus manos en el agua para tratar de sacar a su hermana de río?». El diseño incorpora una curvatura en su parte inferior, donde las manos pueden jugar, naturalmente, sin llegar al otro lado del espejo. Además, un pequeño círculo central permite ver un reflejo que, a cierta distancia, invierte en 90 grados al espectador. De cerca, agranda los rasgos para ver a más detalle.

El tercer diseño tiene una composición de líneas que, por sus posiciones, combinan dos perspectivas opuestas. El resultado es una reflexión un tanto surreal del individuo, estimulando la imaginación antes que la autoadoración.

En este video Stonkute presenta otra de sus exploraciones con espejos. Un laboratorio del reflejo:

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[7 de agosto de 2014]