Cn

Entrevista a los ganadores del Architectural League Prize for Young Architects: MMX

07.08.2012

Platicamos con los integrantes del despacho MMX —Emmanuel Ramírez, Diego Ricalde, Ignacio del Río y Jorge Arvizu—, quienes este año ganaron el Architectural League Prize for Young Architects.

Platíquenme un poco de ustedes. ¿Cómo se formó MMX Arquitectura y quiénes lo integran?

Emmanuel Ramírez: Lo formamos hace dos años y medio. Nos conocíamos antes por nuestro trabajo y algunos de nosotros estudiamos juntos —Jorge es de la Ibero e Ignacio, Diego y yo de la UNAM—. La idea es que cuatro cabezas siempre son mejores que una.

¿Cuál es el principal diferenciador de su propuesta?

Diego Ricalde: Es difícil hablar de una diferencia. Apenas vamos entendiendo las dinámicas entre nosotros; sería pretencioso decir que tenemos una propuesta vanguardista o innovadora. Más que diferencia, nos sumamos a una especie de heterogeneidad con un enfoque en la inteligencia colectiva, de crítica y reflexión sobre la tradición moderna de la arquitectura.

Jorge Arvizu: Podemos decir que lo que nos diferencia es la forma de trabajar.

ER: Creo que si hay algo diferente es que aquí las ideas tienen que rebotar por cuatro cabezas. Eso da una diferencia en el resultado del trabajo.

¿Cuál es el discurso actual de la arquitectura a nivel global?

ER: Siempre hay varios discursos paralelos, que no necesariamente son opuestos, ni van de la mano. Hoy hay ciertas tendencias: una es el manejo de herramientas con las que los arquitectos trabajan. Por otro lado está el discurso de la sustentabilidad. A nivel internacional es muy difícil decir pero por lo menos se habla de estos dos grandes temas.

DR: Hay una tercera: una exploración de las realidades materiales y del funcionamiento material de la arquitectura. Entre las tres tienen el objetivo de responder a un nuevo paradigma en donde el producto ya no es el objetivo, sino el proceso. La cuestión es hacia dónde vamos en las capacidades de fabricación y la tradición constructiva que tenemos en México; creo que es un buen reto en relación a la tendencia global que existe, si es que existe.

¿Cuál es el camino de la arquitectura mexicana? ¿Tiene una identidad propia?

Ignacio del Río: El camino es vincular el uso de estas herramientas digitales, la implícita necesidad de estar dentro de ciertos parámetros amigables con el medio ambiente y cómo implementar eso a las condiciones de México. Pero hay diferentes vertientes.

DR: Y que México se logre sacudir la imagen folclórica que tiene en términos globales.

ER: México aún se encuentra en una búsqueda generacional. Quizá el punto común tiene que ver con el nivel al que uno puede llegar en términos tecnológicos-materiales.

El país, en la actualidad, requiere de una infraestructura adecuada a las nuevas necesidades de la población, ¿cuál es su propuesta arquitectónica ante esto?

IR: Es difícil responder, hay muchas vertientes. Si bien hay gran necesidad de generación de infraestructura, también hay un gran gasto mal enfocado. Una buena parte de la que ya existe podría ser restaurada o rescatada y potenciada.

ER: Hemos discutido no en términos de qué se necesita, sino en cómo se debe hacer. Es más importante tener una estrategia y hacer la mínima intervención con la máxima afectación, en términos positivos.

DR: Es claro que se necesita infraestructura, pero primero habría que preguntarse si verdaderamente se necesita hacer. Es un ejercicio sintomático de una cultura en la que se fomenta la ejecución de las cosas y no la planeación.

¿Qué opinión les merece la cuestión de la sustentabilidad? ¿En dónde va la sustentabilidad en sus proyectos?

ER: La sustentabilidad debería estar ahí en todos los ámbitos, es algo que no puedes no hacer. Es parte del sentido común de un proyecto, pero debería ser tan importante como que no se caiga. Desafortunadamente hoy en día se ha sobreexplotado el término y da un poco de coraje.

En el diseño de productos hay límites en la producción porque las máquinas no permiten hacer ciertas cosas. ¿En la arquitectura existen estos límites?

ER: Existen y puedo asegurar que nos condicionamos a estos límites. Son esas condicionantes que configuran cómo va a ser la solución de lo que planteas y uno se tiene que adaptar. Sería mucho más difícil diseñar si no se tuvieran esos límites; en el momento que tienes esas restricciones se desatan las ideas.

Revisando su trayectoria se puede observar que han hecho proyectos muy variados, ¿es esta diversidad una de las características que los identifican?

ER: Creo que sí. Para empezar hay una diversidad de personas, de ideas y de capacidades.

IR: Y de intereses, que sumados nos llevan a atacar diferente los proyectos.

DR: Acordamos en un principio no tener un estilo definido. No hay una línea, hay múltiples y potenciales líneas de acción. Es mucho más rico no saber a dónde vas y descubrir nuevas cosas.

Se percibe en su propuesta un alto nivel de innovación —por ejemplo en el proyecto BOT-Instalación de botellas o en el Pabellón FNO— que amplía la posibilidad de generar nuevas alternativas de solución arquitectónica. ¿Creen que ya todo está dicho en la arquitectura o hay aún más por descubrir?

DR: Creo que lo nuevo son los retos, porque la arquitectura como la entendemos es contingente. Nuestra acción toma una especie de estado de alerta donde los retos cambian, el contexto cambia, las referencias cambian y entonces la arquitectura no es la misma.

IR: Hay una intención de repensar las cosas no por el simple hecho de hacerlo, sino porque siempre hay que pensar las cosas antes de hacerlas. Es muy fácil tender a pensar que sí, que todo está dicho, pero el que todo esté dicho no quiere decir que no esté abierto al diálogo.

DR: Quizá podrías decir que todo está dicho pero no está dicho de todas las formas posibles.

ER: Las cosas finalmente existen. Lo importante no es innovar por innovar, el objetivo es repensar las cosas.

DR: Tiene que ver más quizá con la diferencia que con la originalidad; no hay nada nuevo, hay algo visto, hecho diferente y ahí tal vez este la innovación.

Cuéntenme de la experiencia de haber obtenido el Architectural League Prize for Young Architects de este año.

ER: Es un premio para Canadá, Estados Unidos y Latinoamérica o parte de ella. Es un premio para oficinas jóvenes, un concurso anónimo con portafolio. Todos los años dan un tema, este año fue No precedents. Piden que te presentes en un ensayo de 30 hojas. Lo importante para la oficina fueron dos cosas: una es la proyección, es una plataforma increíble a nivel internacional. Y dos, la oportunidad de hacer un proyecto en Nueva York.

DR: También el compartir un espacio con otros arquitectos y darte cuenta que más o menos andas en el mismo camino.

¿Hacia dónde van, qué viene para el futuro de MMX Arquitectura?

DR: No lo sabemos. Cualquier proyecto es bienvenido.

ER: Es muy difícil decirlo. Lo que queremos es reforzar las cosas buenas que han salido de lo que hemos hecho. Queremos también hacer proyectos públicos, hacer cosas para la sociedad en la que vivimos.

JA: Lo único que sabemos es que lo vamos a hacer muy bien, por estas ganas, por este gusto por la arquitectura.

siguiente

Newsletter

Mantente al día con lo último de Gallery Weekend CDMX.