Lizeth Galván es directora del Centro de Diseño de Oaxaca. En esta entrevista, nos cuenta acerca de los nuevos proyectos y dinámicas que están surgiendo en la escena del diseño en esa ciudad.

¿Por qué ha tomado importancia el Estado de Oaxaca, principalmente su Capital, como un espacio creativo y de realización de eventos, más allá de su oferta turística?

Me parece que Oaxaca siempre ha sido un lugar donde confluyen diversas personalidades dedicadas al mundo de la cultura y, no únicamente el turista que viene buscando una oferta cultural, lo que vienen proponiendo las instituciones después de 2006. Para mí, Oaxaca tiene una recuperación después de éste momento, la cual consiste en la construcción, a través de un tejido social muy activo, de nuevos proyectos y nuevas metas. Si bien, Oaxaca siempre ha sido un punto de encuentro de grandes personajes que se involucran en las comunidades, que arman proyectos, que contribuyen a crear una agenda cultural, pero, a través de este tejido social se toma una mayor profundidad en el impacto en los procesos de culturización o en estos proyectos culturales. Yo creo que Oaxaca tiene un lugar en la escena cultural, desde hace mucho tiempo, que lo pierde a raíz de 2006, pero se recupera a sí misma después y se legitima de una forma integral a través de todas las propuestas de la sociedad civil y las instituciones culturales.

Cuando observas y piensas en el diseño que se hace desde Oaxaca, ¿qué es lo que más te emociona?

Lo que más me emociona es la gente a la que estamos impactando. Me emociona que tenemos un grupo de 23 personas que creen que el diseño es el camino para la paz, para el beneficio, para la niñez, para la educación. Me emociona que a nosotros lleguen proyectos que sí tengan un impacto social. Ser una nueva generación de servidores públicos que está comprometida con su realidad, que se capacita continuamente para poder responder a las necesidades de la problemática oaxaqueña. Me emociona poder impactar la realidad oaxaqueña, siendo un Estado tan complejo, tan incomunicado, con indicadores tan negativos, pero también con tantas posibilidades. Tener una agenda de trabajo con proyectos que son viables, interesantes, bien cimentados para impactar a esta realidad de Oaxaca a través del diseño. Presentar una oficina que puede ser un ejemplo del buen diseño. Ser un organismo que puede ser ejemplo de las buenas prácticas. Me emociona ser una oficina que cumple con su palabra, que trata bien a sus proveedores y que les exige calidad. Me emociona ser un organismo donde la calidad es indispensable, no se discute, que partimos de un principio de calidad en nuestros contenidos, trabajos, compromiso y proyectos. Me emociona poder ser congruentes y ver a un grupo de jóvenes que está contribuyendo con un grano de arena a que el país cambie y que el motor sea siempre el diseño.

Pensando en el diseño, ¿qué te gustaría ver en Oaxaca en algunos años?

Me gustaría ver que los diseñadores jóvenes, que los recién egresados, hayan tenido oportunidad de probar otros procesos discursivos, otras plataformas para expresar sus propuestas. Me gustaría ver, no un peso de la gráfica tan fuerte, sino también nuevas propuestas de diseño industrial que cuidaran el medio ambiente, que pensaran en los materiales locales, que pensaran en cadenas productivas. Me gustaría ver industrias creativas en un espacio como Oaxaca, que se sustentaran, que se proyectaran, que tuvieran presencia internacional. Me gustaría ver una sociedad organizada de manera más formal, donde el diseño fuera el hilo conductor para que todos estos proyectos siguieran avanzando y se siguieran profundizando. Eso es lo que a mí me gustaría ver. No un peso tan fuerte del diseño gráfico o del diseño industrial, sino procesos integrados a cadenas productivas que forman industrias creativas y que traen posibilidades reales para la sociedades, para las comunidades, para los estudiantes. Lo que me gustaría es que, realmente, la plataforma del Centro de Diseño se fuera solidificando y pudiera proyectar estas experiencias de manera más formal, con una visión de conjunto, con una propuesta más amarrada y más cerrada. Eso es lo que me gustaría en un futuro y creo que eso el lo que estamos proponiendo.

El CDO es el primer espacio dedicado íntegramente al diseño. ¿Por qué en Oaxaca y por qué esta disciplina?

Oaxaca tiene esta riqueza cultural y tiene esta tradición de la cultura que está en boga. Yo creo que en Oaxaca han existido muchas personalidades que van dejando poco a poco la huella. El Centro de Diseño viene a un terreno que está listo para promover el diseño como herramienta para este beneficio social, por eso lo pensamos en Oaxaca. Las condiciones estaban dadas. Había esta sociedad fuerte, crítica y proactiva, y había un gobierno que daba todas las posibilidades para reconocer el diseño como un motor para las políticas públicas. Así, Oaxaca era el espacio más evidente y más viable para un proyecto de esta naturaleza. En Oaxaca la gente está abierta a nuevos proyectos, se habla constantemente de diseño participativo, hay un trabajo continuo con las diferentes comunidades. La riqueza étnica nos da un sentido cosmopolita donde el diseñador se cuestiona desde diferentes ámbitos y hacia diferentes contextos. Entonces, es una realidad tan cotidiana, que la gente ya está acostumbrada a pensar esos procesos de diseño y esos pensamiento de diseño, por eso era el lugar natural para desarrollar un centro dedicado al diseño.

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Un vistazo a la escena contemporánea de Oaxaca:

Alerta máxima: Disciplinas creativas en Oaxaca
01. Arte: Más allá de la escuela oaxaqueña
02. Guillermo Olguín
03. Colectivo Lapiztola
04. Entrevista con Fernando Galvez
05. Disciplinas creativas: Diseño, gastronomía y textiles
06. Diseño en Oaxaca: Entrevista con Lizeth Galván
07. Un día en Oaxaca

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[1 de abril de 2013]