Con la intención de promover la colaboración multidisciplinaria en el diseño y de fomentar la producción de obras inéditas, este fin de semana se llevará a cabo en Oaxaca el festival PROYECTA.

Con este pretexto platicamos con Nicolas Boritch, Director de AntiVJ, un sello visual europeo que representa, produce y promueve el trabajo de artistas visuales que utilizan la luz como materia prima para crear instalaciones y experiencias que desafían la percepción.

Después de presentar la instalación 3Destruct en Cocolab en la ciudad de México, viajarán a Oaxaca para presentar una pieza de sitio específico como parte del festival PROYECTA. Háblame un poco de lo que tienen preparado.

Nuestra intención es hacer una serie de instalaciones que tracen un recorrido en el Jardín Botánico de Oaxaca. Es un formato diferente, un recorrido a través del área. Queremos crear una experiencia que no sea simplemente pararse delante de la pieza.

También la documentación será distinta. Documentar el proceso es una parte muy importante de nuestro trabajo, que la mayor parte de las veces es de sitio específico. Si no se documenta, se pierde. La documentación de las instalaciones de Oaxaca será también experimental, diferente.

¿En qué consiste ese recorrido a través del jardín?

Hay cuatro instalaciones diferentes. La primera es Onion Skin, es una proyección en dos paredes en las que la audiencia ve un efecto de anamórfosis, que es un efecto de volumen en el que parece que los elementos visuales vienen hacia los espectadores. Después, la gente comenzará a caminar dentro del jardín para encontrar gráficos entre los árboles. La segunda instalación es The Arch, una proyección en un área con cactus muy altos y delgados. Hay dos barreras de cactus y un estanque donde se verá un reflexión muy interesante.

La tercera instalación es 3Destruct Oaxaca, es similar a la que se presentó en Cocolab en la ciudad de México, pero en ésta pero utilizamos una estructura de metal inacabada que hay en el jardín y que llenamos con diferentes capas. La última es Replica, una instalación musical. Tiene elementos visuales pero son inmóviles, sólo delimitan el área. La pieza es una colaboración entre dos músicos, Thomas Vaquie y Laurent Delfort, y es como un eco del trayecto.

Una gran parte de su trabajo es de sitio específico. ¿Conocieron el Jardín Botánico de Oaxaca antes de plantear las instalaciones?

Sí, fuimos a Oaxaca en enero y hemos estado en contacto con Samuel, del Centro de Diseño de Oaxaca —que está organizando el evento—, durante casi un año en el que hemos estado hablando sobre este proyecto.

¿Es la primera vez que plantean una serie de instalaciones como un trayecto?

Sí, hace años que estamos buscando una oportunidad de hacerlo. En un principio queríamos que el trayecto ocupara toda la ciudad y que fuera de un edificio icónico a otro. Pero tuvimos que replantearlo por la huelga de maestros en Oaxaca y decidimos trabajar en el jardín, que es un lugar increíble.

¿Dirías que hay una narrativa en la experiencia que los visitantes tendrán del recorrido?

Ésa era la idea original, pero dado el tiempo que tuvimos para prepararlo y que trabajamos de manera remota, a pesar de que teníamos cientos de fotos y bocetos, tuvimos que moderar nuestras ambiciones. Queríamos desarrollar una historia completa.

Pero en el centro del proyecto aún hay una narrativa: la idea de trayecto, de viaje. No sólo es ir de un lugar a otro, sino de una dimensión a otra, de una emoción a otra.

Los artistas que integran el colectivo forman un equipo notoriamente multidisciplinario. ¿Cómo influye eso al momento de desarrollar un proyecto? ¿Cuál de los elementos —concepto, música, visuales— les sirve como punto de partida?

No hay una regla. Podría decirse que todo nuestro trabajo está ligado a un sitio en específico; ése puede ser el eje que guía el desarrollo. Se trata de explorar ese momento en el que te ves confrontado por el espacio o por un edificio, lo que evoca. A partir de eso surgen los visuales y la música. No hay regla, depende del lugar; en la segunda instalación de Oaxaca, por ejemplo, los cactus guiaron la idea.

Una de las intenciones fundamentales de sus obras es modificar la percepción del espacio. ¿Cómo funcionó eso en Oaxaca?

El plantear las instalaciones en formato de trayecto es algo que ya modifica la percepción del jardín, pero cada una trabaja a nivel distinto con la percepción.

La primera instalación juega a través del fenómeno de la anamórfosis, que es cuando, por ejemplo, estás parado viendo un cuarto y en las paredes ves fragmentos pintados de rojo, pero cuando te paras en un punto específico dentro de la habitación y miras en la dirección exacta, esos fragmentos forman un círculo.

En The Arch hay un efecto paralelo: cuando las personas ven el primer grupo de cactus y lo rodean, descubren el segundo grupo de cactus y el reflejo en el estanque, y se dan cuenta de que las proyecciones forman un conjunto. El efecto que provocan las sombras de los cactus es de cierto modo perturbador, no se sabe bien cuál es la distancia real. Afecta la distancia y el espacio.

En 3Destruct, los rayos de luz se ven casi suspendidos en el aire. Esta pieza busca deconstruir el espacio al interferir con la percepción de las personas; no se sabe dónde está la estructura.

Cuando diseñan la instalación en su estudio y después la experimentan ustedes mismos, ¿resulta como la imaginaron?

Es una buena pregunta. Siempre hay sorpresas, buenas y malas. Siempre hay buenas sorpresas porque hay una distancia enorme entre crear algo en tu pantalla y experimentarlo en el espacio tridimensional. Pero, a pesar de que una vez que trabajamos en algo durante suficiente tiempo parece que todas las variables están anticipadas, siempre habrá cosas que no podemos prever, en el equipo o en el ambiente.

En una instalación en Suecia, por ejemplo, teníamos previsto hacer una proyección sobre un edificio, pero no contemplamos que en mayo-junio ahí no oscurece. A medianoche el cielo es un poco más azul, pero nunca oscuro. Debimos haberlo pensado. En otra ocasión, en Tokio, no consideramos que hay pequeños terremotos todo el tiempo. En este tipo de instalaciones, si los proyectores se mueven un milímetro la imagen no estará alineada de forma precisa sobre la arquitectura el edificio. Y eso sucedió, los proyectores se movieron.

Cuando trabajas en exteriores, con la naturaleza, no hay forma de considerar todas las variables. Siempre hay cosas que celebrar y pequeñas frustraciones.

Sus instalaciones se plantean como experiencias para los visitantes. ¿Dirías que esa interacción forma parte de la pieza o que la completa en algún sentido?

Sí, en especial en 3Destruct, que es la única pieza en la que los espectadores pueden entrar en la instalación. Está hecha de tiras transparentes en las que se proyecta la luz.

La pieza es totalmente distinta si la experimentas desde lejos o desde el interior. Si estás lejos, es como una cosa que muta constantemente. Desde la distancia parece que los rayos de luz están flotando. Si estás adentro… bueno, ya lo verás.

Aunque no es una pieza interactiva en sentido tradicional, el entrar y caminar dentro de ella provocas un efecto en el conjunto: al mover las tiras, por ejemplo, la proyección se distorsiona por el movimiento.

La luz es un elemento a un tiempo tradicional y contemporáneo. ¿Cómo decidieron trabajar con luz?

No fue una decisión que partiera de conceptualizar el material. Los artistas, por separado, trabajaban de forma similar con la luz. Mediante experimentación y mucho trabajo, desarrollaron su propio lenguaje y su propia técnica, porque cuando iniciaron no había software de video para hacerlo, fueron descubriendo cosas solos. Al principio la técnica era limitada, sólo tenían los programas convencionales de diseño gráfico; usaban figuras geométricas, cubos y ángulos. Luego comenzaron a usar modelado y efectos en 3D y fueron haciendo más complejos los resultados, hasta trabajar sobre arquitectura compleja, como las proyecciones sobre el órgano de una iglesia en 2005.

Nos gusta mucho la idea de trabajar con luz porque la luz organiza la realidad frente a ti, del mismo modo que la arquitectura organiza el espacio también por medio de la luz. A través de la luz puedes hacer ver o creer algo que quizá no está ahí. Nos gusta experimentar con esa idea.

¿Qué sigue para ustedes en esa evolución que describes?

Queremos seguir descubriendo nuevas cosas, no queremos repetirnos. Queremos hacer algo más, ahora que hemos desarrollado una técnica y un lenguaje.

Queremos seguir descubriendo nuevos formatos, empujando los límites y creando obras que tengan cierto nivel de narrativa, ya sea abstracta o no.

www.antivj.com
www.proyecta.cdo.gob.mx

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[18 de abril de 2013]