La galería Yautepec presenta Shotgun and Targets, la primera exposición individual en América Latina del artista Robert Lazzarini (Nueva York, 1965). Su trabajo se caracteriza por someter el objeto a una serie de distorsiones compuestas de onda sinusoidal generadas a través de algoritmos matemáticos. Shotgun and Targets consta de una serie de tiros al blanco con imágenes  distorsionadas y un arma de fuego que explora la relación entre la violencia y el consumo. Con motivo de la exposición nos platicó de la misma.

¿Cómo se entiende la distorsión, como concepto y como técnica, en tus piezas?

Es parte de ambas. Sin embargo, no diría que todo mi trabajo es acerca de la distorsión o no necesariamente en términos de materia. La distorsión es el lenguaje con el cual trabajo y he venido reflexionando sobre éste desde hace tiempo. Las distorsiones para esta serie son todas muy precisas y realizadas a partir de cálculos matemáticos.

Aunque parecen sólo imágenes o fotografías, para mí estas piezas son esculturas. Las cajas, los blancos y la cinta adhesiva convierten cada pieza en un elemento tridimensional. En cuanto a los materiales, siempre utilizo los mismos que se usan en los objetos originales, es una característica propia de mi trabajo. Por ejemplo, el arma que completa esta serie no es real; se trata de un nuevo objeto que fabriqué a partir de distorsiones matemáticas. El proceso comenzó por tomar el objeto, llevarlo a la computadora, manipularlo y finalmente recrearlo con los mismos materiales.

¿Hubo algún criterio para seleccionar a las personas que aparecen en las piezas?

Todos estos sujetos son representaciones de objetivos reales que se consiguen en la compañía Speedwell, una empresa que fabrica blancos de papel para entrenamiento de la policía y militares de Estados Unidos. Los objetivos aparentan ser de la década de 1970 y 80; sin embargo, son recientes y cualquier persona los puede adquirirlos. Básicamente la idea fue descontextualizar estos objetivos y llevarlos a escenarios distintos.

Todo está simulado, tanto el papel, como las cajas y la cinta adhesiva. La idea es presentar productos estadounidenses como Budweiser, Kellogg’s, Jack Daniels, Post Cereals y mostrarlas en relación con la violencia; me parece una conexión interesante entre ambas.

¿Cuál es el vínculo entre las marcas estadounidenses y la violencia en esta serie?

Será una respuesta un tanto política, pero probablemente ustedes como vecinos entienden lo que nosotros hacemos y cómo lo hacemos. La violencia es parte de nuestra cultura, básicamente es una forma de representar Estados Unidos a través de estos objetos (blancos de papel baleados, cajas y armas de fuego). Parte de la intención fue explorar los iconos de consumo como Rice Krispies, Pennzoil, etc. Se trata de un recorrido por una selección de marcas americanas.

¿Por qué algunos blancos de papel tiene más rastros de violencia?

Hay otras piezas que son todavía más agresivas e impactantes. Por ejemplo, un blanco donde aparece un sujeto sosteniendo un bate de béisbol con la cara totalmente destrozada. En algunas piezas se ve gente que ha sido baleada, como criminales pero también aparece una niña con disparos. Al final todos terminan baleados, en consecuencia, no hay inocentes ni culpables, todos se matan y los tiros son totalmente indiscriminados en un mundo violento como el actual.

Galería Yautepec

www.yau.com.mx